La cantante estadounidense Miley Cyrus ha convertido la noche de este viernes el Festival Primavera Sound de Barcelona en una enorme discoteca al aire libre, en un concierto masivo a base de infalibles hits.

Incorporada a última hora al cartel, la cantante, tras tener durante varias jornadas a los fans agolpados a las puertas de su hotel, ha aparecido primero en un vídeo lamiendo frutas y vegetales, y ataviada en chupa y pantalones de cuero ha ido directa a uno de sus éxitos con un 'Nothing Breaks Like a Heart', al que ha seguido con 'Mother's Daughter'.

La voz rompedora e inconformista de la cantante ha proseguido con 'Unholy' --canción con la que se autodefine-- antes de agradecer al público que se haya apiñado para escucharla: "Me encanta la persona que soy", ha agregado Cyrus, y para demostrarlo la americana ha seguido con la punky 'Cattitude'; la diva ha continuado con 'Dream' y ha rematado el tramo con una celebrada 'We can't stop'.

A sus 26 años, la ex Hannah Montana ha celebrado: "Estoy con vosotros en una de mis ciudades favoritas del mundo", y ha añadido que se siente genial y que su objetivo y aspiración es reunir a la gente cantando a su alrededor, discurso con el que ha introducido un discotequero 'Malibu' y un 'Jolene' muy folk con el baile incondicional de sus fans.

Después, la diva ha agradecido la asistencia del público y le ha regalado la esperada 'Party In The Usa', uno de sus éxitos fundacionales como cantante; con su voz algo rasgada este viernes, la estadounidense ha llenado por completo la explanada del Fórum. A petición de los fans les ha regalado 'Can't be Tamed', para añadir otro de sus grandes clásicos, 'Wrecking Ball', clausurando así un concierto de éxitos asegurados que ha dejado al público con ganas de más.

Antes de Cyrus

Precediendo a Cyrus, la cantante, productora y actriz afroestadounidense Janelle Monáe ha llevado al Primavera Sound su nuevo 'Dirty Computer' inundando el festival de indie pop con ecos de soul y R&B, y convirtiéndose en la primera reina de la noche desde su arranque con una aclamada 'Crazy, Classic, Life', que ha cosechado el respeto y la admiración de los presentes sólo empezar.

En el otro extremo del festival, el trío punk originario de San Francisco (Estados Unidos) Jawbreaker ha desgranado con energía y tesón los temas que hicieron influyente al grupo en la California de principios de los 90: "Sois mi gente y me gustaría llevaros a Brooklyn", ha dicho el líder Blake Schwarzenbach, que ha invitado al público a ir a comer paella con él, y ha ensalzado el poder del susurro hablando en voz baja antes de irrumpir con un sonoro riff de guitarra eléctrica.

Muy cerca, los británicos Suede han aterrizado ante centenares de fans que abarrotaban el espacio con el magnetismo de su nuevo 'The Blue Hour' pero también de antiguos éxitos como 'Outsiders', dando como resultado un espectáculo de guitarras en un concierto de dark pop teatral y gótico de enmarañada y dramática sonoridad, marca de la casa.

Después del show de la artista americana, la noche de este viernes ha seguido con Tame Impala y Kate Tempest. El sábado el Primavera Sound despedirá su XIX edición con las esperadas actuaciones de Rosalía, Solange, J Balvin y James Blake, entre muchas otras.