El pintor y escultor vasco Agustín Ibarrola, creador del Bosque de Oma, ha fallecido esta pasada madrugada en el hospital de Galdakao (Bizkaia). Nacido en la localidad vizcaína de Basauri, fue un importante activista antifranquista y del movimiento obrero y uno de los artistas vascos más importantes de Euskadi. Precisamente, su obra emblemática fue recientemente reubicada y reinagurada en Kortezubi, tras sufrir numerosos ataques por parte del entorno de la izquierda abertzale en los años de "socialización del conflicto" de ETA. Otras obras suyas, ubicadas en espacios públicos, también fueron atacadas. El autor llevaba años retirado de la escena pública.
Ibarrola nació “en el seno de una familia obrera” y “muy pronto ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao”, según explica la biografía de su página web. “Ya en 1948 celebró su primera exposición individual. A raíz de esta muestra en la capital vizcaína, se traslada a Madrid e ingresa en el taller de Daniel Vázquez Díaz. Desde muy joven se interesa por aunar la tradición pictórica vasca con las corrientes de vanguardia del Arte Contemporáneo”, se indica en la web. En 1950 fue “invitado a participar en los trabajos de la basílica de Arantzazu (Gipuzkoa)”, aunque “le encargaron realizar un mural para el pórtico aunque nunca lo llegó a materializar”. En París, a partir de 1956, ejerció diversos trabajos y conoció a los que, junto a él, formarían el Equipo 57”. Regresó a Bilbao en 1961, en plena dictadura, y “entró a formar parte del grupo de grabadores de Estampa Popular, en la sección vasca”.
Al bosque de Oma se suman otras creaciones como Piedras y árboles de 1999 en Allariz (Ourense), Los Cubos de la Memoria (2001-2006) en el puerto de Llanes (Asturias), las traviesas del Ruhr (Bottrop, Alemania) de 2002, las Piedras pintadas en Garoza (2005-2009, Muñogalindo, Ávila) o las “numerosas esculturas donadas en homenaje a las víctimas del terrorismo de ETA”. Y es que el artista estaba comprometido con la política. Fue miembro del Partido Comunista de España, detenido y encarcelado durante los años 60, y en la cárcel se forjó parte de su vertiente artística. Un año después de su encarcelamiento, Appel for Amnisty organizó una exposición en Londres, París, Bélgica, Alemania e Italia con estas obras hechas en prisión. Había sufrido varios atentados por parte de la extrema derecha, y contó con escolta durante 12 años hasta la desaparición de ETA.