Con un texto brillante por la precisión en sus palabras y, sobre todo, por los silencios milimetrados y estudiados que lo acompañan en cada momento, el dramaturgo Guillem Clua escribía L'Oreneta, una obra teatral inspirada en un atentado homófobo producido en un bar LGTBIQ+ de Orlando (EE.UU.), que acabó con una cincuentena de muertos el año 2016. Un hecho que marcó de tal forma al autor, que con el texto que creó y que al cabo de un mes fue traducido en cuatro lenguas, ha acabado convirtiéndose en uno de los éxitos de la temporada teatral en nuestra casa. "Es una historia de un luto, de una culpa repartida de los dos personajes que contiene mucho amor, por eso el público sale llorando pero con la sensación de haberlo pasado bien, porque salen liberados de alguna forma y creo que eso, es debido a la gran cantidad de amor que hay", apuntan sus únicos protagonistas, Emma Vilarasau y Dafnis Balduz, entrevistados al mismo escenario donde minutos después, interpretan una nueva función.

Emma Vilarasau Dafnis Balduz - Sergi Alcàzar

Emma Vilarasau y Dafnis Balduz, en la Villarroel / Foto: Sergi Alcàzar

La obra, que aterrizó en Barcelona a mediados de febrero después de representarse en una quincena de países, lo hace en La Villarroel, donde Vilarasau y Balduz se ponen en la piel de Amèlia y Ramon sin abandonar el escenario a lo largo de la hora y media que prácticamente dura la función. Bajo la dirección de Josep Maria Mestres, L'Oreneta representa la canción que une a ambos personajes, la del joven que quiere mejorar su técnica vocal para cantar al memorial de su madre, y su profesora de canto. Poco a poco, la canción dará lugar a una serie de recuerdos que unirán a los personajes marcados por un mismo denominador común.

"Si no eres actor no lo entiendes, pero nos lo pasamos muy bien", remarca Vilarasau, respondiendo a la pregunta de cómo es de complejo interpretar una función como esta, que no deja de narrar un drama y que finaliza con los dos actores compungidos saludando al público que todavía se seca las lágrimas que les caen de los ojos. "Es un texto que en el rato que dura la función pasan tantas cosas, que para los actores y las actrices es el más divertido, entrar en espirales de sensaciones, de emociones concentradas en el tiempo es divertidísimo y, cuando te sientes a gusto, es la bomba", dice Balduz. La complicidad entre ambos actores es máxima y absoluta, y así se denota encima del escenario y en esta entrevista, donde aseguran que trabajar juntos es un placer que buscaban desde hace tiempo. "Nos entendemos muy bien, hay mucha complicidad y en el escenario vamos mucho de la mano", detalla Vilarasau, que apunta como "a pesar del dolor de la historia, la comunicación con el público es muy fuerte, y la energía que te devuelve también es liberadora por nosotros".

Emma Vilarasau actriz - Sergi Alcàzar

Emma Vilarasau / Foto: Sergi Alcàzar

La Villarroel, un teatro muy íntimo

Por Balduz, sin embargo, no es la primera vez que se pone en la piel de Ramon, ya lo hizo en Madrid, eso sí, en un formato diferente al actual, a la italiana -nombre que se llama a la estructura del teatro habitual donde el público se sitúa concentrado delante del escenario-, a diferencia de La Villarroel, donde el espectador se encuentra en los dos laterales del escenario. "Eso nos favorece en que el espectador esté mucho más dentro de la sala". En la misma línea responde Vilarasau, que se inició en el Teatro Liure de Gracia, donde tenía el público distribuido a los 4 laterales del escenario, y que apunta como "en esta obra, este teatro nos juega a favor, es bonito sentirse rodeado y oír al público tan cerca, a pesar de ser complejo en el montaje, porque siempre se tiene que tener en cuenta que uno de los dos tiene que estar de cara para no dar la espalda a un lado del público, un trabajo que no se ve, pero que está".

Dafnis Balduz actor - Sergi Alcàzar

Dafnis Balduz / Foto: Sergi Alcàzar

Una defensa al colectivo LGTBIQ+

A la rueda de prensa de presentación, Clua explicaba que "L'Oreneta es un grito de alerta ante una ola reaccionaria ultra conservadora que amenaza los derechos del colectivo LGTBI", y celebraba como esta, es una representación que se reinventa y que invita a la reflexión que permite interpelar a todo el mundo quién la va a ver. "El mejor éxito es que después de ver una obra, el espectador cambie alguna cosa de su vida". El dramaturgo avisaba en la presentación celebrada en el mismo teatro, de que ha sido capaz de convertir algo doloroso en una representación bonita, y reconocía, como en la obra, "a los dos personajes se desnudan capa por capa", un hecho que para el público que asiste a La Villarroel y "como las buenas cebollas, hace llorar". Y mucho, eso sí, con la sensación reconfortante del que han ido a ver, ha merecido la pena.

L'Oreneta se podrá ver hasta el próximo 1 de mayo en La Villarroel y las previsiones apuntan que a partir de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, la obra se encontrará de gira por Catalunya. Los actores desean que se pueda representar por todas partes, en pueblos grandes y, sobre todo, pequeños, con un deseo que ya han manifestado: "queremos y hemos pedido poder hacerla en escuelas e institutos, porque es una obra interesante que puede hacer reflexionar a muchos adolescentes y jóvenes".