Hoy ha muerto, en Abiyán (en Costa de Marfil), mientras cantaba en un concierto, el cantante congoleño Papa Wemba. A media actuación se ha desplomado y no lo han podido hacer revivir. Todo África está de duelo, porque Wemba, de 65 años, era uno de los cantantes más influyentes del continente. Era un fenómeno que superaba generaciones: gustaba tanto a jóvenes como a viejos y sus vídeos circulaban por buena parte del continente. La música congoleña influencia todos los países africanos y Wemba era uno de los cantantes más prestigiosos del Congo. Era, indudablemente, el maestro de la rumba congoleña, un estilo también conocido como soukous. De hecho, se lo llegó a conocer como "El rey de la rumba". 

La música de dos continentes

La rumba congoleña apareció en Léopoldville (la actual Kinshasa) por influencia de la música caribeña. Aunque se cantaba inicialmente en lingala, con fragmentos en francés o español, las grabaciones de rumba circularon por todo el continente e influyeron a todos los músicos africanos actuales que, de una forma u otra, beben de los ritmos congoleños. En 1975, ya, con 26 años, el joven Jules Shungu Wembadio Pene Kikumba adoptó el seudónimo Papa Wemba y poco después se hizo famoso con el grupo Viva la Música. En su grupo participaron destacados músicos, como Koffi Olomide. A lo largo de su vida, Wemba grabaría una cuarentena de álbumes e incluso participaría en un par de películas como actor.

La SAPE

Wemba era uno de los grandes símbolos de la SAPE, la Société des Ambianceurs et des Personnes d'Élégance, un grupo de congoleños que se caracterizan por la ostentación en el vestuario. Pueden vivir en la miseria pero lucen ropa de las mejores marcas y pueden ahorrar durante años para comprarlas. Los sapeurs son la muestra más clara de la contracultura congoleña.

Problemas con la justicia

Papa Wemba combinaba su vida en el barrio popular de Matonge, donde había nacido, con temporadas en Europa. En 2003 fue detenido por formar parte de una red que había introducido centenares de congoleños en Europa, ilegalmente. Pasó tres meses y medio en la prisión y salió muy tocado. Pero a pesar de todo, siguió cantando. Hasta hoy. El continente africano está de duelo.