La Fundación Antoni Tàpies ha programado para el año próximo, como uno de los dos proyectos estelares del 2018, Antoni Tàpies. Biografía política. Se trata de una exposición que se podrá ver del 7 de junio hasta el 24 de febrero de 2019, centrada en las obras realizadas por Antoni Tàpies hasta 1977. Carles Guerra, director de la Fundación, ha afirmado que desdichadamente, esta exposición llega en un momento de máxima actualidad: "Viendo las obras del Tàpies de los años 60 muchos nos podremos preguntar: '¿Qué ha pasado para que todo vuelva a estar igual?'".
Biografía política
Esta exposición no pretende analizar la figura de Tàpies a través de sus obras de carácter más evidentemente político, como los carteles. En realidad, Tàpies siempre tuvo unos posicionamientos políticos muy definidos, que se pueden rastrear si se analiza adecuadamente su obra. Y, a partir de sus realizaciones, se pueden identificar momentos determinantes de la vida y del pensamiento del autor. Los comisarios, Carles Guerra y Núria Homs, han decidido cerrar el periodo de obra expuesta en 1977, justamente, porque es en este momento cuando Tàpies declara que quiere dar una función política a su trabajo, y adopta formas artísticas más militantes.
Un Tàpies para los momentos actuales
Carles Guerra ha afirmado que en estos momentos "Tàpies es el artista de referencia de nuestros padres". Pero afirma que su obra sigue teniendo validez, y que por eso se lo ha recuperado, porque se lo tiene que reconectar con el presente. "Tenemos la ocasión de reescribir el relato de Tàpies, y por desgracia la situación actual nos da motivo para hacerlo", ha afirmado Guerra, quien ha reivindicado la figura de Tàpies como una muestra de "cómo se produce modernidad crítica incluso en circunstancias adversas como lo eran las del franquismo". Esta exposición se enmarca en la preparación del centenario del pintor, que se celebrará en 2023. De momento, para calentar motores, en 2018 se publicarán los escritos completos del artista, en catalán y castellano (ya están disponibles en inglés).
Allora & Calzadilla, Stop, Repair, Prepare: Variations on Ode to Joy, No.3, 2008, Modified Bechstein Piano, 3/10/17/24 July 2010, performance, NUMBER THREE: HERE AND NOW, JULIA STOSCHEK COLLECTION, Duesseldorf. Photo: Yun Lee, Duesseldorf.
Performances desde Puerto Rico
La otra gran exposición de 2018 en la Fundación Tàpies, la de Allora & Calzadilla, tendrá lugar del 6 de febrero al 28 de mayo, e irá a cargo de Jennifer Allora y Guillermo Calzadilla, dos artistas afincados en Puerto Rico. En esta exposición se presentarán 9 piezas de estos creadores, de un carácter claramente performático. Carles Guerra ha anunciado que "El trabajo de estos dos artistas pide mucho más que simplemente mirar: quiere plantear una dinámica en que los humanos no sólo hablan con los humanos, sino también con materiales, con la historia...". Los primeros días de la exposición serán Allora & Calzadilla quienes presentarán esta exposición interactiva a los espectadores, y más adelante se encargará de ello el equipo de la Tapias. Desde la Fundación se ha adelantado que una de las obras que se expondrán será un gran hipopótamo sobre el que podrá subirse (una parodia de las grandes esculturas ecuestres).
Allora & Calzadilla. Hope Hippo, 2005, Mud, Whistle, Daily Newspaper, Reader. Installation View: "Always a Little Further" 51st International Art Exhibition, la Biennale di Venezia, Photo: Giorgio Boata.
Teresa Barba, también protagonista
Del 6 de febrero al 21 de octubre del año próximo, los comisarios de Antoni Tàpies. Biografia política, ofrecerán también una exposición consagrada a la esposa del pintor, Teresa Barba, que fue mucho más que una compañera del pintor en el ámbito doméstico. Carles Guerra ha alabado la "comunicación intensa que hubo entre los dos". Tàpies dedicó a su mujer dibujos, litografías y collages... Pero también se destaca la sintonía que tenía eresa con las luchas políticas del pintor: los dos tenían un firme compromiso con los trabajadores, con los demócratas y con un país aplastado por la dictadura.
Antoni Tàpies. Cartas para Teresa, 1974. © Comisión Tàpies, VEGAP. De la fotografía: © Lluís Bover, 2017.
De Brasil a Chechenia
El programa de la Fundación para el 2018 se cerrará con dos exposiciones más. Una, El Gran Bosque, está basada en la obra del catalán instalado en el Brasil Daniel Steegmann Mangrané, y ha sido coordinada por The Green Parrot. Una obra original, sin estar guionizada, que los comisarios esperan que sorprenda al espectador y que por lo tanto no quieren describir por anticipado. Se podrá ver en mayo de 2018. Por otra parte, del 6 de noviembre de 2018 al 24 de febrero de 2019 se podrá contemplar la exposición consagrada al artista checheno Aslan Gaisumov, comisariada por Hilde Teerlinck. Esta exposición se centra en el filme Keycheyuhea, la historia del pueblo de una mujer anciana, la abuela del artista, que vuelve a su pueblo, del que fue deportada por Stalin, al cabo de 73 años. Es una historia de un alto contenido político, pero no de forma explícita, porque Gaisumov no ha podido tratar de forma abierta los temas que le interesaban, a causa de la compleja situación política.
Aslan Gaisumov. Keicheyuhea, 2017. HD vídeo, color, sonido, 26'00'' Vídeo. Cortesía del artista.
Sin fondos, pero a primera división
La Fundación Antoni Tàpies ha aprovechado la presentación de la temporada 2018 a la prensa para hacer una valoración de su tarea en 2017. Por una parte se han mostrado satisfechos por el feedback generado por las exposiciones de Sekula y Meiselas. Pero están preocupados por el descenso del número de visitantes, sobre todo en los tres últimos meses de los años: en 2016 hubo 60.000 visitas (sin contar a las escolares) y este año sólo habrá 55.000. Un problema que están constatando otras entidades culturales y que no está claro si tiene que ver con la coyuntura política. Los responsables de la Fundación han querido denunciar, también, que trabajan con mucho estrés por falta de financiación fija. La misma expoción que aquí organizan 2 personas, la producen otros museos con 10 o 12 personas. "Y a pesar de todo jugamos a la misma liga: algunas de las exposiciones que producimos nosotros más tarde van al Jeu de Paume o al MOMA". Es esta acuciante falta de recursos la que les ha hecho replantearse el número de exposiciones y concentrar sus esfuerzos en unas pocas actividades. Unas actividades, ambiciosas, pero en qué son conscientes de sus limitaciones y por lo tanto anuncian que no quieren hacer "retrospectivas kilométricas", sino "poner el foco sobre un punto de la obra de un autor".
Involucrarse en la vida de la ciudad
Carles Guerra se ha mostrado preocupado porque en la Tapias, como muchos otros equipamientos de Barcelona, el 80% de los visitantes son turistas y sólo el 20% son catalanes. En el último año han intentando implicar a los barceloneses con sus actividades: "No queremos hacer sólo actividades en el edificio del museo, sino que queremos que nuestras actividades salpiquen la ciudad", ha explicado Guerra, que ha programado actividades con pescadores, con manteros... Antoni Tàpies, que se define cómo "una Fundación Privada con vocación pública", se ha mostrado decidida a colaborar con el mundo artístico local. Guerra ha afirmado que no pueden ofrecer ayudas económicas, porque "nos hemos quedado en los huesos", pero se han mostrado decididos a compartir sus recursos con otras entidades culturales, por ejemplo, mediante residencias de artistas. Guerra ha agradecido el compromiso decidido del Ayuntamiento y la Generalitat con la Fundación, aunque ha apuntado que en Barcelona hacen falta una mayor inversión y una mejor política comunicativa con respecto al mundo artístico y cultural.
Foto de portada: Documenta III, Kassel, 1964. A la derecha, obras de Antoni Tàpies.