El filósofo e historiador del arte Arnau Puig ha muerto hoy a 94 años a causa de una larga enfermedad según ha hecho saber el Editorial Comanegra. Puig, último superviviente del grupo Dau al Set, el influyente círculo vanguardista formado por Joan Brossa, Joan Ponç, Antoni Tàpies, Modest Cuixart, Joan-Josep Tharrats y el mismo Puig el año 1948 y que sacudió la cultura catalana de posguerra.

La atracción por el surrealismo y la autoexclusión del ambiente cultural franquista

Nacido en Barcelona el año 1926, su formación fue autodidacta a causa del estallido de la Guerra Civil. Pronto hizo amistad con dos jóvenes artistas y críticos, como el pintor Joan Ponç y el poeta Joan Brossa –a quien Pons dedicó su último libro, Brossa, escamotejador i burleta. Records d'una amistat estel·lar, publicado en motivo del Año Brossa-. De las conversaciones entre los tres surgió un autollamado grupo de investigación que editaría la revista Argol, que sería el antecedente de Dau al Set. Como explicava el mismo Puig, la toma de conciencia del grupo surgió de la lectura del histórico número especial de la revista D'Ací i d'Allà dedicado a las Vanguardias, del año 1934, que les hizo conectar con el espíritu de modernidad estética y con la vanguardia de los años de la República. Mientras trabajaba de escribiente a Danone, Puig seguía formándose e interesándose por corrientes como el dadaísmo o el surrealismo y por las publicaciones filosóficas y literarias de antes de la guerra.

Del encuentro del grupo Puig-Brossa-Pons con Antoni Tàpies i Modest Cuixart surgiría Dau al Set, inspirado en artistas de la primera vanguardia, como Joan Miró, Paul Klee y Max Ernst. Dau al Set propugnaba un espíritu radical y se autoexcluía del ambiente cultural el franquismo. Según Apolilláis Puig, el grupo había sido "un faro" en medio del "desierto cultural" del franquismo, formado por "surrealistas libres".

Entre el arte y el pensamiento

En paralelo, entusiasmado por la figura y la filosofía de José Ortega y Gasset, Apolillad Puig se trasladó en Madrid para asistir a un curso con el eminente filósofo, y en la capital española conoció personalidades como el pensador Julián Marías, el escultor Ángel Ferrant o el escritor Eugeni d'Ors. Este primer vínculo académico tendría continuidad en su licenciatura en Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona y en su especialización, a partir de los años cincuenta, en la sociología del arte y la cultura en la Sorbona de París, donde recibió la influencia del existencialismo. En la misma época, una beca del gobierno francés le permitió viajar por Europa y América.

Profesor de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, la UB y la UAB, el año 1968 fue nombrado catedrático de Estética de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, además de dirigir el Instituto de Historia y Arqueología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Roma y presidir el Círculo Mallol del Instituto Francés de Barcelona. Autor de numerosas obras como Els pros i els contres de la pintura abstracta(1963), Sociología de las formas (1979), Píndar a l'estadi  (1996), De una filosofía de la itinerancia (2011) y La filosofia de la immediatesa (2015), había colaborado en publicaciones como Artes Plásticas, que también coordinó, Siglo XX, Gaceta del Arte, La Vanguardia, El País, Nova Forma, L'Espill o Serra d'Or.

Galardonado con la Creu de Sant Jordi (1992), el Premio de la Asociación Catalana de Críticos de Arte (2003), la Medalla del Ayuntamiento de Barcelona al Mérito Cultural (2004) y el Premio Nacional de Cultura (2012), el año 2017 había recibido el nombramiento como Caballero de la Orden de la Legión de Honor por parte del gobierno francés. El año pasado había muerto su esposa, la coreógrafa Consol Villaubí, con quien había compartido una vida dedicada al arte y a la cultura.