Las rutas de la esclavitud, el espectáculo de Jordi Savall sobre el tráfico de esclavos estrenado en 2015, ha aterrizado finalmente en Barcelona en el marco incomparable del Teatre Grec. El festival homónimo de la ciudad ha acogido este lunes una primera entrega del recopilatorio de músicas hechas por esclavos, centrada en Norteamérica y el Caribe entre la llegada de los primeros colonos ingleses (1620) y la abolición de la esclavitud en  Estados Unidos, en 1865. En el espectáculo, Savall ha repasado estas composiciones acompañado por 27 músicos de hasta tres continentes diferentes y un recitador, el actor catalán de origen gambiano Babou Cham. La segunda parte, un viaje de África al Nuevo Mundo, se verá en la inauguración del Festival de Torroella de Montgrí el 2 de agosto.

El proyecto Las rutas de la esclavitud nació hace más de 20 años, cuando el músico catalán investigó sobre músicas coloniales y músicas que estaban en los archivos de las Islas Canarias y de Colombia, y otros países sudamericanos. Savall se preguntó por qué siempre se reproducen las músicas del poder político y religioso y decidió investigar para ir más allá. Así, descubrió "una historia tremenda y que es la clave de la riqueza del imperio español y la explotación de seres humanos arrancados de sus pueblos por la fuerza y llevados de una manera bestial al Nuevo Mundo en condiciones tremendas. Esta ha sido una historia que se ha escondido", comentaba el músico ahora hace unos días.

El Festival Grec ha decidido este año cerrar su parcela musical con este proyecto de Savall nunca visto todavía aquí. En realidad, lo hace en alianza con el Festival de Torroella de Montgrí, que acogerá el 2 de agosto la segunda entrega del 'viaje' musical de Savall por las rutas de la esclavitud.

El viaje se ha iniciado con la llegada de esclavos en Norteamérica, con textos y músicas de la época, recitados y cantados. En concreto, los primeros compases musicales han dado paso al recitado de un fragmento de La política, de Aristóteles, que reflexiona sobre la división de la sociedad entre amos y esclavos. El actor de origen gambiano Babou Cham ha sido el encargado de los recitados durante todo el concierto.

Con él, han subido en el escenario músicos del Brasil, Colombia, México, Malí, Marruecos y Madagascar, que mantienen un diálogo con las formas, musicales hispanas, inspiradas en los cantos y las danzas de los esclavos y de los indígenas, y también con las basadas en las tradiciones africanas, mestizas o indias. Y, con la música, textos sobre la esclavitud con testimonios, crónicas y reflexiones de pensadores pronunciadas en la voz de Cham.

Jordi Savall ha mezclado músicos de todas partes con componentes de sus dos formaciones habituales, la Capella Real de Catalunya y Hespèrion XXI. Juntos interpretan un repertorio que es expresión de este diálogo entre formas musicales hispanas inspiradas en cantos y bailes de los esclavos y los indígenas americanos y músicas conservadas a partir de las antiguas tradiciones de los descendientes de los esclavos y de las formas y modelos africanos.

Ejemplo de estas últimas son las músicas de las tradiciones de los griots conservadas en Mali. Pero para escucharlas habrá que esperar al jueves, y es que el 39º Festival de Torroella de Montgrí inaugurará edición el 2 de agosto con la segunda versión del programa, que se centra en el viaje de África en el Nuevo Mundo pasando por Europa (el Estado español y Portugal) y recorree casi 450 años de historia desde 1444, fecha de la primera expedición de captura colectiva de africanos descrita en un texto contemporáneo, hasta 1888, año en que Brasil abolió la esclavitud.

Desde su estreno el 15 de julio del 2015 en el Festival de Música e Historia para el diálogo intercultural de la Abadía de Fontfroide (Francia), el proyecto musical y de memoria histórica de Jordi Savall Las rutas de la esclavitud ha recorrido auditorios y festivales de buena parte de Europa, Estados Unidos y varias ciudades españolas, pero todavía no se había podido ver y escuchar a Catalunya.