No lo puedo evitar. Lo primero que les pregunto a Aleix Purcet, el editor del sello literario Extinció, y Marc Charles, al coordinador de Forn de Calç, revista de cómic underground en catalán propulsada por la misma editorial, es cuántas veces han tenido que oír decir eso de que están chalados. "Tantas como que la editorial no es para todos los públicos, como es patente observando nuestro pequeño catálogo", responden resignados al enésimo periodista sin imaginación que los entrevista. "No creemos que todo tenga que ser para todos los públicos. Contribuimos así a la diversidad de la edición en catalán, pero no de manera programática, sino natural". Extinció Edicions nace en el 2019 como tantas otras iniciativas editoriales: el deseo de publicar aquello que les interesaba y echaban de menos en catalán. "En correspondencia con eso, queríamos publicar obras y autores y autoras inéditas en nuestra lengua. Evidentemente, a medida que pasa el tiempo te acabas centrando en aquello que te interesa más o te ha funcionado mejor". Entre los títulos que han auspiciado en estos tres años de aventura, destacan obras como El pare mort de Donald Barthelme (con traducción de Ferran Ràfols Gesa y prólogo de Borja Bagunyà) o La nebulosa del cranc de Éric Chevillard (nuevamente con traducción de Ferran Ràfols Gesa) así como los dos números de la revista Forn de Calç.
¿Qué importancia e influencia tiene la figura de Thomas Bernhard en vuestro proyecto?
Bernhard es un autor que se asocia a un pesimismo inexpugnable, pero que tiene una gran carga humorística, al menos en sus piezas teatrales. En sus memorias, hay un pasaje fantástico sobre ir en la dirección opuesta. Dos pares de referencias que casaban con el espíritu de la editorial.
¿Como editorial teníais ningún referente o modelo a seguir?
A escala internacional, nuestro modelo es el anglosajón de las small press. Microeditorales que publican 2 o 3 títulos al año como máximo, y que, por su propia naturaleza, pueden asumir una línea no comercial porque su aspiración no es crecer sino seguir publicando el mismo número de libros el año siguiente. Por poner un ejemplo que nos gusta: Dorothy. En el ámbito local, nuestros referentes son varias iniciativas independientes que nacieron ahora hará unos 10 años, como Les Males Herbes u Orciny Press, y que han abierto un camino muy importante para los pequeños editores.
Los títulos que publicamos llevarían la etiqueta de alternativos, que exactamente, tampoco quiere decir nada en concreto
¿Qué tipo de literatura y novela gráfica queréis apadrinar?
Los títulos que publicamos llevarían la etiqueta de alternativos, que exactamente, tampoco quiere decir nada en concreto que no sea aquello que no sale habitualmente en los medios. No de manera programática o estética, sino por gusto personal, y por ganas de investigar. Entrando en detalles, hemos publicado libros que podrían situarse en el humor absurdo, pero con 'trampa', ya que el relato es siempre desasosegante (cómo pasa casi siempre con el humor). Sus autores son Roland Topor, Donald Barthelme, Daniïl Kharms, Leonora Carrington, Éric Chevillard y Unica Zürn. Esta última, definitivamente, no tiene ninguna intención de hacer humor, pero publicamos su libro en un contexto muy determinado (la pandemia) y es el único caso. Con respecto al cómic, no tenemos una línea tan evidente porque nuestro objetivo es dar a conocer el estimulante y diverso panorama local. Aún así, apostamos siempre por una gráfica moderna y atrevida.
El primer número de Forn de Calç fue nominado en el festival de Angoulême 2022 como mejor cómic alternativo
Junto con la editorial, y doble salto mortal, también habéis decidido impulsar la revista de cómic underground en catalán Forn de cal.
Forn de Calç es una revista que recoge muchas voces y estilos diferentes y donde conviven debutantes y veteranos. Reivindicamos la historieta autoconclusiva y una gráfica actual, vanguardista y poco convencional. Es una revista anual hecha en catalán, pero con una proyección internacional, gracias al talento que hay en nuestro país. El primer número, de hecho, fue nominado en el festival de Angoulême 2022 como mejor cómic alternativo, todo un éxito para nuestra pequeña iniciativa. Influencia e inspiración han sido revistas internacionales como Now o Kramers Ergot y más cercanas como Colibrí, La Cruda, Voltio, NSLM o Deriva. También nos sentimos herederos de la tradición de revistas gráficas catalanas, una tradición vigorosa como lo prueba que sea el único luga del Estado dónde se siguen publicando. En estos dos números, hemos publicado a autores y autoras consagradas dentro del cómic independiente, como Pep Brocal, Nadia Hafid, Genie Espinosa, Raquel Gu o Roger Pelàez y voces emergentes como Mar Mascaró, Lorena Rivega, Berta Cusó, etc. Algunas de estas autoras han debutado en Forn de Calç y, actualmente, ya han publicado o preparan sus obras, como por ejemplo Lorena Rivega, que ha participado en el volumen colectivo 'Padrines', publicado por la editorial Pagès. En este sentido, queremos ser también pedrera.
Forn de Calç es una revista anual hecha en catalán, pero con una proyección internacional, gracias al talento que hay en nuestra casa
¿Por qué no existía hasta ahora una revista como la vuestra en un país como el nuestro?
Si se mira desde la perspectiva de la cuenta de pérdidas y ganancias, estos tipos de iniciativas no son, a priori, aconsejables. Incluso, pueden ser vistas como innecesarias. También hay quien hace lecturas casi psicologistas, como aquella que los catalanes y catalanas no estamos preparados para este tipo de manifestaciones artísticas. Las lecturas psicologistas no acostumbran, sin embargo, a tener mucho sentido si se desvinculan de las estructuras productivas.
¿Es cierto, eso de la actual eclosión del cómic en catalán?
Ya hace tiempo que el público lector reivindica el cómic en catalán y por eso han surgido varias iniciativas independientes. Paralelamente, algunas empresas editoriales están invirtiendo para satisfacer esta demanda. Desde el punto de vista de la oferta, es evidente que estamos en un buen momento partiendo de la base que hace unos años era bastante escasa. Basándonos en nuestra experiencia, solo podemos decir que la recepción ha sido buena y que el interés es real.