El editorial de El País de este miércoles repite punto por punto el argumentario fabricado por Ciudadanos, donde se presenta una Catalunya al borde del enfrentamiento civil a causa de la obstinación independentista, etcétera. "Tensión", "imponer", limitar la libertad", "amedrentar", "arbitraria", "inflamar", "exacerbando", "perpetrar en la sombra", "atropello"... Casi no hay frase sin alguna expresión inflamada, febril, incandescente. El final es aterrador: "ninguna de estas maniobras impedirá señalar a Torra y sus consellers como responsables si algo irreparable llega a ocurrir entre catalanes", como acusando al presidente y al Govern si hay algún muerto —¿hay alguna otra "cosa irreparable"?

"Torra y sus consellers" son las únicas personas mencionadas en el editorial.

Excepción con lazos es el sexto editorial en diez días que el diario dedica a la situación en Catalunya, siempre pintada como "sociedad dividida" con ese tipo de lenguaje beligerante, agresivo, visceral. Tras esta intensa preparación artillera, el miércoles era el día en que se podía endosar un muerto a "Torra y sus consellers" sin asustar a nadie, en un entrevero de Minority Report con Peaky Blinders. En medio del tremendismo retórico y del decir sin decir, parece claro que la expresión "alguna cosa irreparable" no alude precisamente a la lluvia.

El resto del editorial va cargado de gruesos juicios de intenciones. Atribuye "la tensión social" a "la pretensión de imponer por vías de hecho el programa de la independencia". Afirma que el Gobierno "imparte [consignas] a los ciudadanos encuadrados en organizaciones independentistas, de los que se sirve como si fueran fuerzas espontáneas para limitar la libertad de quienes disienten". También dice que la Generalitat quiere "amedrentarlos [a los no independentistas] a través de las fuerzas policiales a su mando, a las que empujan a actuar de manera selectiva y arbitraria". Todo eso sólo en el primer párrafo. Etcétera, etcétera. Es Berlín, 1933.

Al final acusa preventivamente al presidente Torra y a su Gobierno si hay algún muerto —hay alguna otra "cosa irreparable"?

Afortunadamente, todas estas enormidades las desmiente la realidad de la que el mismo diario informa. Una búsqueda de la expresión "lazos amarillos" en la misma web de El País cuenta otra historia, concretamente la historia contraria a la que explican sus editoriales. Desde el 10 de agosto, el diario ha publicado estas informaciones:

  • En libertad provisional el acusado de agredir a varias personas mientras arrancaba esteladas en Verges. Se trata de un vecino de Banyoles que acumula más de cuarenta antecedentes y 26 detenciones.
  • Identificado un guardia civil cuando iba a retirar lazos amarillos junto a otras 13 personas en Tarragona. Los Mossos abren acciones legales contra el agente y otras 13 personas.
  • Una plataforma vinculada a Ciudadanos lanza una campaña en playas catalanas contra los lazos amarillos. España Ciudadana ha sobrevolado con una pancarta sobre una veintena de playas.
  • Arrimadas sugiere desacatar a la policía catalana por los lazos amarillos. La jefa de la oposición dice que el cuerpo pierde autoridad al actuar “políticamente”.
  • Ciudadanos llama a una manifestación en Barcelona para defender a quienes retiran lazos amarillos. El partido denunciará ante la fiscalía la agresión a una mujer por quitar estos símbolos
  • El agresor de la mujer que retiraba lazos amarillos niega que actuara por “cuestiones políticas”. Arrimadas anuncia que llevará el caso a la fiscalía por delito de odio.
  • Casado y Rivera piden a Sánchez que actúe contra los símbolos. El líder del PP quiere que se restrinjan también en el Congreso.
  • La fiscalía investiga a los Mossos por identificar a personas que retiran lazos amarillos. El ministerio indaga sobre las actuaciones de la noche del 17 de agosto y del pasado sábado.
  • 80 personas con la cara tapada retiran de noche lazos amarillos en pueblos de Girona. Los Mossos d'Esquadra levantan acta al grupo por una supuesta infracción de la 'ley mordaza'.
  • Rivera y Arrimadas retiran lazos amarillos en un pueblo de Barcelona. Ciudadanos participa esta tarde en una concentración en la capital catalana en apoyo de quienes quitan estos símbolos.

El recuento no es exhaustivo, pero casi. Cualquiera se hace una idea de los hechos sobre los que se supone que el diario opina en su(s) editorial(es).

El domingo pasado, día 26, el diario tuvo la buena idea de publicar un reportaje que quiere ser un resumen de la cosa. Se titula "Escalada de tensión por los lazos amarillos". El subtítulo precisa: "Crecen los altercados entre los grupos que retiran simbología independentista y quienes les increpan por hacerlo". Aunque habla de tensión y conflictos y trata de repartirlos equitativamente entre unos y otros, el reportaje no cita ni un solo incidente provocado por los, digamos, colgadores de lazos, salvo cuando dice "los problemas surgen cuando los grupos [que quitan lazos] son descubiertos y la reacción de sus opositores es increparlos y filmarlos". Claro. Si los vecinos dejaran actuar a los, digamos, "quitadores" de lazos, no habría "problema". Tal cual.

En otro punto se preocupa por aclarar que "la mayoría de situaciones de tensión han sido protagonizadas por individuos no organizados", aunque más adelante recuerda que "Ciudadanos ha organizado equipos de simpatizantes para retirar lazos amarillos" y que "recrimina al gobierno [español] que no actúe contra la Generalitat, e incluso anima a desobedecer a los Mossos". Todo muy normal.

Una busca de la expresión lazos amarillos a la misma web de El País cuenta otra historia, concretamente la contraria

La entradilla de la información sobre el pelotón de, digamos, "quitadores" de lazos, que actuó en Girona lo describe así: "Unas ochenta personas, autodenominadas en las redes sociales como 'Brigadas de limpieza de lazos amarillos preparadas para liberar Cataluña del Independentismo', se reunieron sobre las once de la noche de este martes en Cabrera de Mar (Maresme) para salir en grupo —entre 20 y 30 coches— hacia las comarcas de Girona para 'arrancar lazos amarillos y resto de propaganda separatista'. Poco antes de las dos de la madrugada llegaron a La Bisbal d'Empordà. Utilizando escaleras de grandes dimensiones y todos ellos ataviados con monos blancos que también les tapaban la cabeza y gafas industriales que impedían reconocerles, fueron arrancando los lazos amarillos".

El editorial (los editoriales), sin embargo, sólo señalan a "Torra y sus consellers" y al independentismo, y avisa que los hará "responsables si alguna cosa irreparable" llegara a pasar, además de acusarlos de todas las maldades que ya dichas. Todo da una impresión irreal, de realidad alternativa —aunque es obvio qué pretende el diario madrileño, muerto preventivo por medio y todo.

Solo una pregunta: los y las editorialistas de El País ¿leen su diario?