Mas que un libro, Canción de amor definitiva es una carta de amor. La carta de amor con la que Jorge Martí, cantante, guitarrista y impulso creativo de los valencianos La Habitación Roja, banda referencial del indie estatal declara su pasión por la música, el fútbol, su grupo, su mujer, sus hijas familia. "Pues sí, supongo que así es", confirma por mail desde Noruega, país en el que reside desde hace años trabajando como enfermero. Y este es uno de los grandes atractivos de esta particularísima autobiografía: Martí decodifica con una sinceridad sobrecogedora la dicotomia entre ser líder de una banda de culto cuando está en el sur y sanitario en el norte. "Tengo la sensación de que eso es el libro: una carta de amor, no sé si definitiva, pero sí de amor. Me he pasado la vida tratando de escribir la canción perfecta y cuando me puse a escribir el libro me di cuenta de que esa canción que siempre he perseguido con ahínco no era sino mi vida misma. Creo, humildemente, que ésta tiene todos los ingredientes para ser la canción de amor definitiva".

¿Cómo surgió la idea de llevar tu vida al papel?
A raíz de una entrevista que me hicieron a propósito del documental In the Middle of Norway (Mia P. Salazar, 2018) en S Moda de El País; Cristina Lomba, mi editora en Plaza & Janes, contactó conmigo y mostró enorme interés en que nos viéramos. Así que pasados tres o cuatro días tras la entrevista vino a verme a València. Me dijo que creía que había un libro en la historia que contaba en el documental y bueno, aquí estamos hoy. La verdad es que al igual que en el documental la idea no surgió de mí. En ese sentido, hasta con la música, siempre se me ha ofrecido la oportunidad de contar cosas con mis canciones, con el documental y ahora con el libro. Creo que está bien que así sea.

¿Ha sido más difícil desnudarte emotivamente en un libro que en una canción? ¿En algún momento te daba pánico resultar demasiado sincero?
Sí, claro, mucho más difícil hacerlo en el libro. Tengo la impresión de que las canciones siempre se abren más a diferentes interpretaciones. No es que me resulte especialmente difícil escribir, pero sí que lo es revivir algunos episodios de mi vida y sobre todo el desprenderte de ellos. Cuando entregué el manuscrito final sentí una sensación de vértigo que me hizo incluso llamar a un psicólogo para gestionar la angustia que sentía. De repente todo eran dudas: ¿quiero realmente dar este paso?, ¿quién soy yo para escribir un libro?, ¿a quién le puede interesar esto?. También mi editora ha sido un poco psicóloga y me ha apoyado en los momentos de duda y zozobra. Me decía todo el rato que sacaba un libro porque ellos me habían contratado para que lo hiciera, que me dejara de torturar. Por eso decía que ha estado bien que me hayan buscado ellos.

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Jorge Martí, líder de La Habitación Roja, decodifica su vida en la autobiografía Canción de amor definitiva

Cuando entregué el manuscrito final sentí una sensación de vértigo que me hizo incluso llamar a un psicólogo para gestionar la angustia que sentía

¿Cómo viviste el proceso de creación del libro?
He ido a tirones. Temporadas muy intensas en las que escribía bastante y otras en las que me veía incapaz de ponerme a ello. De repente me pasaba dos o tres meses sin escribir una sola línea. Tenía todo el rato la sensación de que me tenía que poner a escribir. Como cuando era joven y tenía un examen, cada día sentía que debería dejar lo que estaba haciendo y ponerme a estudiar. Bueno, en este caso a escribir. Eso me creaba bastante estrés. Escribir sobre el pasado más alejado en el tiempo ha sido por lo general bonito y me ha hecho darme cuenta de dónde vengo, por qué soy como soy. Hacerlo sobre hechos más recientes me ha costado más y ha sido a veces doloroso. Me han pasado muchas cosas en los últimos años y están muy recientes todavía. Creo que se sufre menos escribiendo cuando tienes mayor perspectiva. Ha sido como un viaje en el tiempo y me he visto reflejado en un espejo que me ha ayudado a entenderme, a perdonarme y también a comprender a los demás y a ponerme en su lugar.

¿Te has descubierto a ti mismo escribiendo Canción de amor definitiva
Creo que me conocía bastante bien antes de escribir el libro. Sabía mis puntos fuertes y mis debilidades, sabía la teoría, pero tal vez escribir me ha ayudado a poner ésta en práctica. No he querido escribir desde el rencor. Creo que escribir este libro me ha hecho crecer a nivel personal, me ha ayudado a cerrar heridas, a aceptar mis errores y valorar mis virtudes. No sé lo que me durará, pero en algunos aspectos me siento mejor que antes de escribirlo, sobre todo (al escribir esto se me escapa una sonrisa) ahora que mi madre y algunos familiares ya se lo han leído y he descubierto que son más tolerantes de lo que yo pensaba. Parece una tontería, pero cuando te expones siempre se te aparecen como una especie de contrapeso las personas más queridas, pero me parece de vital importancia para escribir no dejarte llevar por el qué dirán.

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Uno de los aciertos es que lo veo como un relato generacional en el que somos muchas y muchos, los que nos podemos ver reflejados en tus vivencias.
Sí, claro, tiene un punto generacional. Me parece que es uno de los valores de un libro de estas características. Cuando he leído a otros autores contar su vida he rememorado la mía y he visto pasar por delante de mis ojos todas las vivencias que el tiempo casi había borrado. Si este libro consigue despertar la historia personal de cada uno de sus lectores habré cumplido con creces el objetivo del mismo. También me he dado cuenta al leerme que el libro destila la vulnerabilidad que yo tenía cuando era un joven que perseguía sus sueños.

Me he dado cuenta al leerme que el libro destila la vulnerabilidad que yo tenía cuando era un joven que perseguía sus sueños.

Es una biografía de un músico de rock que rehúye por completo todos los tópicos del genero.
La verdad es que no he sido el prototipo de músico de rock. Cuando empecé con el grupo ya había vivido con anterioridad el mundo de la noche, las drogas y demás tópicos asociados al rock en lo que luego vino a llamarse Ruta del Bakalao. Por aquel entonces ni siquiera se hacía llamar así. Salía por las discotecas valencianas para escuchar la música que me gustaba

¿Por qué crees que sois tantos los músicos que necesitáis explicar vuestras vidas?
No soy tan ingenuo de pensar que la gente estaba esperando que yo escribiera un libro. Al final las editoriales, además de buscar historias sugerentes, quieren vender libros, y un músico de un grupo con seguidores fieles tiene un buen número potencial de posibles compradores. Por eso supongo que salen tantos libros de música. El hecho de que me ofrecieran la posibilidad de explicar lo que ya se había esbozado en el documental me pareció interesante y una buena manera de cerrar la historia. La verdad es que a veces son frustrantes los titulares y el trazo grueso con el que se quedan algunos medios. Creo que el libro está lleno de detalles y aristas que hacen que mi vida no pueda resumirse en un titular sensacionalista. En ese sentido, sí que me parece importante explicarme y creo que lo hago en el libro.

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Jorge Martí, músico en el sur; enfermero en el norte. Foto: EFE

Escribir este libro me ha hecho crecer a nivel personal, me ha ayudado a cerrar heridas, a aceptar mis errores y valorar mis virtudes

¿Cuáles han sido tus  referentes a la hora de escribir el libro?
Cosas que los nietos deberían saber, de Mark Oliver Everett, los seis libro de Mi lucha de Karl Ove Knausgård y Canciones de amor a quemarropa de Nickolas Butler. Estos son libros que he tenido presente durante el proceso y sobre los que he hablado mucho con mi editora. He leído muchas biografías a lo largo de los años de músicos que me gustan, así que supongo que estas también me habrán influido, y luego, mi editora me propuso que escribiera en presente en vez de en pasado y eso creo que le dio mucha fuerza al relato. Hicimos una prueba con un capítulo y nos gustó el carácter que cogía la historia. Para convencerme me hizo leerme Open, la autobiografía de Andre Agassi. También creo que han sido importantes, sobre todo en el proceso final de corrección y edición, los libros del escritor valenciano Rafa Lahuerta: La Balada del Bar Torino y Noruega.

Ya lo has citado pero la influencia de Karl Ove Knausgard ha sido capital, ¿no?
Sí, totalmente. Leer los libros de Knausgård fue algo inspirador. Empecé a leerlos mucho antes de haber hecho incluso el documental. Es un autor noruego y sus libros tuvieron una gran repercusión en el país. Mi mujer me los recomendó apasionadamente. Me decía: este tío es muy tú. Y la verdad que al leerle me sentí muy identificado con su historia. Le gustaban las mismas cosas que a mí y el tipo le daba vueltas a las cosas como suelo hacer yo. Me enganché a leerle y pensé que si algún día escribía mi historia tenía que hacerlo de una manera parecida. Obviamente, yo no soy un intelectual y no podría trufar mi historia de tantas referencias literarias, pero al leerle rememoré mi vida entera y fui consciente del poder que tenía el contar una historia de vida como lo había hecho Karl Ove. Cuando me puse a escribir tenía en mente las sensaciones que sus libros me habían causado.

David Trueba también ha sido un hombre importante a lo largo de todo el proceso, ¿verdad?
Conocí a David en el rodaje de un episodio del programa de televisión de Javier Limón, Un lugar llamado Mundo, en el que participamos con La Habitación Roja. Comimos juntos y creo que hubo química entre nosotros. Cuando cerré el trato para hacer lo del libro me entraron ganas de contárselo y de paso aproveché para mandarle In the middle of Norway. Le gustó el documental y me dijo que si necesitaba cualquier cosa durante el proceso de escritura de mi libro ahí estaría para echarme un cable. Soy tan fan de Trueba que no quería darle la paliza y agobiarle, así que me limité a mandarle el manuscrito antes de la corrección y la edición. Le mandé la mitad primero y luego cuando hube terminado el libro, el resto. Tuvo la deferencia de leérselo todo, lo cual me sorprendió muchísimo, porque es un tío que anda siempre muy liado. Cuando se leyó la primera mitad me mandó un email mostrándome su entusiasmo. Me dijo que se había emocionado leyendo mi historia. Eso me dio gran confianza y de alguna manera reafirmó todas las cosas buenas que mi editora me había estado diciendo a lo largo del proceso. Y no es que a ella no la creyera, pero a veces soy un poco incrédulo y pensaba: qué me va a decir ella, sino darme ánimos y confianza. Trueba me hizo alguna recomendación que me ha servido de mucho, pero realmente la persona que me ha sacado lo mejor de mí mismo ha sido Cristina Lomba, mi editora.

Hablando de cine, ¿ves el libro transformado en película?
Pues la verdad es que sí que es un relato con vis cinematográfica, pero vaya, eso es algo que ni siquiera me he planteado y que no depende de mí. Igual con un documental y un libro ya es suficiente, aunque nunca se sabe. No sé si alguien puede interesarle la historia y nadie me ha lanzado ninguna propuesta, al menos de momento. No creo que pase, pero he de reconocer que hay gente que lo sugiere y comenta que podría hacerse una película con mi historia.

¿Hasta qué punto los miles de kilómetros que separan Noruega de Valencia, de tu trabajo como enfermero a tocar en el FIB, te han ayudado a mantener viva la pasión por la música?
Los miles de kilómetros más que ayudar, desgastan y hacen que todo sea un poquito más cuesta arriba. La pasión por la música la he tenido desde bien jovencito y ésta, de momento, no me ha abandonado nunca. Sí que es verdad que a veces me he sentido decepcionado con la industria de la música y con algunos compañeros de viaje, pero quién no. Creo que la vida se nos va complicando a medida que vamos cumpliendo años y aparecen contratiempos que con los que no contabas. Uno va envejeciendo y se da cuenta de que ha de afrontar los obstáculos que la vida le va poniendo por delante como van viniendo y como buenamente puede. Hay que adaptarse a las circunstancias y eso es lo que hacemos. La música me ha ayudado a seguir adelante, sin duda, porque el escenario, las grabaciones, componer, es siempre una tregua para con todo lo que me aflige. Me siento muy afortunado de poder ser músico y tener la capacidad de escribir canciones y transformar en algo bello lo que muchas veces no lo es tanto.

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Canción de amor definitiva, la carta de amor a la vida de Jorge Martí. Foto: EFE

La música me ha ayudado a seguir adelante, sin duda, porque el escenario, las grabaciones, componer, es siempre una tregua para con todo lo que me aflige

¿Canción de amor definitiva será una incursión puntual al mundo de la literatura o le has pillado el gustillo a la prosa?
Pues casi seguro que volveré a escribir porque me han quedado algunas cosas pendientes que resolver, pero no estaba preparado para hacerlo y quizás ahora no era el momento. Además, tal vez se hubieran comido el resto de la historia. También puede que algún día escriba algo de ficción. No lo descarto. Al final, el aislamiento y la soledad a la que a veces me veo abocado en Noruega son caldo de cultivo para crear. No imagino mi vida sin algún proyecto en marcha, ya sean canciones, discos o libros.

¿Pues en qué andas liado actualmente?
Con el grupo estamos preparando el directo con las canciones de los dos discos que editamos a lo largo de 2021. Queremos presentarlas tras el verano. Además de eso estoy enfrascado en la composición de una banda sonora para el libro, pero como Jorge Martí. Ya tengo 4 o 5 canciones y mi idea es hacer una canción por capítulo y que la letra de cada canción esté basada en su capítulo correspondiente. Me hace mucha ilusión y creo que será un complemento muy bonito para el libro. Como son 25 capítulos más la introducción tengo trabajo para un tiempo, pero me motiva mucho.