La cantante Juliette Gréco, musa del barrio Latino de París después de la Segunda Guerra Mundial, ha muerto este miércoles en Ramatuela (Provenza), a los 93 años.

Nacida en Montpellier en 1927, Gréco formó parte de la resistencia y sufrió prisión. Después de la Segunda Guerra Mundial se trasladó a París, donde hizo vida en el barrio de Saint Germain des Prés y conoció la ebullición intelectual de la riba izquierda en los años 50. Fué en el bar Montana donde conoció a los existencialistas Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, en la Martiniquaise Rhumerie habló con el escritor Albert Camus, y en el bar Pont-Royal, con el filósofo Maurice Merleau-Ponty.

Juliette Gréco grabó su primer álbum en 1951, y después se marchó al Brasil y a Estados Unidos. Cuándo volvió a Francia empezó a tener realmente fama poniendo voz a una docena de canciones de Serge Gainsbourg. Se adentró también en el cine, como en la película Orphée de Jean Cocteau.

Aquí se la puede escuchar interpretando La javanaise, canción de Gainsbourg.

Y aquí con Las feuilles mortes, canción de Yves Montand.

La cantante a Marina Rossell hizo la versión en catalán.

Quizá una de sus canciones más celebradas fue La chanson des vieux amants, de Jacques Brel.