El saxofonista camerunés Manu Dibango ha muerto hoy en París a la edad de 86 años, tal como ha informado su familia en Facebook. El músico, una auténtica referencia del jazz y la música y la cultura africana, habría muerto como consecuencia del coronavirus.

Del África al mundo

Nacido en Duala, en el Camerún, el año 1933, cuando este país africano todavía formaba parte del imperio francés, Emmanuel N'Djoké Dibango –nombre completo del músico desaparecido– era hijo de un funcionario y un ama de casa que le inculcaron el amor por  la música. El padre toca el órgano y la madre formaba parte del coro de una iglesia protestante. El año 1949, fue enviado por sus padres a estudiar a la metrópoli, donde descubrió el jazz y conoció alguno de sus referentes, como Grand Kallé.

Considerado uno de los patriarcas de la música y la cultura africanas, supo unir ritmos tan diferentes como el jazz, el soul, el blues, el pop, los ritmos latinos o el reggae, así como las canciones tradicionales europeas, árabes y africanas o la chanson française, de Georges Brassens o Serge Gainsbourg. Pianista del conjunto que acompañaba a Muñeco Herrero, el año 1972 empezó su carrera en solitario, publicando su primer álbum, o Boso, con su gran éxito internacional, Soul Makossa, que le permitió actuar al mítico Olympia de París, le abrió las puertas de los Estados Unidos y del circuito internacional de la world music.

Enfrentamiento con Michael Jackson y Rihanna

Con una larga y fructífera carrera en la espalda, colaborador de artistas y grupos como Fania All Stars, Fela Kuti, Peter Gabriel, Herbie Hancock, Salif Keïta, King Sunny Adé, Eliades Ochoa, Sinéad O'Connor o Sly and Robbie mantuvo una larga disputa con Michael Jackson, que acabó admiten que había utilizado un fragmento de Soul Makosa de Dibango a la canción Wanna cordero startin' something, compuesta por el Rey del Pop y Quincy Jones e incluido en el álbum Thriller. El mismo uso lo enfrentó a la cantante jamaicana Rihanna, que incluyó el mismo fragmento a su éxito Don't stop the music, sin el permiso de Dibango. La justicia acabó dando la razón al músico desaparecido por culpa de la pandemia del Covid-19.