Cuatro personas que han vivido durante años en la calle en Barcelona han coincidido este lunes en reivindicar que el acceso a la cultura se tiene que garantizar a todo el mundo porque permite "recuperar la dignidad". Juana, Vanesa, Rafa y Antonio son personas que han vivido años en la calle, sin un hogar, y este lunes han participado en la jornada Sensellarisme i cultura, organizada por la entidad Apropa Cultura, con el objetivo de sensibilizar y formar a los profesionales del ámbito de la cultura en materia de sinhogarismo.

La cultura no tendría que ser un lujo

Antonio ha explicado que pasó seis meses viviendo en la calle y unos dos años en albergues y el día que pudo ir al Palau de la Música, en Barcelona, como espectador sintió que "era un reconocimiento hacia mí como persona" y que supuso un "nivel de dignidad brutal". Vanesa ha reivindicado que la cultura motiva por sí misma, porque "expresa valores y principios, y nos identifica. No tendría que ser un lujo para nadie". Para esta mujer, vivir en la calle significó perder la identidad porque "ya no tienes el mismo nivel que el resto de las personas, y te sientes muy sola, sin derecho a expresar nada", por lo que acceder a espectáculos culturales fue muy importante para ella.

Antonio pasó seis meses viviendo en la calle y dos años en albergues y el día que pudo ir al Palau de la Música sintió que "era un reconocimiento hacia mí como persona"

Juana ha explicado que ha vivido como ocupa, en albergues y en la calle y que fue durante la pandemia, confinada en un espacio social con muchas otras mujeres y muchos problemas de convivencia, cuando las actividades culturales programadas por los responsables de este centro le fueron de mucha ayuda. "Ahora he ido al Palau de la Música y al Liceu, a ver Tosca, y ha sido fantástico", ha relatado. Rafa vivió en la calle trece años con su mujer, periodo en el que, ha recordado hoy, "fuimos invisibles totalmente" para la gran mayoría de personas que les rodeaban en espacios tan emblemáticos y concurridos como la plaza Real, de Barcelona. Actualmente, sin embargo, Rafa cuenta con 168.000 seguidores en la red social Tik Tok y ya lleva hechos unos 5.000 vídeos de temáticas que le interesan y "me paran por la calle, para hacerse fotos conmigo". Este creador de contenidos ha reclamado que se cuente con las personas que viven en la calle y que se piense que "somos los primeros que nos queremos integrar" de nuevo en la sociedad.

Rafa cuenta con 168.000 seguidores en la red social Tik Tok y ya lleva hechos unos 5.000 vídeos de temáticas que le interesan y "me paran por la calle, para hacerse fotos conmigo"

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La entidad Apropa Cultura quiere sensibilizar y formar a los profesionales del ámbito de la cultura en materia de sinhogarismo / Foto: ACN

Arte inclusivo

A la jornada ha intervenido también Albert Sales, investigador del Institut d'Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona y profesor asociado a la Facultat de Ciències Polítiques i Socials de la Universitat Pompeu Fabra, que ha pedido que se cambie el discurso sobre el sinhogarismo y se construyan alternativas que supongan un impacto para personas con nombre y apellidos. A su parecer, el discurso actual habla sobre personas vulnerables cuando, en realidad, se tendría que hablar directamente de pobreza, sin ambages. Las alternativas podrían pasar por una tarifación social de las actividades culturales, porque no es justo que una persona con un buen sueldo pague lo mismo para entrar en un museo o ver una obra de teatro que otra que está en el paro o no tenga hogar, ha apuntado.

El discurso actual habla sobre personas vulnerables cuando, en realidad, se tendría que hablar directamente de pobreza, sin ambages

Ha hablado también del ejemplo de Finlandia, donde no solo se aplica la política del housing first, que ofrece un hogar digno, individual y permanente a las personas sin hogar, sino que desarrolla políticas de prevención antes de llegar a este extremo, con viviendas y ayudas para jóvenes en la transición a la vida adulta, por ejemplo. "La ciudad de Nueva York cuenta con una política housing first y, no obstante, tiene unas 20.000 personas durmiendo en la calle", ha indicado, para constatar que algunas acciones, por sí solas, no cambian una situación grave. La jornada también aborda varios ejemplos de arte inclusivo como los desarrollados por el Museu de Lleida y la Fundació Arrels Sant Ignasi, de esta ciudad, y varias experiencias culturales desarrolladas por la Xarxa d'atenció a persones sense llar.