Tras años de adolescencia sacrificados en el conservatorio, a Kelman Duran se les agotaron las ganas de hacer música. No fue hasta los 28 años que retomó su carrera, se mudó a Los Ángeles y formó parte de la Rail Up, la fiesta que reivindica la música afrocaribeña y latina en la costa oeste. Allí Duran se dio a conocer por su experimentación en géneros como el reggaetón, el dembow, el ambient, el jazz y la electrónica. Elevar el reggaetón a otro nivel y sacarlo de la pura etiqueta comercial era uno de los primeros objetivos del productor dominicano, lo que le ha llevado a considerarlo uno de los mejores DJs del género.

Pero nada comparado con formar parte de los créditos en la producción de 'I’m That Girl', uno de los hits del nuevo disco de Beyoncé, Renaissance. Nombre habitual de carteles de clubs de Barcelona como Sala Apolo y de festivales como el Primavera Sound, Sangre Nueva es su proyecto más reciente. Un colectivo que ha formado junto a DJ Florentino y DJ Phyton, con el que pronto sacarán su álbum de debut.

La experimentación es el motor que mueve a Duran a reinventarse: también es cineasta y tiene una película entre manos sobre una reserva de los pueblos originarios norteamericanos en Dakota. Combina su pasión por lo visual con la música, habiendo compuesto la música para Rodeo, la ópera prima de Lola Quivoron, con la que se presentaron en la sección 'Un certain regard' de la última edición del festival de Cannes.

kelmand
Kelman Duran, productor dominicano habitual de las salas barcelonesas que ha trabajado con Beyoncé

Fuiste al conservatorio de niño, pero hasta los 28 años no volviste a hacer música.
Cuando tenía nueve años empecé a tocar en una jazz band y estaba bien. El problema fue que de los trece a los diecisiete años no tuve tiempo para nada. En los conservatorios, no te dejan salir hasta las diez de la noche. Sentí que no tuve juventud, que mis profesores no me dejaban jugar y hacer lo que hacen los niños. Solo hacíamos música, música y música. Fue una amargura.

¿Y qué te hizo volver?
A los 28 años tuve un momento de cambios en mi vida que me hizo volver a la música. A mí no me gustaba el reggaetón tanto como para empezar con ello, pero a mis primitos sí. Ellos me decían que el reggaetón volvió, y les decía que el reggaetón no volvió en ninguna parte del mundo, que la gente todavía lo odiaba. Hice reggaetón muchos años y cuando se volvió pop latino lo dejé. Cuando creo que ya sé de un tema, me paso a otro.

Hice reggaetón muchos años y cuando se volvió pop latino lo dejé. Cuando creo que ya sé de un tema, me paso a otro

¿Qué te motivó a unir tantos estilos musicales juntos y a experimentar tanto?
Todo el mundo tiene una idea de lo que falta. Cuando vi que el reggaetón estaba en auge, yo ya quería hacer lo contrario y me pasé al ambient. Además, se me había olvidado un poco la teoría de la música de cuando era niño y quería volver a aprender. Quería pensar lo que iba a hacer para tener un reto. Ahora el reggaetón se vende muchísimo: hay muchos DJs que lo elevaron a otro lugar, como DJ Florentino, DJ Python o Rosa Pistola. Hay mucha gente que cambiaron el reggaetón, pero la escena comercial los ve como niños punks.

En tus inicios como artista, también te acercaste al arte visual. ¿Cómo fue esa nueva ventana al cine?
Fue en 2009, hice películas de mi mamá y de mi mejor amigo. Luego fui a una reserva de indios americanos en el sur de Dakota y aprendí que uno puede hacer un trabajo durante mucho tiempo, sin explotar una idea ni una sola persona. Aprendí un poco a usar la cámara y cómo respetar la gente y su espacio. No me gustaban las imágenes que la gente hacía de esta reserva, quería hacer algo más abstracto. Todavía sigo en eso, pero el problema es que necesito mucho dinero para ir allá, pagar a la gente, etc.

'I'm that Girl', el tema de Kelman Durán que ha acabado en el nuevo disco de Beyoncé

¿Qué significó entrar en la Rail Up en Los Ángeles? 
Lo que Rail Up hizo fue dar a conocer DJs que nunca habían tocado, eran nuevos y reinventaron el club. Ahora están por todos lados y eso me hizo feliz. En Los Angeles la gente no bailaba o bailaba sola y creímos que había un espacio vacío en eso. En Barcelona o en Madrid, la gente se pone a bailar sin problemas. Luego, la gente cool de Los Angeles quiso estar en la misma escena que nosotros y nos proponían tocar en eventos de moda, museos y cocktails. Si necesito el dinero lo hago, pero en ese tiempo no lo necesitaba y dije que no quería hacer música para esto. Siento que algunos DJs están en una escena en la que solo quieren ser famosos y celebrities.

¿Eso pasa especialmente en el reggaetón o también en otras escenas?
Es importante cuidar tu escena, sea cual sea. He visto que a veces la industria la destruye, como en el reggaetón. Hay mucha gente comiendo por el reggaetón y también muchas mujeres que han tenido la oportunidad de hacer mucha pasta. El reggaetón estaba dominado por hombres por mucho tiempo.

Es importante cuidar tu escena, sea cual sea. He visto que a veces la industria la destruye, como en el reggaetón

¿Cómo surgió el colectivo Sangre Nueva? En muy poco tiempo habéis tenido muy buena bienvenida del público.
Fue por Pau Cristòful, agente del Primavera Sound: nos dijo que tenía la idea de que pudiéramos tocar juntos DJ Florentino, DJ Phyton y yo. Nunca hablamos más con él de esto, solo pensamos que era buena idea y que íbamos a ver cómo iba. Cuando lo veo, nunca se hace el orgulloso diciendo que fue él quien tuvo la idea. Ahora vamos a hacer un álbum: me encanta ser DJ, pero uno tiene que parar un poco y hacer algo.

Kelman Duran
Kelman Duran está a punto de publicar el primer disco de su nuevo proyecto, Sangre Nueva

¿Te esperabas la colaboración en 'I’m That Girl' de Beyoncé?
No, solo tenía el email de una muchacha que trabajaba con ella. Les mandé la canción y estaban súper abiertos, pero no me dijeron nada. Tuve mucha suerte. Por cómo me escribían, notaba que me tenían respeto, no que iban a coger esa canción y la iban a usar cuando quisieran. A veces, cuando trabajas con artistas, sientes que tienes que estar a su merced, pero nunca fue así.

A veces, cuando trabajas con artistas, sientes que tienes que estar a su merced, pero con Beyoncé nunca fue así

¿También fue así cuando trabajaste con Kanye West?
Sí, él también fue súper amable. Traté de hacer una canción para ellos, pero nunca la usaron. Parece que está interesado en lo que hace la gente que no está en la industria. Creo que este tipo de artistas se aburren de lo que están oyendo. Lo que está pasando en los clubs no está pasando en un estudio. Los que están en los estudios son profesionales y genios, pero no salen de ahí. Muchas veces tienen ideas viejas de cómo está trabajando la sociedad.

¿En qué proyectos estás trabajando ahora?
Terminé mi nuevo álbum, es religioso aunque yo no lo soy. Quiero hacer más conciertos en iglesias -aunque es difícil- y tocar en shows más íntimos. Por primera vez, me encargué de la música de un film, Rodeo, y fui a Cannes. Me gustó esta experiencia porque en vez de buscar una canción, busco un sonido para la película. Quiero volver a hacer eso.