A Ramon Montardit lo conozco de hace años. Quizás de hace décadas. Era el bajista de Sol Lagarto, primos lejanos de Black Crowes, una de las mejores bandas de rock americano que hemos tenido en nuestro país. Ahora es el responsable de prensa de Halley Records, el sello que ha avalado las obras de algunas de las propuestas más populares de nuestro escosistema sonoro. En su catálogo lucen los nombres de Txarango, Oques Grasses, Stay Homas, Els Catarres... También es el hogar fonográfico de Lildami, figura preponderante de la música urbana catalana. El rapero egarense publica hoy su tercer elepé, Dummy (Halley Records, 2023), disco que persiste en esta visión calidoscópica del rap y el trap que el miembro revelación del jurado de Eufòria ha ido cultivando desde que lo descubrimos a mediados de década pasada con sus primeras maquetas y evidenció de forma proverbial a partir de su primer largo, Flors mentre visqui (Halley Records, 2019). Aquí juega a todo, desde el rap canónico al pop de la escuela Manel de 4 Gats, el tema en que cuenta con la colaboración de Triquell y ha sido producido por Arnau Vallvé, justamente batería de Manel y también productor del enfant terrible de la primera edición del talent de TV3. Entre medio, todo lo que quepa.

Entrevista Lildami / Foto: Carlos Baglietto
Crash test... Lildami / Foto: Carlos Baglietto

Ramon y Dami me esperan en un local de una de aquellas cadenas de panadería y cafetería en que los 365 días del año sirven café aguado y cruasanes hechos con masa congelada y sabor de plástico. Todo jaleo, un infierno para hacer una entrevista. Llego tarde. Muy tarde. Pero no se quejan. Me acompaña Carlos. Nuestro fotógrafo. Él y Dami se marchan a hacer los retratos que ilustrarán esta entrevista. Ramon y yo nos quedamos en la cafetería. Hablamos de eso y de aquello. Me advierte que lo primero que me pedirá Dami es si he escuchado el disco. Otras veces, yo confieso, con otros artistas, en otras entrevistas, no lo he hecho. Esta vez... Dami y Carlos vuelven. Carlos se marcha, Dami se queda y sí, lo primero que hace es preguntarme si he escuchado Dummy.

¿Y tú, cuándo ha sido la última vez que has escuchado el disco?
Anoche. Lo acabé de grabar ahora hace un mes. Estoy muy contento con cómo ha quedado. Duermo con la conciencia tranquila. Y eso que yo soy mi peor crítico. Soy el peor hater que tengo. Pero esta vez estoy muy contento. Me gusta la diversidad que hemos conseguido, tanto en la producción como en las letras. Para ser un tío bastante mediocre rapenado, me he sorprendido a mí mismo con lo que he alcanzado.

Duermo con la conciencia tranquila. Y eso que yo soy el mío peor crítico. Soy el peor hater que tengo

El que más curra

Eso son cuidados preventivos antes de hacerse la herida, le reprocho. Él se defiende con uno no rotundo. Dice que él no gana por ser un buen rapero, gana para ser lo que más trabaja. Que sí, que tiene sus recursos, juegos de palabras con gracia, temáticas que salen de los tópicos del género... "Y tengo un buen flow, pero no el mejor. Evidentemente, mis habilidades mejoran, y soy mejor MC ahora que debe años atrás o un disco atrás. Soy como Goku entrenando en la Cápsula, cuando sale está on fire. Yo acabo de salir de la cápsula".

El Dami del 2023 añora el Dami inocente del 2016, el que no sabía cómo iba nada. El que ignoraba cómo se tenía que registrar un tema en la SGAE porque el tema era suyo, lo había hecho con los colegas en su habitación y no tenía que dar explicaciones a ninguna sociedad de autores. "Aunque prefiero ser menos inocente y saber, cómo sé ahora, cómo van muchas cosas. De la misma manera que ahora me siento totalmente libre para crear y publicar solo aquello que quiero. Y eso se nota en este Dummy, un disco que me está haciendo muy feliz".

Lo más fácil habría sido hacer 10 Supermercats, pero he decidido arriesgarme. La gracia de todo esto es actuar como si no hubiera riesgo, como si no hubiera nada que perder

Es-el-que-más-curra insiste. Hay momentos en las entrevistas con Dami que tienes más la sensación de estar hablando con un hombre de negocios que con un artista. Con alguien que tiene un plan estratégico más que un puñado de barras haciéndoselas encima. "Cuando empezaba había un sueño, no un plan estratégico. Ha sido con el tiempo que me he visto obligado a asumir la parte de negocios: me he visto obligado a tener una empresa, gente con qué trabajo, a invertir en proyectos. Estaba el sueño de vivir de esto e ir más allá. Pero hay cosas que nunca te saldrán como las has planeado. Ni tampoco quiero hacerlo. Ahora lo más fácil habría sido hacer 10 Supermercats, pero he decidido arriesgarme. La gracia de todo esto es actuar como si no hubiera riesgo, como si no hubiera nada que perder".

Entrevista Lildami / Foto: Carlos Baglietto
Lildami publica hoy su tercer disco, Dummy / Foto: Carlos Baglietto

No hay nada más satisfactorio que haber hecho el disco que yo quería hacer y no el que la gente se esperaba que hiciera. No me debo a nadie

Porque llegados en este minuto de partido, convertido en estrella del equipo, cada vez que sube a un escenario, cada vez que publica un disco, Dami tiene cosas que perder. "Me juego cosas", asiente. "Pero, así y todo, no hay nada más satisfactorio que haber hecho el disco que yo quería hacer y no lo que la gente se esperaba que hiciera. No me debo a nadie". Dami hace la música que Dami quiere escuchar. Le encanta que lo que hace guste a cuanta más gente mejor, que haya gente que lo siga desde que empezó en el 2016, pero no se debe a ellos. "Lo que me hace diferente del resto es que nunca sabes cómo sonará mi siguiente tema, pero todos mantienen la esencia. Hay una línea invisible que une mis primeras maquetas con este disco".

Si te quieres sumar al tren del Dami, serás bienvenido, si no, porque no te gusta mi música, porque no te gustan mis letras, porque no te gusta la lengua en que canto... tienes todo tu derecho. No pasa nada, tú por aquí y yo por allí

El Dami es un pureta

Esta evolución en la propuesta y crecimiento en popularidad ha derivado en el aumento de su base de fans y también la de detractores. Dami recibe hate, admite, pero no más hate que otros artistas o grupos, puntualiza. Él va haciendo por su carril. Sin meterse con nadie. El de Terrassa no entra en el beef si no sale a cuenta. "Me tendrían que tocar mucho los huevos para ir a la guerra. Si te quieres sumar al tren del Dami, serás bienvenido, si no, porque no te gusta mi música, porque no te gustan mis letras, porque no te gusta la lengua en la que canto... tienes todo tu derecho. No pasa nada, tú por aquí y yo por allí. A mí hay mucha música que no me gusta y no tengo nada en contra. Ellos hacen su onda y yo la mía". Porque sí, el año 2023 todavía los hay que no entienden que cada uno puede expresarse en el idioma que más le complazca. "La gente que me critica por rapear en catalán, es gente que no habla catalán. Gente corta de miras".

No es un hecho consciente. En ningún momento he consultado el IEC o he entrado en Softcatalà para corregir mis letras... ¿Me estaré haciendo pureta?

¡Oju! También está el otro extremo. Los que lo critican para utilizar palabras y expresiones que no son normativamente correctas. Aunque ahora eres más cuidadoso con el idioma. "No sé si porque me he hecho mayor e intento detallar más las letras o porque siento que tengo cierta responsabilidad con la lengua". ¿Hablamos? "No es un hecho consciente. En ningún momento he consultado el IEC o he entrado en Softcatalà para corregir mis letras... Me estaré haciendo pureta?". Tarde o temprano todos nos hacemos puretas. Pero la edad es un estado mental. "Yo ahora mismo estoy centrado. Focalizado. Con ganas de hacer cosas y hacerlas bien. De currar más que nunca".

Si Manel se hubieran quedado con el puto ukelele, molarían igual seguro. Pero molan mucho más por toda la evolución que han hecho a lo largo de los años

Dummy me ha parecido un disco de cierre o inicio de ciclo. Quizás porque el Sr. Chen ya no es el productor que todo lo arregla. En su tercer trabajo, Dami ha abierto las puertas a otros arquitectos sonoros: Àlex Pérez, Pau Romero, Scotty DK... Quizás porque la presencia de Mariona Batalla aka Emotional Goku aka Flora es residual... "No lo veo así. Chen ha producido medio disco y en muchos de los temas que no ha producido, colabora. Pero sí que he tenido la necesidad de juntarme con otra gente en el estudio y probar cosas nuevas. Igual que ellos, que han puesto en marcha sus proyectos en solitario. Pero seguimos linked. Además, trabajar con varios productores también ayuda que el disco suene más diverso. Como oyente creo que mola que te sorprendan con cada canción. Tener una personalidad, pero que no haya dos canciones que suenen igual. Cuando menos, yo es lo que valoro como hacen de la música. Si Manel se hubieran quedado con el putu ukelele, molarían igual seguro. Pero molan mucho más por toda la evolución que han hecho a lo largo de los años. O lo mismo con Oques Grasses. Podrían haber seguido haciendo reggae como You Poni. Ahora molan mucho más".

Entrevista Lildami / Foto: Carlos Baglietto
Lildami, un currante del trap / Foto: Carlos Baglietto

Y entonces es cuando le pido que saque el móvil y me enseñe que es lo que más ha estado escuchando a Spotify los últimos meses. Banda sonora vital en que tiene un protagonismo principal el rapero norteamericano Lil Yatchi. "Escuchadlo. Es una maravilla. Es un tipo que viene del trap y acaba de hacer un disco que es alucinante". Let's Start Here, es el disco a que se refiere Dami. Lo certifico. Miel. "También me he pillado mucho de Metro Boomin. Y me gusta mucho Alizzz. También Eladio Carrión. Escucho de todo". Yo le recomiendo que haga una escucha a Heredeus del Beat, el colectivo, egarense como él, de rap old school. Su nuevo disco es una sobrada de flow y barras al estilo de los noventas. "Todavía no lo he escuchado. Se echa de menos un buen boom bap en catalán como lo que hace esta peña".

Nos gusta gustar. Que nos digan que somos guapos, buenos e inteligentes, que tenemos una vida de puta madre. No colgaremos fotos enseñando la barriga ni atrapados en la AP7, sino de nuestras vacaciones en Praga o Tailandia. Y es normal

Versátiles y variadas también son las letras de Dami, siempre intentando huir de los tópicos sudados del género. "A veces escucho discos de rap y al cuarto tema ya estoy harto de que me hablen del mismo coche o de como de bien rapean. Y que conste que a mí me gusta el vacileo, pero también hablar de todas aquellas cosas que me preocupan. Escribir me ayuda a tener un discurso sólido, porque me obliga a reflexionar". En este punto no puedo evitar disuadirle las rimas del single M'és igual, tema en que carga contra las redes sociales, siendo él un usuario ultra-actiu de Twitter, Instagram, Tik Tok... "Es hipocresía... Aunque seguramente esta no es la palabra. Como artista, tengo que estar en las redes. De la misma manera que admito que consumo Tik Tok como un cabrón. Pero también soy consciente de su nocividad. Me revienta cuándo me sale un tipo con un Ferrari alquilado vendiéndonos cursos de criptomonedas. Me da mucho palo". Pero ya no solo es el pibe que vende humo. Somos nosotros mostrando una vida irreal, envidiando aquellos que seguimos que nos muestran vidas irreales. "Obvio. Nos gusta gustar. Que nos digan que somos guapos, buenos e inteligentes, que tenemos una vida de puta madre. No colgaremos fotos enseñando la barriga ni atrapados al AP7, sino de nuestras vacaciones en Praga o Tailandia. Y es normal".

¿Y Eufòria qué?
Pues volvemos ahora en marzo. Tengo muchas ganas, me lo pasé muy bien. Me lo pasé sorprendentemente mucho mejor de lo que me lo esperaba. Ahora nos falta una Isla de las tentaciones catalana, pero en ningún sitio de República Dominicana, en las Islas Medes.

Ya me has dado el titular clickbait.
Lo compro.