Son muchos los artistas que piensan que ya se han escrito demasiadas canciones. Se lo escuché –creo– a Lluís Gavaldà, líder d'Els Pets. En alguna charla, en conversación conmigo. O me lo inventé. Pero es algo innegable: hay muchas canciones. Muchas más de las que podremos disfrutar, de las que siquiera podremos escuchar. 

Hay muchas canciones. Muchas más de las que podremos disfrutar, de las que siquiera podremos escuchar

Tal vez por eso es más importante que alguien nos diga a qué prestar atención y a qué no. De esa ilusión vivimos los periodistas musicales. Que aquello que escribimos lo lee alguien más que, con suerte, nuestra pareja. Al fin y al cabo, es una ilusión compartida con el resto de sectores de la prensa. Cosas. 

Por fin es viernes

Las canciones, los temas de las canciones y sus músicas, se repiten una y otra vez. Pero no por recurrente que sea el domingo tarde deja de ser malísima esa sensación que nos coge a todos al ver toda la semana por delante. ¿Y los viernes? Siempre vienen tras los jueves. Y no han dejado de ser el mejor día de la semana: sobre todo ese ratito extra que va desde que uno sale del trabajo hasta que tiene su primer plan de finde. 

Las canciones se repiten una y otra vez. Y no por eso dejamos de fliparnos con el universo ochentas de cartón piedra de DIME QUIÉN???? de Rauw Alejandro, la enésima horterada de Rammstein y, claro, la canción nostálgica, brumosa y rara de turno: Heather tienen una de esas

Las canciones se repiten una y otra vez. Y no por eso dejamos de fliparnos con el universo ochentas de cartón piedra de DIME QUIÉN???? de Rauw Alejandro, la enésima horterada de Rammstein y claro, la last but not least canción nostálgica, brumosa y rara de turno: Heather, eternamente la gran promesa de nuestro indie, tienen una de esas: Revere it, y solo por eso, vale muy y mucho que los barceloneses hayan vuelto con Old Cry, I Walk. Habrán hecho falta muchas The walker and the wall, nana plomiza que solo tiene gracia por ser una adaptación de Salvador Espriu, para encontrar Revere it. Unas cuantas Immaculate, con los bajos y guitarras más cliché de los noventa, para dar con Beyond the pale, también cristalina –sin ser Revere it–. 

portada heather
Portada de Old Cry, I Walk, el nuevo disco de los barceloneses Heather

Una sensación

Revere it es una sensación. El convencimiento absurdo que saliendo a dar un paseo se te pasará el dolor de cabeza. La tristeza infinita de andar perdido tras una ruptura y encima volver a fumarte un cigarro cuando hacía dos meses –¡esta vez casi!– que lo habías aparcado. La fe extraña en que las cosas saldrán bien, porque sino, será un final abrupto.

Revere it es una sensación. El convencimiento absurdo que saliendo a dar un paseo se te pasará el dolor de cabeza

Heather 'Revere it'

Todo lo dicho no es más que una patochada. Old Cry, I Walk es un dignísimo heredero de Union (2016): será que no nos comemos mierdas de guitarras indie rock a media tarde en el Primavera Sound, el Vida Festival y cualquier otro lado donde se pontifique música anglo. Pero mira, lo importado parece tener más pedigrí. Aunque ni siquiera contenga Revere it

Heather
Old cry, I Walk
La Castanya
Puntuación: 4,5/10