Esta semana la Mushka canta en el Acústica de Figueres. Me llama la atención y la investigo un poco. Quién es, qué hace, de dónde es. Irma Farelo (2004), "reggaeton porc i música tristoia", Vilassar de Mar. Eso del estilo guarro y tristón lo dijo ella en una entrevista, que conste. Mushka es una cantante jovencísima con una estética muy peculiar. Y, investigando un poco más, veo que la comunidad de los Grandes Puristas y Defensores de la Lengua Catalana (GPDLC) la ha criticado mucho porque canta en un catalán poco normativo. Barbarismos (loca), anglicismos (news, faso), aberraciones pronominales (se li cau la gota) y otras curiosidades lingüísticas que, a pesar de todo, suenan bien.

La comunidad de los Grandes Puristas y Defensores de la Lengua Catalana (GPDLC) ha criticado mucho la Mushka porque canta en un catalán poco normativo

Escucho todo lo que tiene en Spotify. Me gusta. Si eso me hace peor filóloga catalana, lo siento, ya veis que me cuesta poco reconocer que cuando quiero puedo ser una filóloga deplorable y sin criterio, defensora del catalán viveo y si queréis, incluso del catanyol. Puesta a autoconfesarme de mis pecados lingüísticos, quizás también se puede afirmar que soy una mala catalanohablante y una mala catalana. Asumiré las consecuencias y, cuando llegue la hora, si tengo que ir al infierno de los lingüistas por escuchar y dar apoyo a esta gente, iré. Por cierto, también he cantado a pleno pulmón el 'joder' de Pau Vallvé, el 'bailoteo' de los The Tyets, el 'em dona igual' de Lildami y el 'cumpleanys' de la Rosalía. Y es que al final tendremos que tener la manga mucho más ancha entre todos y todas porque, entre que se haga música en catalán "incorrecto" (entendido como no normativo, en una lengua demasiado coloquial e incluso mezclada con el castellano) o que no se haga música en catalán, yo sinceramente prefiero la primera opción.

Cuando llegue la hora, si tengo que ir al infierno de los lingüistas por escuchar y dar apoyo a esta gente, iré

Bien, en las canciones de la Mushka se va repitiendo 'shori'. Intuyo, por el contexto, que se refiere a una 'chica', pero no me queda claro. Lo busco. Se ve que 'shorty' o 'shawty' en inglés y coloquialmente significa 'chica guapa'. Desconcertada y del revés, resoplo. Se confirma que soy millennial, pero me siento muy boomer, sobre todo cuando este argot de canciones "de moda" me quedan tan lejos y me van tan grandes. Continúo mi investigación. Leo otra entrevista en que Mushka dice: "alguien no ha hecho bien las cosas si yo, con 19 años, tengo que salvar el catalán", y pienso que tiene razón. Y automáticamente conecto esta frase con la autocrítica tan necesaria que necesitamos hacer entre toda la catalanor. No nos cansemos de responsabilizar a los jóvenes del estado del catalán. ¿Y nosotros, qué? ¿Y vosotras, las instituciones, qué?

Entre que se haga música en catalán "incorrecto" (entendido como no normativo, en una lengua demasiado coloquial e incluso mezclada con el castellano) o que no se haga música en catalán, yo sinceramente prefiero la primera opción

¿Cuándo asumiremos que los jóvenes no son los culpables de la situación en que se encuentra el catalán? ¿Cuándo haremos autocrítica? ¿Cuándo reconoceremos que el procés ha pasado y pasará mucha factura a la lengua catalana? La disminución del uso del catalán no puede tener un único culpable ni un único responsable, pero se explica con las malas políticas lingüísticas de los últimos años, con la poca inversión para promocionar la lengua y con un largo etcétera de cosas mal hechas. Y la globalización, la influencia del castellano y los cambios sociodemográficos, evidentmente, que han contribuido y contribuyen a esta situación tan compleja en la que se encuentra el catalán, pero no son la única causa y hace falta que empecemos a hacer autocrítica entre todos juntos. Mientras tanto, y mientras no adoptamos esta actitud de introspección lingüística en un ámbito general y social, estaría bien que no culpáramos ni responsabilizáramos a los jóvenes de la extinción del catalán. Preservar y salvar el catalán implicará hacer un esfuerzo colectivo brutal y tenemos que ser capaces, como sociedad, de admitir todo lo que hemos hecho mal, cuando menos, para no repetir los mismos errores y buscar soluciones en vez de culpables. Así pues, shoris, ya lo sabéis, más autocrítica y menos mestretitisme.