En 1957 un joven Ibáñez compareció en la editorial Bruguera, la gran "fábrica" de tebeos de Barcelona, para ofrecerse como dibujante. Le pidieron una prueba. A toda prisa se ingenió dos personajes, dos detectives incompetentes con misiones imposibles. No tardó en decidir su nombre: Mortadelo y Filemon. Ibáñez pensaba que, con un poco de suerte, podría hacer historietas con estos personajes para la célebre revista Pulgarcito durante unos meses. 60 años después Ibáñez sigue dibujando y escribiendo historias de Mortadelo y Filemon. Y los hijos y nietos de sus primeros lectores siguen esperándolas. Hoy ha celebrado con la prensa el 60º aniversario de los agentes de la TÍA.

Francisco Ibañez Mortadelo y Filemon - Sergi Alcazar

El 60 aniversario

Ediciones B, el editor actual de Ibáñez, ha publicado un volumen especial de la colección "Magos del Humor" para celebrar el cumpleaños: El 60 aniversario. Un álbum muy especial, en el que muestra cómo Mortadelo y Filemon han envejecido en 60 años (están cargados de enfermedades y achaques), pero también como envejecido el propio Ibáñez. Una historia en que los veteranos agentes de la TÍA se tendrán que enfrentar a uno de los malvados más malvados de este planeta, el dictador de una potencia de Extremo Oriente con un curioso peinado y un peligrosísimo arsenal atómico; una trama en la que no faltará el histriónico presidente de una gran potencia del continente americano.

Francisco Ibañez Mortadelo y Filemon - Sergi Alcazar

Otras publicaciones

Ediciones B también ha sacado a la calle, en estas fechas, otras dos publicaciones sobre los famosos detectives. Por una parte se ha lanzado una reedición de El gran libro de Mortadelo y Filemón, una obra que repasaba de manera exhaustiva la trayectoria de los dos antihéroes hace 10 años. Ahora, se ha reeditado íntegra, con 24 páginas más con el título "¿Quién habló de jubilarse"?. En este capítulo adicional se repasan los 10 últimos años de vida de los agentes de la TÍA. Un repaso a la historia de Mortadelo y Filemón que es, también, un repaso a la historia de España y del mundo, porque las historias de los dos detectives son, también, una crónica de lo que pasa en el mundo: la corrupción, la crisis, las dictaduras... Ediciones B también ha publicado, en un único volumen, Mis aventuras favoritas de Mortadelo y Filemón, una compilación de cinco obras emblemáticas de estos personajes, escogidas por el propio Ibáñez. Se trata de: Contra el "gang" del Chicharrón, Valor y... ¡al toro!, ¡Silencio, se rueda!, 100 años de cómic y Mortadelo de la Mancha.

Ibáñez, el genio

Ibáñez se define como "historietista", porque no sólo hace los dibujos de sus álbumes, sino que también concibe las tramas. En principio creaba historias cortas para publicarlas en las revistas infantiles, que entonces tenían mucho éxito, pero más tarde se pasó a crear álbumes enteros con su peculiar sentido del humor.  Sin duda Mortadelo y Filemon han sido los personajes más emblemáticos de Ibáñez, y por eso son los más longevos. Pero también ha sido el creador de algunas series de historietas que hicieron historia: Pepe Gotera y Otilio (la encarnación de los lampistas especialistas en chapuzas), 13, Rue del Percebe (todo un universo de miserias económicas y morales concentrado en una escalera), Rompetechos (el miope eternamente despistado y desconectado del mundo), el Botones Sacarino (un trabajador superexplotado que acaba provocando el caos por allí donde pasa...). Sus historias, aunque profundamente arraigadas a la realidad local, han sido traducidas a una decena de idiomas.

¿Personajes con futuro?

Ante los periodistas Ibáñez, muy autocrítico, ha asegurado que a su edad le gustaría, sobre todo, aprender a dibujar, y ha manifestado su admiración por muchos de los dibujantes actuales. El veterano historietista asegura que se sentiría muy triste que sus personajes desaparecieran con él, y ha afirmado que le gustaría que el día que no pueda seguir dibujando, algún otro ilustrador tome el relevo y siga ilustrando historias de Mortadelo y Filemón. Pero no está muy seguro de que otro guionista pueda dar continuidad a su sentido del humor. Y es que, como Mortadelo o Filemón, Ibáñez es un personaje único.