RAC1, la emisora de radio líder en Catalunya, aplicará un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) a toda su plantilla, unas 120 personas, que reducirán su jornada laboral en un 10% (cuatro horas por semana) y sus salarios en la misma proporción a lo largo de los meses de abril, mayo y junio, según han explicado al director de la emisora, Jaume Peral, y la presidenta del comité de empresa, Míriam Díaz. El ERTE aun no se ha acordado formalmente, a la espera del expediente económico, que redacta la empresa, y su tramitación.

Este ERTO es parte de las medidas de choque que la radio —así como el resto de medios y áreas del Grupo Godó— aplica para afrontar el hundimiento de los ingresos publicitarios a consecuencia del paro de la actividad económica derivada del estado de alarma por la pandemia del covid-19.

"En el mes de marzo hemos sufrido una caída [de ingresos] muy importante y en los próximos meses no se ve una perspectiva que ayude a ser optimista", ha dicho Peral a El Nacional. "[La empresa] nos ha dicho que en abril no entraba nada [de publicidad] pero no hay cifras oficiales", remacha Díaz. Como muestra, en uno de los programas líderes en su horario, lo que normalmente era un segmento publicitario de ocho minutos ha sido hoy de un minuto y 40 segundos. Pasa lo mismo al resto de programas, poco más o menos.

Los directivos de la emisora han renunciado al 80% de su bonus salarial. Al mismo tiempo, se reducen los honorarios un 50% a los colaboradores externos (tertulianos, píldoras de opinión, secciones...)  y las productoras externas han aceptado también recortes en sus ingresos.

Los trabajadores "votaron no oponerse por amplia mayoría. No estamos de acuerdo, pero entendemos el contexto y lo hacemos para evitar despidos", dice Díaz, que caracteriza la negociación, hecha por videoconferencia, como "poco agradable". Los trabajadores "hemos ido de cara con el panorama que se plantea. Hemos actuado con profesionalidad y responsabilidad, como siempre", añade.

La votación se hizo vía formulario digital y participaron 90 trabajadores. Para ellos ha sido una decisión difícil de tomar, porque el ERTE no sólo rebaja los sueldos, sino que también prohíbe las horas extra, que suponen un ingreso que marca la diferencia, según han explicado algunos trabajadores.

Al mismo tiempo, es un obstáculo a la hora de reorganizar la programación porque —son puras matemáticas— si se reduce la cantidad de horas trabajadas es imposible mantener los contenidos, que ya están bastante afectados por el parón de actividades y acontecimientos de gran repercusión en la radio, como las competiciones deportivas. "La misma inactividad nos ahorra costes", dice Peral, pero "es el pez que se muerde la cola, porque si no hay partidos de fútbol no hay gastos en viajes, etcétera, pero tampoco publicidad ni patrocinios."