La celebración del Sant Jordi el próximo 23 de julio no será un día del libro y la rosa habitual. Según ha podido saber la ACN, el sector editorial, librero y de la flor trabaja para que en Barcelona se instalen en la calle entre 200 y 300 paradas, lejos del millar habitual, y que estén abiertas hasta las doce de la noche.

Para mantener el espíritu de la fiesta, los organizadores proponen que las firmas de los autores se realicen a través de citas previas para evitar las aglomeraciones. Se está trabajando también para que las paradas que haya en la calle el 23 de julio se otorguen sólo a editoriales, librerías y floristerías. El sector ultima estos días las negociaciones con las administraciones para que, posteriormente, el Procicat las pueda validar.

Varias fuentes del mundo editorial y de la flor han explicado a la Agencia que la idea es que el modelo que se acabe aprobando en Barcelona sirva de base para las otras capitales catalanas y que sea cada municipio quien tome las medidas sanitarias y de seguridad oportunas para evitar las aglomeraciones, también con controles de aforo.

En Barcelona en un Sant Jordi habitual hay menos de un millar de paradas. Las peticiones que hay de paradas por Sant Jordi sería hoy "impensable e inviable", apuntan las mismas fuentes. Por eso, se apuesta desde el Cámara del Comercio del Libro para que sólo se den paradas y licencias a librerías, editores y floristerías. Eso significaría, apuntan, que haya un tercio de paradas. En total, se prevé dar entre 200 y 300 licencias, teniendo en cuenta que las librerías también estarán abiertas el 23 de julio.

En el caso de Barcelona, las paradas se ubicarán desde el Passeig Sant Joan, hasta Ciutat Vella y el Eixample con las localizaciones más emblemáticas como la Rambla y Passeig de Gràcia. La idea es organizar la fiesta en espacios más anchos de los habituales para que la gente pueda circular. Incluso, añaden, se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de crear pequeños circuitos y una separación mayor entre las paradas.

Una de las incógnitas era como se produciría la firma de libros por parte de los autores, espacio donde cada año se producen las mayores aglomeraciones de público. En este sentido, una de las soluciones pasaría por que las firmas se vehiculen a través de la cita previa.

Campaña institucional

Asimismo, las fuentes han destacado que habrá probablemente una campaña de promoción institucional centrada en la fecha del día 23 de julio para incentivar a la gente a participar en la fiesta del libro y la rosa.