Coímbra (entonces reino de Portugal), 13 de septiembre de 1429. Hace 593 años. Se casaban Pedro de Avis (Lisboa, 1392), cuarto hijo del rey Juan I de Portugal y de su esposa Felipa de Lancaster y segundo en el orden sucesorio en el trono de Lisboa, y Isabel de Urgell (Balaguer, 1409), hija y heredera del conde Jaime de Urgell, confiscado y encarcelado desde 1413. El matrimonio de Pedro e Isabel vino precedido del de Eduardo —hermano mayor de Pedro y heredero al trono— y Leonor —hija de Fernando I, el primer Trastámara en el trono de Barcelona— (1428). Pero los caprichos del destino colocarían a Leonor y Isabel en un mismo nivel sobre un campo de batalla político que se saldaría con la victoria incontestable de la catalana. Veintiocho años después de la farsa de Caspe (1412), se consumaba la venganza de los Urgell, en una ciudad lejana, Lisboa, y en la figura de una mujer, Isabel.

Juan I de Portugal y Felipa de Lancaster suegros de Elisabet. Fuente Museo de Arte Antiguo, Lisboa y Britsh Library, Londres
Juan I de Portugal y Felipa de Lancaster, suegros de Isabel / Fuente: Museo de Arte Antiguo, Lisboa y Britsh Library, Londres

¿De dónde venía Isabel?

Isabel era la primogénita y heredera (por la prematura muerte de su único hermano varón) de la pareja formada por el conde Jaime de Urgell y por su esposa Isabel de Aragón y Fortià, hija del conde-rey Pedro III y de su cuarta y última esposa Sibila de Fortià, considerada una "bestia negra" por sus hijastros. Jaime había sido el líder de los Urgell —una rama menor de la familia real catalana (era bisnieto de Alfonso el Benigno)—; había sido yerno de Pedro III y cuñado de Juan I y de Martín I; había sido lugarteniente de Catalunya y había sido uno de los dos candidatos con más apoyos para relevar al último Bellónida. Pero la derrota política en Caspe (1412) y militar en Balaguer (1413) la habían condenado. Jaime se pudrió en una mazmorra, su esposa en un convento y sus tres hijas fueron convertidas en juguetes del nuevo régimen.

El matrimonio de Isabel

El matrimonio de Pedro y Isabel fue negociado por Alfonso el Magnánimo (el segundo Trastámara en el trono de Barcelona), que se había fijado el objetivo de colocar a las hijas de Jaime lo más lejos posible de Catalunya. Leonor (Balaguer, 1410) estuvo casada a la fuerza (y en este caso, el aumentativo "a la fuerza" se puede aplicar en toda su dimensión) con Raimon Orsini, un mercenario calabrés al servicio de los Trastámara. I Juana (reclusión de Sixena, 1415), después de una negociación fallida para enlazarla con el negus de Etiopía, había acabado en brazos del conde Juan I de Foix, un oportunista que cambiaba de bando con la misma facilidad que se cambiaba las bragas. Isabel sería la que, aparentemente, tendría más suerte. Fue casada también a la fuerza, pero, a diferencia de sus hermanas, con un personaje muy prestigioso.

Pere d'Avis y Pere el Conestable espós e hijo de Elisabet. Fuente Museo Nacional de Arte, Lisboa y Capella de Santa Àgata, Barcelona
Pedro de Avis y Pedro el Condestable, esposo e hijo de Isabel / Fuente: Museo Nacional de Arte, Lisboa y Capella de Santa Àgata, Barcelona

Los cuñados de Isabel

Juan I viviría y reinaría hasta 1433, cuatro años después de las bodas de Pedro y Isabel. A su muerte, el trono de Lisboa fue ocupado por su primogénito Eduardo y por su nuera Leonor de Trastámara. Sin embargo, tan solo cinco años después (1438), un rebrote de la peste negra lo llevaría a la tumba. La inesperada muerte del rey, que dejaba a un heredero de tan solo seis años de edad, obligaría la cancillería de Lisboa a nombrar regente a la viuda Leonor. Y aquel episodio abrió la caja de los truenos. Leonor era nieta de Juan I de Castilla, que medio siglo antes (1385) se había casado con la reina Beatriz de Portugal con el propósito de unir los dos reinos. Aquel proyecto había acabado como el rosario de la aurora. Los portugueses habían destronado a Beatriz, habían coronado a Juan —suegro de Isabel— y habían derrotado a los castellanos en la célebre batalla de Aljubarrota.

Leonor versus Isabel

La Trastámara, muy vinculada emocionalmente, familiarmente y políticamente a su hermano Alfonso el Magnánimo, que se permitía el lujo de intervenir en los asuntos internos de Castilla y de Navarra, era vista como una amenaza, como un caballo de Troya al servicio de los Trastámara barceloneses. Por otra parte, en los estamentos de poder portugueses (la aristocracia militar y las clases mercantiles) no se les escapaba el detalle de que Isabel, la tía del pequeño Alfonso —hijo del difunto Eduardo y de la temida Leonor— era la heredera de la casa de Urgell, con todo lo que eso representaba. Y estos estamentos de poder se acercaron a Pedro y a Isabel y propiciaron la caída de Leonor. En 1440, dos años después de la muerte de Eduardo, las Cortes portuguesas retiraban la condición de regente a la Trastámara y la entregaban a la pareja formada por Pedro de Avis e Isabel de Urgell.

Eduard, Leonor y Alfons, cuñados y sobrino de Elisabet. Fuente Museo Nacional de Arte, Lisboa Britisch Library, Londres Uniuversitat de Lisboa
Eduardo, Leonor y Alfonso, cuñados y sobrino de Isabel / Fuente: Museo Nacional de Arte, Lisboa; British Library, Londres; Universidad de Lisboa

Se consuma la venganza

Leonor fue expulsada de Portugal y se retiró, inicialmente, a Barcelona y, finalmente y reveladoramente, a Toledo, donde, según algunas fuentes de la época, moriría envenenada por orden del poderoso Álvaro de Luna (1445), condestable de Castilla, cansado de las continuas injerencias de los avariciosos Trastámara de Barcelona en los asuntos internos de Toledo. El futuro Alfonso V de Portugal fue educado por Pedro y Isabel hasta la mayoría de edad y cuando fue coronado (1448) fue casado sin oposición (Isabel ya hacía tres años que estaba muerta) con su prima hermana Isabel de Avis y de Urgell, hija de sus tutores. Alfonso era hijo de una Trastámara, pero la casa de Urgell reviviría en el trono de Portugal. El rey Juan II de Portugal, hijo y sucesor de Alfonso, era bisnieto de Jaime de Urgell. Se había consumado la venganza.