“Es un honor formar parte de esta excelsa lista de títulos y autores del fantástico y del terror, soy capaz de soñar muchas cosas, algunas oscuras y terroríficas, pero nunca imaginé agradecer este premio aquí, en Sitges, La Meca, casa. Se ha hablado mucho estos días de que soy una de las primeras mujeres españolas en rodar una película de terror, por eso quiero dedicar este premio a todas aquellas que me seguirán”, ha dicho Carlota Pereda (Madrid, 1975), tras el anuncio del Méliès de Oro que premiaba su primer largo, Cerdita. Un film que llegará a las salas este viernes y que desarrolla el cortometraje homónimo que firmó hace cuatro años, y que también fue motivo de satisfacciones constantes, recogiendo decenas de galardones (Goya incluido). Algo que todo apunta que se reproducirá ahora, porque el reconocimiento recién conseguido sigue a los del Méliès d’argent al Mejor Largometraje Europeo en el Festival Europeo de Cine Fantástico de Estrasburgo y al de Mejor Película de Terror en el Festival de Cine Fantástico de Austin.

El premio logrado en la ciudad texana se suma a los aplausos conseguidos en Sundance, a su estreno norteamericano y la reacción conocida en las redes sociales de personajes tan reconocidos como los directores Edgar Wright (Última noche en el Soho) y Sean Baker (The Florida Project), o del productor, y Rey Midas del cine de terror en Hollywood, Jason Bloom. Aún más: Cerdita, el corto, dio la campanada en otro certamen norteamericano, el Slamdance, con un premio de 25.000 dólares (“me vinieron muy bien durante la pandemia”) y una mentoría con los  todopoderosos hermanos Russo, directores de Avengers: Endgame o Capitán América: Civil Wars. Esa relación de supervisión durante un año, continuó, Carlota Pereda les enviaba sus progresos y ellos opinaban, incluso, nos cuenta, la invitaron al estreno en Londres de la reciente El agente invisible, donde la felicitaron por Cerdita, el largo: “Les encantó”, confiesa. Quizás eso explique el rumor que el día de su encuentro se extendió en twitter sobre su fichaje para un futuro proyecto para Marvel: “Ya, bueeeeno, es que... ¿por qué se han inventado esta cosa? ¿A quién le interesa inventarse algo así sobre mí? Si no es por lo de los Russo no me lo explico”, dice carcajeándose. Y continúa: “No, no voy a hacer nada con Marvel. Lo que sí voy a hacer es una película con Filmax que se llamará La ermita, de terror y con Belén Rueda, empezamos a rodar en Euskadi en octubre”, explica. 

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Carlota Pereda y Laura Galán durante el rodaje de Cerdita

Un cóctel sangriento, una fiesta para amantes del género 

Hablemos de la película, un cóctel que usa ingredientes del terror slasher, de costumbrismo salpicado de humor, de drama sobre el bullying y de grito de rebeldía contra la dictadura de los cuerpos normativos y la gordofobia. Temas que ya estaban en Cerdita cortometraje y que ahora se ven potenciados de forma sabia y sorprendente. Explica Carlota Pereda: “Escribí el primer tratamiento del tirón, casi como un vómito. Después, al reescribir y empezar a trabajar con cabeza de guionista y también de directora, fui reforzando la idea de que lo que sucede en el primer acto iba a ser la realidad, y la realidad siempre es más cruda que lo que íbamos a ver después. Cuando te pasa algo gordo, te das cuenta de que la vida sigue, que hay comedia, que no pasa nada. Tú estás con tu marrón encima y ves que la gente está a lo suyo, que sigue con su vida. El segundo acto tiene que ver con eso, y va en contra de lo que se supone que debe ser el segundo acto de un thriller, en el que tienen que pasar más y más cosas, todo tiene que ir más arriba. La idea era hacer lo contrario, poner el foco en una persona que nunca dice nada ni hace nada. Hacer un thriller moral sobre una persona que no hace. Me parecía divertido, quizás en un sentido un poco raro de lo que es la diversión. Y ahí incluyes la comedia, porque para mí sin comedia no existe la vida. Luego, el tercer acto, la catarsis, ya te da una bofetada”, reflexiona entre risas. Poco contaremos sobre la trama de Cerdita, conviene verla lo más virgen posible, pero sí es fundamental hablar del magnífico trabajo de su protagonista, en el corto y en el largo, Laura Galán. “Hemos hecho la película de la mano. Si tras el corto éramos amigas, ahora somos familia. Laura tiene muchísimo talento, puede con lo que se le eche encima”.

Cerdita

De Stephen King a los coreanos

La sangre salpica muchas de las secuencias de la disfrutona Cerdita, “una peli con un espíritu bastante punk”, dice Carlota Pereda, que suelta su pasión por el cine de género. “Me ha atraído siempre, a mí me gusta la ficción que sabe que es ficción. Te permite tratar temas desde la emoción, y la emoción siempre llega más lejos que lo racional. Es como la música, en cierto sentido. Creo que con el cine de género puedes llegar muy lejos temáticamente, y también formalmente. Y te lo puedes pasar muy bien dirigiendo”, apunta.  Entre esas posibilidades temáticas, la directora pone el foco, como decíamos, en el retrato costumbrista y en la gordofobia. Respecto al primer aspecto, Pereda desliza algunos de sus referentes: “Aquello de un pueblo tranquilo en el que nunca pasa nada, pero... (risas). Algo que hace Stephen King, que para mí es un gran referente. Si lo lees sabes que por encima de todo es un gran creador de personajes. Luego les pasan cosas, pero están muy bien dibujados, sabes que si alguna vez vas a Maine te vas a encontrar a gente como la que él describe en sus libros. Y a mí me apetecía hacer algo parecido con Extremadura. La gente que ves en pantalla sabes que existe. Para crear a los personajes pensé en gente que conocía. Mi familia es de Badajoz y veraneo en Villanueva de la Vera, que es donde se rodaron el corto y el largo. Continuando con los referentes, además de Stephen King, para mí también lo era el cine coreano. Hacen cine muy local, desde la mezcla de géneros, y siempre muy político. Y el western también lo fue para algunas cosas, el director de arte siempre me decía que estábamos rodando un western”.

En cuanto a la dictadura de los cuerpos normativos, Carlota Pereda es contundente: “La intención era que el bullying fuera más terrorífico que todo lo demás. Mostrar esa cosa de la violencia institucionalizada, que pasa de generación en generación. Parece que no, pero todo eso va sumando, y entras en una espiral que si no la rompes... aunque aquí no la rompe ella, sino otra persona y de una forma un poco bestia”.  Volviendo a su próximo proyecto, La ermita, el futuro cierra un círculo con el pasado de la cineasta. Y es que no será la primera vez que trabaje con Belén Rueda, musa del género (“una de nuestras grandes scream queens, junto a Leticia Dolera, Manuela Velasco... y Laura Galán”, afirma). Carlota Pereda empezó su trayectoria como script en la serie Periodistas, que Rueda protagonizaba. Y se curtió realizando, escribiendo, montando y dirigiendo muchísimas series. Incluso dos diarias, El secreto de Puente Viejo y Acacias 38. “Las series diarias son un Vietnam, aprendes muchísimo y te encuentras con gente muy talentosa”, confiesa. “Tengo mucho callo en televisión, y trayectoria, por eso me hace gracia lo de directora novel”, dice, para terminar con un deseo que conecta con sus palabras tras ganar, ayer, el Méliès de Oro en Sitges, dedicándolo a las mujeres cineastas que seguirán sus pasos: “Tengo muchas colegas que hacen cortometrajes alucinantes, hay cantera. Mujeres que hacen género hay muchísimas, no es que no haya talento. Que haya muy pocas haciendo largometrajes, eso sí es más revelador, y raro. Pero creo que va a cambiar, y muy pronto”. Amén.