"Ahora mismo estoy viviendo en Finlandia", revela Andrei Kureichik. "Fui refugiado bajo la protección de Artists at Risk, un programa que da cobertura de todo tipo a los artistas y gente de la cultura como yo que hemos tenido que huir de nuestros países". Cineasta, dramaturgo y guionista bielorruso, Kureichik se tuvo que marchar de su país huyendo de la represión del dictador Lukashenko. Autor de Voces de la nueva Belarús (traducida al catalán por Elisabet Ràfols), obra de teatro documental que recoge testigos reales de la persecución política vividas en su país, muy especialmente a partir de las elecciones fraudulentas del 2020, este lunes visitaba Barcelona para participar del debate 'Voces por la libertad' organitzat por el CCCB. No perdimos la oportunidad para encontrarnos con Kureichik y hablamos del arte como herramienta para defender la democracia y la libertad.

¿Por qué tuviste que huir de Bielorrusia?
Soy miembro de Consejo de Coordinación de Bielorrusia, un grupo que creamos después de las elecciones de agosto de 2020 para denunciar el fraude electoral que llevó a Lukashenko a ser reelegido. Muchos de nosotros, como Maria Kalèsnikava o Maxim Znak, fuimos detenidos. De otros, como Svetlana Alexievich, o como yo mismo, hemos tenido que huir del país y exiliarnos.

Toda una premio Nobel exiliada.
Es todo un referente. Una gran influencia. Una persona con unos ideales muy firmes, que se opone a cualquier tipo de dictadura. Alexievich dio apoyo a la revolución bielorrusa con toda su alma.

Llegamos a creer que la revolución triunfaría en Bielorrusia, pero ignoramos que Lukashenko contaba con el apoyo de Vladímir Putin

Pero no triunfasteis.
Llegamos a creer que la revolución triunfaría, pero ignoramos que Aleksandr Lukashenko contaba con el apoyo de Vladímir Putin. No éramos conscientes de los planes  que tenía Putin para Bielorrusia en su camino para conquistar Ucrania. Putin dio un gran apoyo humano y material a Lukashenko en el aplastamiento de la revolución. A cambio hemos sido sus cómplices en la guerra en Ucrania.

¿Por qué esta guerra?
Rusia está intentando reconstruir alguna cosa parecida a un imperio. Bien, Rusia no sino Putin y la gente que lo rodea. Gente muy rica, que lo tiene todo, a pesar de que lo único que quieren es pasar a la historia como los reconstructores de un imperio ruso que colapsó con la caída de la antigua Unión Soviética. Con la desaparición de la URSS perdieron el control sobre las repúblicas que formaban parte. Su objetivo es volver a las fronteras del siglo XIX. Y eso no es ningún secreto, lo hemos podido escuchar y leer en muchos de los discursos que Putin había hecho en los últimos años.

Putin quiere pasar a la historia como el reconstructor de un imperio ruso que colapsó con la caída de la antigua Unión Soviética

Y que ahora ha decidido llevar a cabo. ¿Por qué?
Lo venía anunciando de hace tiempo. Sólo teníamos que saber cuando y si sería un plan que comportaría el derrame de sangre o sería un ocupación pacífica.

¿Cuáles son los planes expansionistas de Putin?
Putin quiere conquistar Ucrania, evidentemente. Pero también Bielorrusia, Moldavia y algunas partes de los países bálticos.

¿Qué pasa con Finlandia?
A Puntin no lo interesa Finlandia.

¿Cuáles son los criterios que sigue Putin en su plan expansionista?
Muuy sencillos: territorios de mayoría rusa y religión ortodoxa. Putin es un hombre extremadamente religioso. De hecho, su consejero espiritual, el padre Tikhon Shevkunov, tiene una gran influencia sobre él. Bielorrusia es un país ortodoxo, igual que Ucrania y Moldavia, como también lo son algunas zonas de Letonia y Estonia. Por eso no le interesa Finlandia.

¿Estamos en las puertas de una Tercera Guerra Mundial?
Afortunadamente ahora vemos que no. Con unos recursos infinitamente menores, Ucrania ha podido hacer frente a la embastida militar rusa. Putin ha sido incapaz de hacerse con el control de las principales ciudades ucranianas, empezando por la capital, Kiev. Ahora tiene que hacer propaganda de la conquista de pequeñas ciudades en el este de Ucrania. Con todo, lo que está intentando perpetrar Putin, y eso sí que es peligroso, es librar una guerra psicológica con la sociedad occidental, instaurando el miedo en la cabeza de los europeos.

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El cineasta Andrei Kureichik es una de las voces más críticas contra el dictador bielorus Lukaixenko. Foto: Sergi Alcàzar

Lo que está intentando perpetrar Putin es librar una guerra psicológica con la sociedad occidental, instaurando el miedo en la cabeza de los europeos

¿Esta es su arma principal, la guerra psicológica?
Totalmente. Su ejército es débil. Si no ha podido con el ejército ucranianp imaginad qué pasaría si tuviera que entrar en guerra con la OTAN. Por otra parte, hay toda una élite rusa que no quiere meterse de pleno en una guerra nuclear. Amos de fortunas billonarias, nacidas a partir de robar durante décadas al pueblo ruso, que no quieren poner en riesgo su estilo de vida. Con todo, esta élite comparte con Putin la idea de que Rusia necesita a un enemigo constante.

¿Cuál es este enemigo, actualmente?
La sociedad occidental: Europa y los Estados Unidos. La idea de un enemigo de Rusia que pone en peligro la patria es lo que permite que su popularidad no decrezca. En épocas de paz, la popularidad de Putin cae, y es entonces que busca a un enemigo. Lo hizo cuando conquistó Crimea. Después fue el nacionalismo ucraniano. Y ahora es la sociedad occidental.

En épocas de paz, la popularidad de Putin cae, y es entonces que busca a un enemigo

¿Cuál es el papel de Lukashenko en este escenario?
Aleksandr Lukashenko es un experto en la supervivencia política. De los herederos de la antigua Unión Soviética, es el dictador más longevo de todos. Lleva más tiempo al poder que cualquiera a otro dictador de las antiguas repúblicas. Es una bestia política que puede sobrevivir en cualquier circunstancia. Una vez su popularidad cayó por el suelo después del fraude evidente de las elecciones de 2020, decidió dejar de jugar a ser un dictador benévolo, que es el que había estado haciendo todas estas décadas, para reinventarse como un coronel al servicio de Putin. Como contrapartida, Putin lo ayuda a mantenerse en el poder.

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Andrei Kureichik ha visitado Barcelona por participar del debate 'Voces por la libertad' del CCCB. Foto: Sergi Alcàzar

Bielorrusia ha sido el laboratorio para experimentar con el totalitarismo que quiere instaurar Putin

Una marioneta en manos de Putin.
No afirmaría que es una marioneta, pero sí un vasallo. Tiene un punto cómico, porque quiere mostrarse como un consejero de Putin. Un hombre de larga experiencia en el poder que puede asesorar a Putin. Y en algunas cosas, así ha sido. En temas de represión, Rusia ha copiado muchas cosas de Lukashenko. Bielorrusia ha sido el laboratorio para experimentar con el totalitarismo que quiere implantar Putin.

Represión de que tú has sido víctima.
Siendo miembro del Consejo de Coordinación de Bielorrusia era inevitable. Muchos de mis compañeros fueron encarcelados. Delante de este escenario, mi abogado me recomendó exiliarme si no quería acabar en la prisión.

¿Por qué los dictadores tienen miedo de la gente de la cultura?
Es muy fácil: los dictadores quieren que la gente piensen y actúen de una manera muy determinada. Quieren que odies América y Europa y que pienses que Ucrania está llena de nazis. Una cosa del todo ridícula si tenemos en cuenta que Zelenski es judío. Lo conozco y puedo decir que no sólo no es nazi, evidentemente, sino que su ideario no es para nada nacionalista. Él cree en la pluralidad de Ucrania. El hecho, sin embargo, es que el arte te hace ser una persona libre de pensamiento y acción, y eso te convierte en enemigo directo de los dictadores.

¿El arte puede cambiar el mundo?
Totalmente. En el arte todo depende de la inspiración. Y una obra que inspire puede cambiar el devenir de la gente que la disfruta. Tengo muchos amigos artistas en Ucrania, el primer país, por cierto, que me acogió cuando me exilié, y el primer país en que se representó mi obra de teatro sobre la revolución bielorrusa de 2020. Muchos de estos amigos artistas se han hecho soldados y ahora están en primera línea de fuego. Escritores, guionistas... que han mostrado un gran espíritu de solidaridad en tiempos complicados como los actuales alistándose en el ejército como cualquier persona normal. De hecho, a pesar de estar en guerra, o quizás porque están en guerra, en Ucrania se están creando grandes obras de arte.

No puedo verme a mí mismo matando a otras personas por muy justa que sea la causa

¿Te unirías al ejército para defender la libertad de Bielorrusia?
Una pregunta difícil de responder. Pero tengo que ser sincero y admitir que yo no lo haría. No puedo verme a mí mismo matando a otras personas por muy justa que sea la causa.

¿Cuándo ha sido la última vez que has hablado con Zelenski?
Ahora ya hace mucho. Nos conocemos pero no somos amigos. Zelenski fue el protagonista de mi película Office Romance. Present Times, una comedia de 2011. Es un gran actor pero aún más importante, una persona de grandes convicciones. De todos modos, diez años atrás nunca habría imaginado que sería uno de los principales líderes del mundo libre. En Bielorrusia todo el mundo opinaba que huiría el segundo día de guerra. No lo hizo. Cuando los rusos llegaron a las puertas de Kiev, todo el mundo pensaba que huiría. No lo hizo. Ningún otro presidente habría defendido mejor Ucrania que Zelenski.