Mishima ha estrenado la gira 'Potser ens hauríem de preocupar' en las escaleras de la Catedral de Girona este viernes. La amenaza de lluvia ha dejado con la incógnita al público de si se podría dar el concierto hasta el final, ya que estaba al aire libre. Aun así, el tiempo ha parecido respetar la convocatoria del concierto y ha hecho una pequeña pausa para que los barceloneses pudieran dar su fiesta de aniversario encima de los escenarios. Este viernes por la noche, Mishima ha soplado las velas de sus 20 años de carrera musical en un escenario emblemático: las escaleras de la Catedral de Girona. El concierto era una de las citas más esperadas dentro de la programación del Festival Strenes.

Prácticamente 800 personas han acompañado a Mishima en la fiesta de aniversario que han organizado este viernes en la ciudad de Girona para celebrar los 20 años encima de los escenarios. Ha sido una fiesta con el mejor de los regalos que la ciudad podía ofrecer a la banda: tocar ante las escaleras de la Catedral de Girona.

De todos modos, hasta a última hora había la duda de si se podría celebrar o no el concierto, ya que ha llovido todo el día hasta prácticamente una hora antes de empezar. Aun así, los de Barcelona han empezado con un pequeño retraso, ya que se tenían que secar los peldaños de la catedral, que este viernes se han convertido en las gradas del público. Estos problemas logísticos han obligado a abrir más tarde las puertas al público. La banda ha salido unos veinte minutos después de que las campanas de la Catedral marcaran las nueve de la noche.

Mishima ha arrancado el concierto simulando que el público miraba por una rendija en la ventana la sala de ensayo, con Carabén estirado en un sofá sufriendo las consecuencias de la fiesta del día anterior. 'My whole life crying', uno de los temas que formaban el primer disco 'Lipstick traces' (2000), ha sido el primer tema que ha sonado. Con esta canción, el grupo ha iniciado un viaje hacia sus orígenes, repasando algunos de los temas de los ocho álbumes que ya han publicado.

'Cert, clar i breu', 'La forma d'un sentit', 'Un tros de fang' han sido algunos de los temas que acompañaron los primeros años de Mishima y que han vuelto a sonar este viernes por la noche. Con estas canciones, han revivido la vida de una banda que, poco a poco, se iba haciendo un lugar en el panorama musical catalán, descubriendo que no había que recurrir al inglés para tener un sonido actualizado y alternativo.

Uno de los momentos más esperados por parte del público ha sido cuando el grupo ha interpretado 'Guspira, estel o carícia' del álbum 'Ordre i aventura' (2010). Este es uno de los temas que han marcado más la banda, el single con que muchos entraron en su mundo y su órbita. El single con qué empezaron a acompañar Mishima cuando el grupo salía de su infancia, ahora hace diez años.

El concierto en las escaleras de la Catedral de Girona ha sido el pistoletazo de salida en su gira 'Potser ens hauríem de preocupar', que han arrancado dentro de la programación del Festival Strenes. Las entradas estaban agotadas desde hacía semanas.

Último fin de semana de conciertos

Mishima ha empezado el último fin de semana de esta edición del Festival Strenes, que ha guardado algunos de los principales nombres para el final. El sábado será el turno de Macaco, que actuará en el mismo espectacular escenario de la Catedral. Y el encargado de cerrar el certamen de novedades musicales será Miquel Abras en un concierto único, en el que invitará a diferentes artistas catalanes.