Helena Cambó i Mallol, hija única y heredera de quien fue dirigente de la Liga, financiero y mecenas Francesc Cambó, ha muerto hoy a los 92 años según ha anunciado su hijo, el exeurodiputado Ignasi Guardans.

Continuadora de la tarea de mecenazgo de su padre

Cambó, nacida el año 1929 en Zurich (Suiza) de la relación entre su padre y Mercè Mallol y legitimada por el matrimonio de sus padres el año 1945, siguió a su padre en el exilio, de quien heredó la fortuna y la importante colección a cuadros. En Buenos Aires, donde murió su padre el año 1947, se casó el año 1951 con el abogado Ramon Guardans, con quien tuvo 14 hijos, entre ellos Francesc, que fue presidente del CoNCA, Ignasi, eurodiputado, Pau, empresario hotelero, Jordi, poeta, Teresa, filóloga, o Helena, empresaria.

Helena y Francesc Cambó en Buenos Aires

Helena y Francesc Cambó en el exilio argentino

De retorno a Catalunya se dedicó a recuperar la actividad de mecenazgo y patrocinio cultural de su padre. Constituyó el Legado Cambó formado por más de 50 pinturas del Renacimiento y depositado en el MNAC, reimpulsó la Fundación Bernat Metge fundada por su padre, así como la Fundación Bíblica Catalana, y el año 1999 constituyó con su marido la Fundación Instituto Cambó, de la cual ostentaba la presidencia de honor hasta su disolución coincidiendo con la venta de la histórica colección de clásicos griegos y latinos en la Cooperativa Somos.

Miembro de la Junta Constructora del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, era académica de número de la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi –su discurso de ingreso se tituló "Marullus, el hombre del retrato de Botticelli," un cuadro adquirido por su padre el año que nació su hija y que la familia, justamente, ha intentado venderse recientemente sin éxito– y miembro del Patronato de Honor del Museo del Prado y del MNAC.

Galardonada con la Orden de Isabel la Católica, en 1984 recibió junto con Maria Macià, hija del expresidente de la Generalitat, el Premio de Actuación Cívica de la Fundación Carulla, y el año 2010 recibió la Creu de Sant Jordi. Su nombre había aparecido en algunos medios como posible receptora de uno de los primeros títulos nobiliarios otorgados por Felipe VI.