La librería Taifa llena a tope. En nuestros tiempos es una novedad agradable. Y más agradable aún, que la gente esté eufórica (en realidad, muchos llevan unas copas de más, y algunos cargan en mano las latas de cerveza). Es la presentación de Los del Sud us matarem a tots, de Valero Sanmartí. Se trata del segundo libro de un personaje famoso por su blog, "Jo només follo a pèl". Valero tiene casi 10.000 seguidores en Twitter. Su cuenta se caracteriza por agudas boutades: "Yo hasta que apago por tercera vez la tertulia de Basté no soy persona" o "Espero morirme antes que Guardiola, porque si con Cruyff ya os ponéis así...". Gracias a la popularidad del autor, el libro ya es un fenómeno antes de que nadie lo haya leído.

Un futuro muy negro

La acción de Los del Sud os matarem a tots se sitúa en la Catalunya futurista. En el 2032 Catalunya ha sido absorbida por el Estado andorrano y como buena parte del planeta ha quedado destruida por una hecatombe. Pero Barcelona, protegida por su capa de polución, se convierte en una especie de paraíso turístico masificado, vetado a los catalanes ("eso ya es lo que ha hecho Barcelona durante estos años", puntualiza Sanmartí). Un mundo delirante, en el que aparecerán personajes bien conocidos de la Catalunya actual, desde el cocinero Ferran Adrià o el cantante Gerard Quintana hasta el cineasta Albert Serra o el economista Sala-i-Martín. Y habitualmente no saldrán muy bien parados.

Desde el sur

Sanmartí juega continuamente con la provocación. De hecho, Los del Sud  us matarem a tots ya avisa, con su título y con su portada. En la portada figura una bandera catalana injertada de bandera confederada. El autor, que afirma ser de Flix, manifiesta su identificación con un sur que se siente discriminado por el norte: "No tenemos ningún miedo de llevar la guerra a nuestra casa porque el fuego y las bombas no lo empeorarán", asegura ya en el prólogo. Su odio se concentra hacia Girona, "capital espiritual de Catalunya". Y describe sus "calles enjoyadas y caras, tan caras, tan y tan caras, que ni se acercaron el pringado de las Españas, ni los jóvenes de familias humildes, ni los turistas de baja estofa". También retrata Vic, que cuenta con "la soberbia gerundense, el refinamiento de los pueblerinos de Lleida, la falta de carisma de Tarragona y la idiotez de los barceloneses. Lo peor de cada casa". Los de Vic, "tantos años de amontonar cerdos y asesinarlos en masa para convertirlos en longanizas los convirtieron en unos psicópatas solitarios sin emociones ni escrúpulos". Su aspiración, convertir su ciudad "en la Salamanca o el Toledo de la Catalunya soberana". En cambio, Valero no tiene ningún problema con Barcelona, "porque todo el mundo la desprecia".

Toques geniales

Valero presenta en algunos momentos del libro su sátira más despiadada. Recuerda la "proverbial inclinación [de Catalunya] por recibir todas las hostias que se sortean a la Lotería de la Fatalidad" e inventa el lema: "La tierra para quien la contamina". Se burla de la afición de Ferran Adrià a participar en los medios de comunicación pontificando sobre todo, y lo llama "Bullipèdia". Pero sus críticas más feroces las reserva para la cultura catalana "que no deja de ser entretenimiento". TV3, Bibiana Ballbé, el Institut d'Estudis Catalans, Els Catarres...: todos los emblemas del mundo cultural catalán son ridiculizados en las páginas del libro. Habla del arte contemporáneo "cargado de cháchara destinada a convencer a los ricos y las instituciones y dejar al resto del personal totalmente frío". Y describe un Jordi Bilbeny que utilizaba máquinas del tiempo, "para viajar al pasado, secuestrar personajes como Shakespeare, Franco o Cicerón, y llevarlos hacia su bastión para torturarlos y lavarles el cerebro hasta convencerlos de que habían nacido en Matadepera".

Camino trillado

Los del Sud us matarem a tots sigue el modelo literario de "Escoge tu aventura". Se organiza en capítulos breves y al fin del capítulo el lector puede escoger entre dos posibles evoluciones de la historia: en función de cómo quiera que continúen los acontecimientos, será redirigido a una página u otra del libro, donde enlazará con un determinado capítulo. El editor asegura que así, en un solo libro, hay 36 posibilidades diferentes de recorrido. La verdad, obvia, es que algunos de estos recorridos son extraordinariamente cortos y poco imaginativos. La mayoría de los otros tienen una trama pueril y poco coherente. En realidad Valero Sanmartí ha inventado la sopa de ajo. Este tipo de libros se empezaron a hacer en los años 1970, y en las décadas de los ochenta y de los noventa se popularizaron mucho en literatura juvenil. Y si han pasado de moda es porque se ha demostrado que era un invento fallido. Si ya es difícil hacer una trama buena, hacer 36 buenas es una misión imposible. Y en este caso, claro está que no se consigue. De hecho, parece que a Valero Sanmartí, la trama le da igual: tan sólo lo usa para colar gags cómicos. Pero el lector quizás sí que la echa de menos.

Ni modestia, ni pudor

Valero Sanmartí no tiene falsa modestia, ni tampoco verdadera. En la novela uno de los protagonistas es Valero Sanmartí. Y el Valero Sanmartí de la novela en un punto determinado afirma "Me encanta repetir mis textos". Y lo demuestra. En realidad, buena parte de la obra está consagrada a glosar la importancia de la figura de Valero Sanmartí en la literatura catalana. Se define como un autor que "consiguió cierta repercusión (...) con unos escritos difundidos por Internet que mezclaban críticas furibundas a los símbolos y a la soberbia del nacionalismo catalán con un desprecio generalmente silencioso hacia la idea de España". Todo, "producto de un ego hinchado por el consumo indiscriminado de estupefacientes, especialmente de cocaína". Pero, según el mismo Valero, su narrativa incluye alguna cosa más: "Chistes de pollas. Muchos y muchos chistes de pollas".

Literatura para fans

Que Sanmartí tiene seguidores, es obvio. El lleno de la librería Taifa en la presentación de la obra era la prueba palpable. Y eso que un letrero, colgado en varios puntos de la librería, avisa de que ciertas personas no serían toleradas. En la lista figuraba, en primer lugar, Carles Puigdemont, pero también Pilar Rahola, los poseedores de una Nespresso, e incluso el poeta Carles HacMor, recientemente muerto. Tampoco eran bien recibidos los que iban a buscar una firma de su escritor favorito. Otro cartel lo dejaba bien claro; "Si queréis un libro firmado id a ver a Albert Espinosa en el chiringuito de Planeta durante el Sant Jordi".

Anónimo mediático

Lo mejor de todo es que pocos saben si Valero Sanmartí asistió a la presentación del libro. Porque en realidad "Valero Sanmartí" es un seudónimo. Quien dirigió el público en la Taifa se presentaba como "el becario" de Sanmartí. Y, a pesar de los fallos de los micrófonos y de innumerables problemas técnicos, animó el espectáculo magníficamente. Hizo corear al público, entusiasmado, consignas como "Mort a Puigdemont!", "Foc a l'Institut d'Estudis Catalans!" o "Visca Port Aventura!". Consiguió que los asistentes bramaran, con la música de Doraemon, un canto de invención propia: "Som els quillos/ de Catalunya. / Amb poc esforç / Girona arrasarem. / I també Vic / i Barcelona / i la Vall d'Aran / i tallarem la cabellera / de Carles Puigdemont". Y finalmente, se sacó la chorra para satisfacer las ansias del público.

Compras en familia

Es muy posible que este libro tenga muchos lectores. Probablemente el éxito en las redes de Sanmartí acabe repercutiendo en un alto número de ventas. Y eso que Sanmartí, abiertamente, afirma que muchos de sus seguidores creen que él simpatiza con cosas que él no comparte. En la presentación, su "becario" se burló de los muchos miembros del público que habían votado a la CUP o a Ada Colau. Fue muy aplaudido... Sanmartí es todo un fenómeno mediático.