El Juzgado de Instrucción 26 de Barcelona ha admitido a trámite la denuncia de la Asociación Española de Abogados Cristianos contra la poeta Dolors Miquel por la recitación del poema "Mare nostra" en la ceremonia de entrega de los premios Ciutat de Barcelona, el 15 de febrero. Así pues, el proceso continúa adelante. La poeta podría ser condenada, por una ofensa a los sentimientos religiosos, a hasta doce meses de prisión. Eso ha reabierto el debate sobre la libertad de expresión y sobre la existencia del artículo 525 del Código Penal, heredero directo de las leyes contra la blasfemia.

Solidaridad del mundo cultural

Buena parte del mundo cultural ha expresado su solidaridad sin paliativos con la poeta. Lo hizo el PEN Català, la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana, Culture Action Europa, International Authors Forum y PEN Club, que emitieron un comunicado de solidaridad con Miquel. Y también numerosos intelectuales se han posicionado en favor suyo y han expresado su preocupación por un posible retroceso de las libertades democráticas.

Ada Colau, con Dolors Miquel

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, era uno de los objetivos de la denuncia contra Miquel. Los que la denunciaban querían condenar, no sólo a la poeta, sino también a la alcaldesa, por haber contratado el espectáculo y por haber aplaudido el poema. Al enterarse de que el juzgado ha admitido a trámite la denuncia, Colau ha criticado la decisión de judicializar "un poema feminista". Ha afirmado irónicamente: "No sé cómo acabaremos". Y ha argumentado que el poema entraba dentro de la libertad de expresión y que no contenía ninguna expresión contraria a ninguna religión.

La conselleria, ambígua

El conseller de Cultura, Santi Vila, que se consideraba entre los "ofendidos" por la poeta, criticó la acción judicial, afirmando que "puestos a ser restrictivos, en el terreno de la libertad, siempre pecaré más por defecto que por exceso". Aprovechó la ocasión para cargar contra un Estado español que definía como "un Estado de Derecho profundamente imperfecto, por no decir profundamente contradictorio" y criticaba la legislación sobre la libertad de expresión española. Eso sí, evitó posicionarse a favor de Dolors Miquel, alegando que encontró "de mala educación" su actuación. Y cargó contra el consistorio barcelonés al afirmar que "si la nueva política, la nueva creatividad y el ansia irreductible de transgresión pasan por recitar un poema ocurrente pero discreto, eso sí, decididamente feminista y antirreligioso, me temo que como sociedad tenemos un problema y no menor". También Xavier Trias, ex alcalde de Barcelona por Convergència i Unió, fue crítico con la programación de la actuación, pero se mostró contrario a la denuncia.

Cuatro confesiones, contra Miquel

Pero no sólo los católicos se han movilizado contra Dolors Miquel. A raíz de su declamación en el Ajuntament de Barcelona, se emitió un comunicado conjunto contra ella de representantes de las cuatro religiones que tienen firmados acuerdos con el gobierno español: católicos, protestantes, musulmanes y judíos. En este comunicado se pedía que no se repitieran las ofensas contra las religiones. Alegaban que atacar las religiones era atacar a la convivencia, y ponían como ejemplo los atentados de Charlie Hebdo (en realidad, identificaban a las víctimas de los atentados como inductores de éstos). El comunicado era firmado por la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, la Comisión Islámica de España, la Federación de Comunidades Judías de España y la Conferencia Episcopal Española. No era el primer comunicado conjunto de las cuatro asociaciones: antes ya habían publicado un manifiesto contra el matrimonio homosexual.

He ido recibiendo y todavía recibo, muchas ofensas e insultos de una agresividad extrema (como los que me desean la muerte y enfermedades terribles a fin de que la diñe)

No todo queda en denuncias

Dolors Miquel ha expuesto a las redes sociales que desde el surgimiento de la polémica ha recibido muchos insultos: "He ido recibiendo y todavía recibo, muchas ofensas e insultos de una agresividad extrema (como los que me desean la muerte y enfermedades terribles a fin de que la diñe)". Pero denuncia, además, que de forma recurrente estos mensajes usan su físico como insulto: "Que el físico de una mujer sea todavía motivo de insulto feroz muestra la sociedad al tiempo fascista y patriarcal donde estamos inmersos. Dentro del oscurantismo, la mujer mala, es fea. ¡Fea. Fea!".

E-cristianos

Una de las asociaciones que denunciaron a Dolors Miquel es E-Cristians, que argumenta que la actuación de Miquel “no obedece a un afán creativo o artístico”, sino que que, por el contrario, respondería “a una clara voluntad de provocación y ataque al sentimiento religioso” y pide que se le aplique a la poeta el artículo 525 del Código Penal. E-Cristianos es una organización presidida por Josep Miró i Ardèvol, ex conseller de Agricultura de 1984 a 1989. Miró se ha posicionado repetidamente en contra del aborto y la homosexualidad. Miró i Ardèvol, en un artículo reciente, se ha mostrado muy crítico con el consistorio barcelonés, pero también con ERC, la CUP e incluso con el PSC y con el president Carles Puigdemont por su posición hacia el catolicismo. Y anima a los católicos a luchar para que "nuestra fe, cultura y religión (...) sean respetados en la vía pública". Las denuncias constituyen una parte importante de su estrategia.