El guionista Eduardo Ladrón de Guevara, uno de los creadores de Cuéntame cómo pasó, ha muerto a los 80 años de edad. Su fallecimiento llega justo el día en que Televisión Española tiene previsto emitir el último capítulo de una serie que ha estado 22 años en antena y que ya siempre será historia de la televisión. Desde el Grupo Ganga, productora de la producción, han expresado su pesar por la pérdida del guionista. “Eduardo era una de las personas más queridas por el equipo de Cuéntame, fundamental en el desarrollo de la serie y el formato original", han expresado. 

Ladrón de Guevara (Madrid) empezó su vida profesional como periodista y trabajó en diarios como Informaciones Pueblo, además de colaborar con algunas agencias. También es autor de más de una veintena de obras de teatro, por las que ha recibido diversos premios, aunque gran parte de su carrera profesional la firmó como como guionista de televisión. Tanto es así que participó en títulos tan icónicos como Farmacia de guardia, Los ladrones van a la oficina o Querido maestro, todas ellas producciones míticas de la televisión de los 90. Aunque, probablemente, Cuéntame fue el proyecto más grande de su vida y con el que se mantuvo activo durante más de 15 años. "Uno de los grandes guionistas españoles y alma de nuestra serie. Gran profesional y querido compañero, nuestra historia no podría haberse escrito sin él", recordaban en redes sociales algunos de sus compañeros en la serie.

Al lado de Miguel Ángel Bernardeau y Patrick Buckley, Eduardo Ladrón de Guevara fue uno de los cocreadores de la serie de La 1, que desde 2001 ha narrado la historia reciente de España a través de la familia Alcántara, con Ana Duato e Imanol Arias al frente. El guionista escribió más de 130 episodios de la serie hasta que la dejó en 2017. Casualmente, Ladrón de Guevara ha fallecido el mismo día en el que se emite el último episodio de la serie más longeva de la televisión española que él mismo ayudó a construir. De hecho, hace solo una semana que participó en una mesa redonda organizada por el sindicato ALMA para reflexionar sobre cómo había evolucionado la producción a través de sus dos décadas de emisión. Un encuentro en el que aprovechó para defender el trabajo de sus sustitutos. “He leído, no hace mucho, unas manifestaciones de algún actor hablando pestes de los nuevos guionistas que me han dejado perplejo por la falta de respeto”, dijo. “En esta serie hubo actores con poca educación. Yo he sufrido mucho porque, en lo que se llama la mesa italiana, nos reuníamos y leíamos los guiones, y los actores se convirtieron en los grandes inquisidores”, añadió, desvelando algunas tiranteces dentro de la producción.