Esta pasada noche de miércoles Josep Carreras celebraba su 75 cumpleaños, y el Festival Castillo de Peralada, uno de sus escenarios predilectos, le ha rendido homenaje concediéndole su Medalla de Honor. Ha sido una velada en que el tenor catalán ha protagonizado un concierto marcado por las emociones y la nostalgia. El intérprete barcelonés ha estado acompañado por la Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu, bajo la dirección David Giménez, con quien Carreras ha trabajado en numerosas ocasiones y ostenta una gran complicidad, y por la soprano croata Martina Zadro como solista invitada. El concierto, de una duración total de una hora y media, se ha dividido en dos partes y ha estado marcado por un programa lírico de canciones de Tosti, Martínez Valls, Gardel y Cardillo, entre otros.

Un inicio exuberante

El espectáculo ha comenzado con la interpretación por parte de la orquesta de la exuberante Navarraise del ballet de la ópera 'Le Cid', de Julio Massenet, que ha dado paso a la primera interpretación de Josep Carreras de la noche, con la reconocida 'L’última canzone' de Tosti. Martina Zadro, una de las principales sopranos croatoeslovenas de la actualidad, ha tomado el relevo del espectáculo abriendo su actuación con el difícil y espectacular 'Il vespri siciliani' ‘Bolero’ de Verdi. Tras este primer bloque de canciones, el tenor catalán ha tomado el protagonismo y ha interpretado la apasionada romanza Les neus de les muntanyes de la emblemática zarzuela 'Cançó d’amor i de guerra', y la preciosa canción de Edvard Greig 'T’estimo', que el tenor ha popularizado en sus recitales y que se ha convertido en un clásico de su repertorio que esta noche no podía faltar.

En un intento de dar reposo a los solistas, la orquesta ha tocado una de las piezas orquestales más conocidas de la historia de la música, la encantadora 'Waltz 2' de la 'Jazz Suite' de Shostakóvich. A continuación, Zadro y Carreras han enlazado las voces en una interpretación excepcional del sentimental y erótico vals de Satie titulado 'Je té veux'. La soprano se ha lucido en los agudos de la célebre 'Ah! Je ris de me voir si belle en ce miroir' de Faust de Gounod, para dar paso a 'The Impossible Dream', canción del musical de Mitch Leigh 'The Man of la Mancha' interpretado por Josep Carreras y que ha cerrado la primera parte del programa.

Josep Carreras Medalla d'Honor Peralda
Josep Carreras ha recibido la Medalla de Honor del Festival Castell de Peralada / Foto: Archivo Festival Castell de Peralada

Medalla de Honor del festival

Después de un breve descanso, el Festival ha hecho entrega de la Medalla de Honor al reconocido artista lírico catalán, que se suma de esta manera a una larga lista de nombres de cantantes, bailarines y músicos que ostentan esta distinción del festival ampurdanés. Durante la entrega, en manos de la presidenta de la Fundación Castell de Peralada, Isabel Suqué Mateu, en el escenario se ha proyectado un vídeo que ha repasado el paso del tenor por Peralada, donde debutó con Vicenzo Scalera el 16 de julio de 1985, cuando todavía no había nacido el Festival.

Desde entonces, Carreras ha estado en siete ocasiones en Peralada –sumando esta noche, ocho–. En 1988 protagonizó uno de los conciertos más mágicos que se recuerdan en la historia del Festival por el hecho de representar el retorno del tenor a los escenarios después de superar una lucha personal contra la leucemia. En 1989 rajo Medea y el mismo año un recital en la iglesia del Carme con  Montserrat Caballé y el Coro y orquesta de la ópera Nacional de Sofía. En Peralada también debutó con el papel de Samson en 'Samson et Dalia' de Saint-Saëns en 1990, el mismo año que ofreció un concierto en la plaza de la villa de Peralada con Montserrat Caballé. En el 2000 actuó con Jaume Aragall, Isabel Rey y la Orquesta Sinfónica del Vallès, bajo la dirección de David Giménez.

Josep Careras y Mariona Eufòria
Mariona Escoda, ganadora del talent show Euforia, ha sido una de las sorpresas de la noche en Peralada / Foto: Archivo Festival Castell de Peralada

Una sorpresa con Euforia

Después de un momento de emociones y agradecimientos, el artista ha reanudado el programa que ha preparado para esta noche con la reconocida 'Serenata Sincera' de Derevitsky y 'Passione de Valente', que han dado lugar a 'Las hijas de Cadix' de Déliberes interpretada por la soprano Martina Zadro, y 'El día que me quieras' de Carlos Gardel, cantada por el tenor catalán.

Al acabar los primeros compases de la segunda parte el cantante ha sorprendido con una invitada especial para el concierto en Peralada. Josep Carreras ha optado por acompañarse de Mariona Escoda, la reciente ganadora del popular programa musical Euforia. Los dos han interpretado la reconocida canción de Lluís Llach, 'Un núvol blanc', canción influenciada por la muerte de su madre e incluida dentro del disco Maremar (1985) que el público ha premiado con muchos aplausos. La orquesta del Liceu ha reanudado el concierto con el sublime Adagio del ballet Spartacus de Khachaturian. 'Non ti scordar di me' de Curtis ha sido cantada a dúo entre el tenor y la soprano que han hecho grande el escenario del Parc del Castell, la lírica y evocadora 'Meine Lippen sie küssen so Heiss' de la opereta 'Giuditta' de Lehár' la ha cogido Zadro y ha puesto punto final al programa Josep Carreras con 'Core’n grato' de Cardillo.

Un final con propina

La noche ha acabado, como todo el mundo esperaba, con varios temas de propina por el público que ha demostrado, una vez más, una devoción y estima muy sincera por el artista catalán. Carreras ha estrenado los bises con 'Chitarra Romana', la canción popular italiana compuesta por Eldo Di Lazzaro, Zadro ha cantado la segunda canción de propina, 'I could have danced all night', del musical My Fair Lady, y Mariona ha vuelto a subir al escenario con 'La mare', la canción de Dyango que la cantante de Valls también interpretó en la final del concurso que acabó ganando.

Carreras ha seguido regalando canciones con 'O sole mío', la reconocida pieza italiana de Eduardo di Capua o 'Paraules d'amor' de Joan Manuel Serrat, la canción que ha arrancado aplausos al sonar las primeras notas y que el tenor ha cantado al lado de Mariona Escoda. Con el público de pie, grandes ovaciones y aplausos, el artista ha proseguido con 'My way', una de las canciones más emblemáticas y versionadas de Frank Sinatra, que el tenor ha interpretado con solvencia, y ha puesto punto final a unos bises que han durado más de media hora con 'El brindis' de 'La Traviata' de Verdi.