En el Palau Robert, hasta el próximo 4 de septiembre, se exhibe Tots som súpers! L'exposició dels 25 anys del Club Super3. La muestra, organizada por la Generalitat y la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, celebra el cuarto de siglo del Club Super3, que se cumplió el pasado 11 de febrero. Está dirigida, básicamente, a los niños, y quiere ser un homenaje a todos los que han trabajado en el programa y a los que han crecido con él. En los primeros días de funcionamiento ya ha conseguido formar largas colas.

Una exposición que es una prueba

La exposición pretende ser muy participativa. Todos los niños, cuando entran, reciben una tarjeta con unas preguntas que deben ir llenando a medida que van visitando las salas. Recorrerán las salas atentos a los enigmas y escribiendo las respuestas. En la salida depositan el boleto lleno con su nombre y tienen la opción de participar en el sorteo de varios premios. Hay dos niveles, para los pequeños, y para los mayorcitos.

Todo el Super 3, a tocar

Los niños que visitan la exposición pueden ver algunos de los escenarios del Super 3: el despacho del señor Pla, la habitación de Lila... Incluso está el auténtico Tomàtic. Mediante unas pantallas especiales, se podrá asistir a una de las fiestas de los Súpers y observarla desde cualquier ángulo. Y se pueden ver algunos objetos muy curiosos, como el carné del Club Super 3 de Copito de Nieve. Incluso los niños se podrán hacer una fotografía con su personaje favorito del Club Super 3.

Super 3 para todas las edades

Aunque la exposición está pensada para los más pequeños, trata de hacer un homenaje a toda la trayectoria del Club Super 3 e incluye personajes de las viejas etapas, que ya no salen actualmente en la serie. Algunos de los padres de los visitantes disfrutan también de redescubrir al viejo Super 3 de los años noventa.

Una celebración discreta

La exposición consigue cautivar a los niños aficionados al Club Super 3 (aunque no dirá nada a los que no son seguidores del programa). Se pueden ver algunos montajes espectaculares, como la ventana calidoscopio, o el foto-matón de los Súpers... Pero tiene unas dimensiones más bien reducidas. Media docena de ámbitos de pequeñas dimensiones. Una visita que se liquida con un ratito, pero que deja los pequeños satisfechos.

Una herramienta de difusión del catalán

El Club Super 3 se planteó, desde el primer momento, como una forma de promover la lengua catalana, a la vez que pretendía entretener a los niños y formarlos en hábitos positivos. Durante mucho tiempo, fue la programación infantil de referencia, con series míticas como Bola de dragón o Doraemon. Tenía cuotas de audiencia muy elevadas, y era seguida con atención por muchos niños y jóvenes (el carné del Club, con un millón y medio de socios, era todo un referente para estas generaciones). Gracias a eso, consiguió normalizar el catalán entre las nuevas generaciones. El Super 3 incluso dio apoyo a discos, juegos y videojuegos que complementaban sus actividades (permitiendo también la entrada del catalán en algunos campos donde estaba muy poco presente).

Exposición en horas bajas

La exposición llega cuando el Club Super 3 no pasa para su mejor momento. Un estudio del Consell de l'Audiovisual de Catalunya del año pasado puso de manifiesto que la televisión en catalán había perdido peso frente al público de entre 4 y 12 años. El canal Clan alcanza una cuota de audiencia del 14,3%, Boing del 10%, Disney Channel del 9% y el Super 3 tan sólo del 7,1%. La consecuencia directa de eso es que se reduce el tiempo que los niños ven televisión en catalán. Quizás, al fin y al cabo, esta exposición va más dirigida a los padres, seguidores fieles del Club Super 3, que a los hijos, espectadores habituales de otros canales.