Todas y todos estamos hartas de esta maldita pandemia. No poder salir de fiesta y llegar a casa con la sensación de haber corrido un maratón sin salir de la pista de baile cada vez se hecha más de manos. Sandra y Sergio, más conocidos como Delaporte, han llevado este impulso a su máxima expresión y en noviembre publicaron Abril, un EP para escapar de esa sensación. Meses después y acercándonos al final del túnel hablamos con ellos sobre su nueva gira, ciclo de conciertos que este sábado hace parada en la sala Razzmatazz de Barcelona dentro de la programación del festival Cruïlla Primavera 2022, la fiesta como terapia, el underground y el mainstream... Como dice uno de sus singles, Delaporte son pura droga.

Hace dos semanas tocasteis en La Riviera haciendo sold out. ¿Cómo fue la experiencia?
Sandra: Fue una locura, mucho éxtasis. La gente tenía muchas ganas contenidas. Durante toda la semana, la gente por redes diciendo que sólo estaba esperando a que llegara el sábado, como psicópatas. Durante el concierto la mitad del público se quedó afónica y la otra se destrozó las rodillas. Una locura.

¿Lo consideráis vuestro primer concierto ‘cómo los de antes’?
Sandra: No es el primero. Por ejemplo en el SanSan tocamos para unas 5000 personas. Pero sí que es el primero únicamente nuestro y en una sala, que para nosotros es muy icónico. Por eso el concierto de Razzmatazz también es tan importante.

No sé si sois concientes que Razz es una de las salas más icónicas de Barcelona y no hay muchos grupos nacionales que la puedan llenar...
Sandra: Lo sabemos y nos da respeto.
Sergio: Estábamos un poquito achantados sobretodo porque en Barcelona hasta hace un poco más de una semana estaba todo cerrado. Tenemos la duda si la gente estará con las ganas y la tranquilidad de ir a un concierto así. Piensa que en Madrid llevan con el discurso que la pandemia ha pasado, desde que empezó. En cambio, en Barcelona el discurso es muy parecido al que hay en Italia, diciendo que todavía hay que ir con cuidado. Además piensa que la Razz está más preparada para el club que La Riviera. Tiene un equipo de sonido increíble. El directo va a volar cabezas.

La excusa de esta gira es la presentación de vuestro nuevo EP, Abril, que es vuestro trabajo más clubbing i festivo. El trabajo nació de las ganas que teníais de pasarlo bien o hicisteis un disco pensando en las ganas de fiesta que tendría todo el mundo?
Sandra: Tenemos ganas de vivir. Buscamos esa experiencia de cuando estás en un club y la música hace que te vibre la tráquea y dices, ‘uy me muero’ (Risas). Esa sensación de cerrar los ojos, trascender y vibrar, me parece super terapéutica y me hace muy feliz. Yo sin este típico de experiencias de club estoy mucho más triste. Surgió la necesidad de hacer un EP más de este estilo, porque lo necesitábamos.

¿Y en los directos conseguís plasmar esto?
Sandra: Totalmente. En las giras anteriores metíamos alguna balada, un momento tranquilo. Ahora no. Ahora son dos horas de tralla a machete. De hecho, decimos que a estos conciertos se ha de venir con zapatillas y chándal. Nada de tacón ni ir mono.

El antidresscode.
Sandra: Exacto. Chándal y mucha agua para hidratarte. También es muy importante calentar la garganta para no quedarse afónico.

Ahora en perspectiva y volviendo a disfrutar de los directos, ¿hubo algún momento en qué os plantéis dejar el proyecto durante esta travesía pandémica por el desierto?
Sandra: No, de hecho el directo que seguimos haciendo durante todos esos meses era de club. Aunque la gente estuviera sentada, nos daba igual.
Sergio: Sí que ha habido una temporada que nos ha costado más buscar inspiración. Tanto Sandra como yo hemos estado todos estos meses buscando inspiración. Al principio escuchábamos club a tope.
Sandra: Música de rave muy fuerte.
Sergio: Luego ya pasamos a otras músicas. Yo, por ejemplo, he llegado tarde pero ahora estoy a tope con Folklore de Taylor Swift. Está claro que estar tanto tiempo sin salir de fiesta nos ha afectado en lo que escuchas y, por tanto, en lo que te inspira. Por ejemplo, John Hopkins sacó durante la pandemia un disco de música para meditar.

Cambiando de tercio. Hace unos años, el panorama de electropop español parecía un poco encallado. Ahora con propuestas cómo la vuestra o Rigoberta Bandini, Javiera Mena o Amatria, parece que la tendencia está cambiendo. ¿Cómo lo véis vosotros?
Sergio: Últimamente está habiendo una escena underground muy interesante que bebe del club y el urbano, no tanto del pop. Se están fundiendo estas dos estéticas sumadas a una identidad local. Esto mola mogollón.

DELAPORTE 010¿Esto está provocando un cambio real en la escena actual?
Sandra: Está emergiendo una piña de música electrónica.
Sergio: Y mola mucho que se apoyen los unos a los otros. Cualquier cosa que saca uno, lo comparten los otros. Van a los conciertos entre ellos y esto hace que se cree escena. Nosotros siempre hemos intentado hacer piña, lo que pasa creo que en España hasta hace poco ha habido bastante dificultad para hacer esto. Por culpa de las etiquetas, principalmente.
Sandra: Sí. Por ejemplo, si tú eres demasiado mainstream, o demasiado pop, no nos interesas. O tú eres demasiado urbano. Pues no, hemos crear una escena underground común, eso es lo guay.

Ara que sacáis el tema del underground y el mainstream. Hay personas que ya os consideran mainstreams pero, a la vez, seguís siendo un grupo desconocido para el gran público. ¿Cómo os sentís entre estas dos aguas?
Sergio: ¡Nos encanta!
Sandra: A mi me flipa. Hacemos música para todo el mundo y mucha gente que no nos conoce y viene a un concierto, lo baila y le gusta. Es más, mucha gente que dice que no le mola la música electrónica, luego nos escucha y se engancha. A mi me gusta pensar que en nuestros discos hay una canción para cada persona. Eso para mi es éxito. Pero seguimos siendo underground en el hecho de que nos lo financiamos todo y crecemos muy poco a poco.

El directo de este sábado volará cabezas

¿Qué implica autofinanciaros vuestro proyecto?
Sandra: Nos gusta ser nuestros propios jefes y llevar las riendas de lo que hacemos. Que nos digan ‘esta es vuestra carrera y tenéis que hacer esto’, no nos mola. Yo respeto muchísimo cada carrera, pero a mi me gusta que un proyecto muestre su sonido, su solidez, su seriedad como proyecto. Ya después puedes vender la marca y el hype como quieras. Pero las bases fundamentales, que son calidad humana, musical y de proyecto, deben estar allí. Es lo más importante, porque es lo que te asegurará vender entradas.

Hablando de autofinanciarse. Tengo la sensación que en la indústria musical están apareciendo cada vez más proyectos, como el vuestro, que desde la autogestión y sin depender de las mayors están haciéndose un hueco en las grandes ligas y pueden llegar a tener una solidez artística y económica.
Sergio: Yo no creo que sea una cosa de posibilidades económicas. Sino que hacer música hoy en día es mucho más barato, y más si es de música electrónica. Puedes hacer algo de mucha calidad, con muy poco dinero. Y a la vez difundirla también puede llegar a ser barato, si das con la tecla y puedes llegar a conectar con la gente. Piensa que los medios que se usan para distribuir música, las plataformas y las redes, están al alcance de todos.
Sandra: Aquí hay un Pero más grande que la Sagrada Familia, y es que o tienes un equipo detrás que apoye tu música o nadie te va a conocer. Hay muy pocos casos que triunfen sin esto. Necesitas un equipo que invierta tiempo en ti, que te haga una gira de booking y de promo brutal… Han de creer en ti y ayudarte a crecer poco a poco.

Muchas veces dicen que el camino fácil para conseguir el éxito es crecer rápido entrando en una multi…
Sandra: Eso para mi es un error. Las mayors muchas veces no involucran el tiempo y los recursos necesarios en sacar adelante des del inicio a un proyecto. Normalmente, cuando un proyecto ya está rodado, entonces se acercan. La otra manera de formar parte de una mayor es com proyectos ad hoc. Ha cambiado mucho la manera de trabajar. En nuestro caso con tiempo, esfuerzo y nuestro propio dinero nos hemos comprado nuestra libertad, en este sentido. Si en un momento no queremos tocar X cosas porque nos da ansiedad, pues no lo hacemos. Mientras seamos responsables de nuestra creación, que es lo único importante, nos irá bien.

¿A día de hoy ya habéis rechazado cosas?
Sandra: Sí, hay que comprometerse. Poder decir que no, es éxito también. Y así, te puedes concentrar en hacer la música en la que crees y no poner el piloto automático… que eso pasa mucho también. 'Ay que soy famoso, ay que mi vida es ser famoso y me encanta'. Cool, todo bien, ¿pero la música qué? Si pones el piloto automático, acabarás aburriéndote y no puedes depender de una campaña de marquéting de mucho dinero detrás tuyo para seguir adelante. Esto acaba pasando factura a tu público, a las entradas que vendes...
Sergio: Y en tu mismo interés en lo que haces. Al final, si tú te dedicas a esto es porque es tu pasión. Si dejas al lado la música, dejas a lado la razón primera por la que has empezado.

Otra de las virtudes de hacer música mainstream es que podéis atraer a muchos tipos de público y yo no me imagino cúal es vuestro público objetivo. ¿Qué publicó teneis?
Sandra: De todo. Padres con hijos, veinteañeros, gente de sesenta que le flipa la movida electrónica... También es verdad que tenemos mucho público LGTBI y eso a mi me flipa.

Eso es una buena señal.
Sandra: Totalmente. Eso significa que todos los humanos se sienten seguros con nuestra música y eso es lo más importante.
Sergio: Que nuestros conciertos sean como un capítulo de Sex Education.
Sandra: Lo único que no quiero que vaya es gente que me cae mal. No quiero gustar a la gente idiota.

Vuestro amor por la eléctronica no viene de cuna. Tengo entendido que los dos venís del jazz, el R&B, el funk… ¿Os enamorásteis a la vez de este estilo?
Sergio: Yo hacía más tiempo que llevaba escuchando y haciendo electrónica pero también soy doce años mayor que Sandra (Risas). Y Sandra justo cuando nos conocimos se había enamorado de la electrónica.
Sandra: Yo me puse a buscar productores porque vi que quería hacer esto el resto de mi vida pero no sabía producir. Además, la electrónica es amplísima o sea que en general alucinaba más con cada descubrimiento.

Viniendo para aquí me imaginaba una realidad paralela en la que también triunfabáis pero como grupo tocando rollo R&B, funk… (Risas)
Sandra: A mi me haría mucha pereza hacer eso, no me apetecería nada.

¿Por qué?
Sandra: Ya lo he vivido y no es interesante para mi ahora.
Sergio: Yo pienso lo mismo. Todo lo que he estado tocando de soul, R&B, jazz... lo he tocado, pero nunca lo he sentido 100% mío. Ahora con Sandra es la primera vez que siento que me identifico 100% con mi música.

Desde que ha empezado la entrevista se siente una conexión musical brutal entre vosotros. ¿Hasta qué punto es así?
Sandra: Muchísimo. Los dos somos yonkis de novedades de todo típico de música, pero principalmente de electrónica. Todo aquello que nos entusiasma acaba formando parte de nuestro sonido. Por ejemplo, yo tuve una etapa que sólo escuchaba Diplo, y esto se ha visto representado, porque la engullo como una ameba. Lo bueno es que muchas veces estamos en el mismo mood yo y Sergio.
Sergio: Siempre estamos en búsqueda de camellos de novedades. Ahora mismo, mi camello es la hija de un amigo mío de diez años.

La relación productor (hombre) - cantante (mujer) ha sido en muchos casos conflictiva por culpa de una relación de poder tóxica. Vuestro tándem parece romper con este cánon. ¿Cómo véis esta situación?
Sandra: De eso hay un montón de ejemplos, no sólo con productores. En la fotografia, típico follógrafo, o incluso en los backstage de los propios conciertos. Y estas actitudes no son normales. Se aceptan como normales y eso es lo que hay que evitar. También he vivido el estereotipo de ir a una entrevista y que digan el productor lo hace todo y después esta la cara mona que canta.

DELAPORTE 650

O sea, ya no es un tema de relación de poder sino es una cuestión puramente de género.
Sandra: A mi eso me revienta porque minusvaloran tu trabajo. En nuestro caso, los dos lo hacemos todo y no tiene ningún sentido que lo vean así. El estereotipo que esconde este comentario es que las chicas no trabajan, no son tan intelectuales o no son capaces de hacer un trabajo técnico, igual de bien que los hombres. Es una tristeza y me parece terrible.

Ya va siendo hora ver más mujeres en cargos de responsabilidad dentro de la indústria.
Sandra: Ojalá haya más mujeres productoras y la situación sea al revés. Que haya un pavo joven, con talento y guapo, que una pava le diga: ‘te voy a producir no porque quiera sexo contigo, sinó porque realmente molas’. Ojalá se invirtieran los roles, imagínate un mundo así. Si la pava tuviera el poder y el respeto como productora y pudiera escoger a quien producir, las actitudes serían muy diferentes. Sería super top.