Todo el mundo hablará mañana de los libros más vendidos. Pero la verdad es que los libros más vendidos sólo representan una pequeñísima fracción de aquello que se ha comprado. El año pasado los libros del ranking de más vendidos sólo representaban un 7% del total de las ventas. Es posible que este año representen mucho menos, todavía. Sin duda, se les sobredimensiona el protagonismo.

Les Rambles el mayor escaparate

Pero aquello que a veces se olvida es que el día de Sant Jordi es, también, una ocasión única para aproximarse a un segmento del mercado editorial catalán que no acostumbra a estar presente en los grandes almacenes ni en las grandes cadenas. Cada año se publican más de 25.000 libros en Cataluña. La mayoría de ellos prácticamente circulan al margen de los circuitos comerciales. Además, el ciclo de vida de los libros cada vez es más corto. Y en las Ramblas podemos encontrar libros viejos: algunas obras magníficas que no se han vuelto a editar pero que todavía pueden hacer las delicias del lector de hoy.

La especialización

No todas las obras que se venden por Sant Jordi son best-sellers. Algunas están destinadas a públicos muy reducidos. En la Rambla Catalunya, frente a la Granja La Catalana, un puesto presentaba una muestra increíble de libros sobre el trabajo de los calafates, como "Manual de aprendiz de carpintero de ribera. Cómo construir su propio barco" o la nueva edición de un viejo  "Tratado de la Calafatería". Y en la parte alta de las Ramblas no había libros sobre barcos, pero sí sobre aviones. Aeroteca, una pequeña librería especializada en aviación y modelismo tenía una pequeña muestra de libros sobre aviación, como Vuelo seguro. Iniciación al vuelo acrobático. Y para aquellos que no querían navegar ni volar, muy cerca podían encontrar libros sobre muchas otras artes, como el Diccionari de l'art i dels oficis de la construcció o l'Apicultura tradicional a la Conca de Barberà (en la misma parada había tratados magníficos sobre la ratafía).

La cultura más pura

Para aquellos a los que los best-sellers les parecían demasiado ligeros, podían encontrar también un impresionante repertorio de escritores clásicos, en doble versión catalana-latina: desde el Asno de oro de Apuleyo hasta la Historia de la guerra del Peloponeso de Tucídides, pasando por la Eneida de Virgilio o las Elegías de Propercio.

Libros de ayer

Había un libro emblemático del nacionalismo catalán, que en los años setenta y principios de los años ochenta no podía faltar a las bibliotecas de los nacionalistas. Era un libreto de pequeño formato, editado por la editorial Milà, que recogía poemas muy diversos. Hoy se podía comprar, completamente nuevo, por sólo un euro en un chiringuito en la zona del metro de Liceu. También había ejemplares de Domicili provisonal, de Manuel de Pedrolo, en una edición de 1956. Un gozo para los que reivindican de nuevo la figura de este autor.

Los partidos y grupos políticos

La extrema izquierda tiene una alta producción editorial, que normalmente pasa desapercibida. En la parte alta de las Ramblas, la Fundación Federico Engels presentaba un amplio repertorio de los textos de Marx y Lenin, pero no sólo en ediciones antiguas, sino también con publicaciones recientes. Una muestra bien patente de que hay gente que todavía considera el marxismo bien vivo. En la parada de la izquierdista editorial Virus, a la altura del Poliorama, se podía encontrar Poeta muerta, una colección de textos de Patricia Heras, la escritora que se suicidó después de ser encarcelada por el caso 4-F, en un juicio plagado de irregularidades.

Nuestro izquierdista

En un puesto se podía comprar el cómic sobre Andreu Nin publicado recientemente por Lluís Juste de Nin. Pero había más cosas sobre Nin, en las Ramblas: en la parada de un grupo trotskista se podía encontrar la biografía de Andreu Nin que hizo hace algunas décadas Pelai Pagès para la famosa editorial "Z"; y en otro puesto se podía encontrar una reedición, nueva, de los textos periodísticos de Andreu Nin cuando era joven.

Historias del mundo

En los chiringuitos de los colectivos de izquierdas también hay obras de carácter histórico referentes a otros países, como: Cono las guerrillas del Vietcong. Se trata de un reportaje, de los años sesenta, de una periodista francesa que convivió con las tropas vietnamitas que se oponían a los norteamericanos. También se podía encontrar la autobiografía de Assata Shakur, una militante de las Panteras Negras que huyó de su encarcelamiento y que figura dentro de la lista de los terroristas más buscados del FBI. O incluso, en un pequeño puesto de un grupo de solidaridad con África, se podía comprar el cómic Sankara y la revolución, una biografía de uno de los más emblemáticos líderes revolucionarios africanos.

Los colectivos

Los grupos gays también tenían su propio espacio en las paradas de las Ramblas, con obras como Quiérete mucho, maricón, un libro que se define como "Manual de éxito psicoemocional para hombres homosexuales". Pero también había libros mucho más minoritarios sobre este grupo como Brujería y contracultura gay. No muy lejos, algunos grupos evangélicos vendían un manual de título bien explícito: La Biblia en un año. Justo a su lado, los francmasones ofrecían un amplio abanicos de libros sobre sus rituales, como los Catecismos masónicos.

La diversidad

Pero no todo eran obras revolucionarias. A poca distancia de las paradas de los movimientos izquierdistas, un libro proponía Mil ideas de bordado. Incluso había un puesto especializada en libros en lengua aragonesa, con gramáticas, novelas, y obras para niños, como Lo Gorrogoi. Pero también se pueden encontrar obras de difícil catalogación como Plantas en la cazuela. Plantas medicinales y jabones caseros Euskal Herria.

Ediciones de lujo

Ante la feria Arts Libris, situada en el Arts Santa Mònica, al final de la Rambla, se instalaron dos chiringuitos asociados a la feria, donde se ofrecían magníficas ediciones de autor, como las que presentaba la editorial Lindero Libros (por ejemplo, Sunday Morning). Y enfrente, un libro precioso del fotógrafo Manel Armengol mostraba sus fotos de la represión durante la transición.

La Rambla como oportunidad

Ir a buscar un libro determinado, en las paradas del centro de Barcelona, por Sant Jordi, es una pérdida de oportunidades. En cualquier rincón de las mesas, puede saltar la sorpresa. Sant Jordi es un día para "dejarse enamorar por algún libro", como decía, en plena fiesta, el escritor Sebastià Portell.