"Fue el año 1989 cuando Miquel Marcé se convirtió en Dalí", apunta Carles Cubos, uno de los vértices de la triada de cineastas, que completan Jordi Sans y Pep Roig, que han dirigido De Dalí a Miquel, el documental que nos acerca a la vida del clon de Valls del genio del surrealismo.

1989 fue el año que murió Salvador Dalí. También murió la madre de Miquel. Cuando murió ella, Miquel asegura que tuvo como una aparición. Dice que vio una luz que le dio mucha fuerza y lo hizo reencarnarse en Salvador Dalí. A partir de aquí empezó a vivir como tal". Y vivir como tal implica ser Dalí las 24 horas del día, los siete días de la semana. "En Valls ya nadie recuerda verlo vestido de Miquel".

Persona y personaje

"Miquel Marcé es un tipo que ha hecho de todo en la vida: cantante, boxeador... Ha tenido una vida muy particular". Carles Cubos, como Miquel Marcé, es de Valls. Se conocen de toda la vida. "Por Fiesta Mayor, en Sant Joan, elaboramos una bebida muy típica que se llama Boladís, de la cual nosotros hacemos una vídeo promocional. Miquel ha sido el protagonista de estos vídeos desde hace 13 años. Allí nació nuestra relación, hasta el punto que ahora mismo somos muy amigos".

Dalí piojo

Miquel Marcé hace más 30 años que vive siendo Salvador Dalí

"Ya no hay diferencia entre la persona y el personaje. A él, de hecho, le gusta que le llamen Dalí. Si le llaman por Miquel, contesta, pero le gusta que lo reconozcan como Dalí". En este intento por trazar la personalidad y las circunstancias de una persona como Miquel y un personaje como el Dalí de Vall, lo más díficil tiene que ser no caer en la parodia. "A nosotros el show no nos interesa. Lo que queríamos conseguir con el documental era desnudar al personaje y llegar a la persona".

Espacios únicos

Lo han conseguido, De Dalí a Miquel es una largometraje perfilado con un profundo tono humanista. "Con Miquel hemos llegado a unos espacios donde nadie ha llegado antes: sus espacios, su día a día". Dentro de estos espacios él reflexiona sobre su visión del mundo. "Sí, hemos conseguido desnudar a este personaje que un día se comió a la persona y hemos recuperado todo lo que hemos podido de aquella persona que hay escondida allí debajo. De aquí el título: De Dalí a Miquel".

De Dalí a Miquel como deja entrever su título es un viaje a la inversa. "No nos interesa tanto la extravagancia como saber quién es Miquel Marcé, esta persona que ha interpretado durante tantos años a un personaje. Los tres que hemos hecho la peli somos, por encima de todo, amigos de Miquel. Y hacer una película de un amigo es muy fácil porque aquella persona se te abre por completo".

En un mundo que estigmatiza lo que sale de la norma, cuando Miquel inició la transformación al Dalí de Valls, primero, y durante un tiempo gastado en todo el país, el impacto fue fuerte. "Fue a muchos programas de la tele. Fue al programa de Pedro Ruiz, con el Arús...". Eran los inicios de la telescombraries y Miquel era un caramelo para estos programas. "Sí, este es un mundo en el que cuesta aceptar la diferencia, más cuando eres pobre. El rico estrafalario cae simpática, al pobre se lo estigmatiza".

Otras historias

El documental, financiado a través de una campaña en Verkami y que ahora prepara su presencia en varios festivales, se estrenó el pasado 8 de arilo en el cine JCA de Valls. La idea, sin embargo, de retratar esta transformación de Miquel en Dalí empezó a tomar forma en el 2015. "Fue entonces cuando creímos que sería interesante documentar la vida de Miquel. No sólo eso sino que a través de la suya figura explicar otras historias".

Dali soy artista

De Dalí a Miquel es el documental que nos descubre la persona que vivir tras el personaje

Carles, Jordi y Pep se propusieron explicar historias más genéricas, no sólo vinculadas al Dalí de Valls, a través de su filme. Querían hablar de la soledad y la precariedad en que viven mucha de nuestras personas mayores. "Miquel ahora tiene 77 años y vive con una pensión de 370 y pico euros en el mes. La pensión mínima como jubilado no contributivo". Miquel pasa los días pintando compulsivamente. "Su arte tiene varios valores. Para empezar, su obra es muy extensa. Ha pintado cerca de 3000 cuadros. Él no tiene técnica, no bebe de ninguna corriente artística, él hace lo que le parece. El suyo es un estilo muy naïf que puede ser de aquí unos años se valorará".