“Si el Delta se inunda, tú te ahogarás”. Este es el anónimo que ha recibido una activista medioambiental italiana instalada en el Delta del Ebro, con el encargo de la Unión Europea de redactar un informe que puede decidir el destino de unas subvenciones necesarias para la supervivencia del entorno. Y sobre este amenazador mensaje girará la investigación de una periodista llegada desde Barcelona para indagar en la misteriosa desaparición de la joven. En la primera secuencia de Delta, la nueva propuesta seriéfila que hoy llega a 3Cat, unos planos aéreos nos sitúan geográficamente: unos kayaks recorren el Ebro, una oportunidad de disfrutar de un ecosistema único, una experiencia que se rompe con el hallazgo de una mochila que pertenece a Bianca, la activista que ha desaparecido sin dejar rastro. Pronto sabremos que la gente del lugar no le tenía ninguna simpatía: “Nos hierve la sangre cuando escuchamos los ecodiscursos de gente como ella”, escucharemos decir. También se nos contará que la chica desaparecida había sufrido cierto acoso en forma de rotura de los cristales del coche, o de un extraño intento de inundar su casa. El informe que la joven estaba redactando ponía a demasiada gente nerviosa: “Si el informe afecta la vida de tantas personas… puede haberlo hecho cualquiera”. El misterio está servido.
En torno a la desaparición de la activista, Delta plantea un relato absorbente centrado en dos protagonistas: una es Júlia, la reportera que se encuentra con la desconfianza de los residentes de la zona, por ser periodista y por ser forastera. Y la otra es Meri, hija de pescador, capitana de un barco que hace rutas turísticas, una mujer de carácter en un mundo esencialmente masculinizado y machista. Las interpretan Meritxell Calvo y Raquel Ferri, rostros no especialmente populares que dan fuerza y credibilidad a sus personajes. Ambas, marcadas por mochilas emocionales de su pasado que iremos conociendo poco a poco, se convertirán en aliadas inesperadas a la hora de averiguar qué pudo haberle ocurrido a Bianca, y a la hora de plantar cara al patriarcado, tanto el de los mejilloneros y pescadores como el de quienes mandan en los medios de comunicación.
Thriller y retrato costumbrista
Cuenta su creador y director, David González, que la serie no solo sitúa su intriga en el Delta, sino que sirve como excusa para hablar de la realidad del territorio. Y el matiz es importante, porque, efectivamente, mientras las protagonistas van descubriendo detalles que pueden ayudar a esclarecer el caso, la trama no deja de subrayar cómo es el día a día de todos aquellos que viven y trabajan en una zona amenazada en plena crisis climática, añadiendo una dimensión más profunda a la que demanda un argumento policiaco más convencional. La mezcla de thriller y retrato costumbrista, bajo el prisma de un forastero que despierta recelos, es aquí muy eficaz. De hecho, ha funcionado muy bien históricamente: de Twin Peaks a Broadchurch, de Top of the Lake a La caza, el choque de arquetipos es un recurso clásico a menudo explotado en las series y películas que abordan un género que, en el fondo, es deudor de tantos y tantos westerns con un forastero al que constantemente invitan a dar media vuelta y marcharse.
La serie no solo sitúa su intriga en el Delta, sino que sirve como excusa para hablar de la realidad del territorio
En Delta, por tanto, el territorio es fundamental, igual que lo eran las marismas del Guadalquivir en la sensacional La isla mínima, o los pantanos de Luisiana en la primera temporada de True Detective. Los dos primeros episodios de Delta, los que 3Cat ha proporcionado a la prensa, dilatan convenientemente el misterio, alimentando las ganas del espectador de seguir descubriendo qué se esconde. Y sacan partido del potencial estético del paisaje, que contribuye a la creación de la atmósfera claustrofóbica que requiere el thriller. Pero la localización actúa también como un poderoso dispositivo que determina enormemente el comportamiento y la forma de ser de los personajes que la habitan. Es curioso que un escenario tan potente se haya aprovechado tan poco en nuestro audiovisual. Si se lo replantean, más vale que se den prisa, porque, tal como recuerda la serie, no acaban de llegar las actuaciones urgentes necesarias para preservar esta zona húmeda de nuestra geografía. Thriller, retrato costumbrista y aviso —o llamada desesperada— para los oídos que quieran escuchar.