El mundo del punk y del diseño quedan hoy un poco más huérfanos: Vivienne Westwood, diseñadora, transgresora, subversiva y dama del estilismo punk, ha muerto a los 81 años en Clapham (Reino Unido). Así lo han comunicado sus representantes en un comunicado publicado en su perfil oficial de Twitter. "El mundo necesita más gente como Vivienne para mejorar", cita el mensaje, que ya acumula más de 240.000 likes. Porque si algo identificaba a Westwood era su carácter polifacético y su enorme facilidad para crear debates y polaridades, también para crear simpatías, aplausos y motivaciones. También el de su último esposo y socio creativo, Andreas Kronthaler, que ha asegurado que la estilista seguirá siempre en su corazón. "Hemos estado trabajando hasta el final y ella me ha dado muchas cosas para seguir adelante", manifestó en la BBC.

Vivienne Isabel Swire nació en Derbyshire el 8 de abril de 1941 y estudió en el Harrow School of Art. Se casó con Derek Westwood, de quien tomaría el apellido, y tuvo con él su primer hijo. Pero su destino cambió por completo cuando conoció a Malcolm McLaren, productor y mánager de los Sex Pistols. Ambos dieron forma al punk británico: le hicieron nacer, moldearon sus ropajes, casi sus jergas y sus posturas, y sacaron rédito de ello. Juntos abrieron la famosísima tienda SEX en Kings Road en 1974, uno de los templos del estilismo punk de los años 80 y 90, y lugar que popularizó la mítica camiseta en la que se ve el retrato de Isabel II con un imperdible en los labios y la leyenda God save The Queen, que pasaría a ser la identificación internacional del grupo británico liderado por Johnny Rotten, pero que unificó a toda una generación de jóvenes y les identificó con algo común: el rupturismo, la rebeldía y la revolución. Y Vivienne se convertiría oficialmente en la mujer que vistió a los Sex Pistols.

vivienne westwood
Vivienne Westwood fue una de las artífices del estilismo punk británico. 

Años después, la propia Westwood acabaría renegando de lo que ella había ayudado a construir, afirmando en una entrevista que estaba "en contra de todo lo que soía pensar por aquellos días; el punk no tenía realmente idea alguna: grandes palabras que destruyen, sin más". Pero ya se había colado en el mundo de la moda y se había ganado el cariño y respeto del mundillo, y a partir de ahí siguió trabajando con una concepción trash y andrógina del estilo, y en su evolución en la New Wave a partir de los 80. Ha sido la cara visible (y creadora) de una moda extravagante, mestiza y estrafalaria que jamás tuvo miedo al descaro ni al establishment. Al contrario: siempre estuvo comprometida con la moda ecológica y con la urgencia de la crisis climática. Y es que las protestas siempre estuvieron presentes en su trabajo, algo que la ha acompañado hasta sus últimos días.