El primer día del nuevo año trae tradiciones que forman parte de la memoria colectiva, y el concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena o los saltos de trampolín de Garmisch-Partenkirchen del Vierschanzentournee (Torneo de los Cuatro Trampolines) son clásicos de la tradición navideña como comer turrón o las uvas de la última noche del año anterior. Este lunes, el concierto más famoso y mediático del mundo, llega a la 84èna edición, retransmitido como siempre por RTVE, y en esta ocasión tiene como director de orquesta a Christian Thielemann (Berlín, 64 años), que ya dirigió este concierto del primer día del año en la edición del 2019.

Una audiencia de 55 millones de espectadores

La sala Grande o Sala Daurada de la Musikverein (Sociedad Musical) de Viena se llena cada año de unos pocos afortunados que han conseguido una entrada por sorteo (hay miles de peticiones), que han pagado entre 35 y los 1.200 euros que vale la entrada y que vestirán con las mejores galas para asistir a un concierto que se retransmite en todo el mundo a través de la señal producida por la televisión austríaca (ORF), en coproducción con la Unión Europea de Radiodifusión (UER), y que cuenta con una audiencia de más de 55 millones de espectadores. El programa está formado por valses, polcas y marchas que tienen como grandes protagonistas a la familia Strauss (Johann padre y tres de sus hijos, Johan, Josef y Eduard) otros autores coetáneos como Karl Komzák Erzherzog, Anton Bruckner, Josef Hellmesberger, Carl Michael Zieehrer o Hans Christian Lumbye. En este programa se incluye una pieza de Anton Bruckner, con motivo de la celebración en 2024 del segundo centenario del nacimiento.

Tres partes y casi tres horas de concierto

El concierto empieza con una primera parte (11.15h a 11.50h) que incluye la Marcha del Archiduque Albert de Komzák, y sigue con el vals Dulces vieneses y la polca francesa Fígaro de Johann Strauss; el vals Por todo el mundo de Joseph Hellmesberger; y la polca rápida de Eduard Strauss Sense freno. En la segunda parte (11.50h a 12.15h) se escucha, la Apertura de la opereta Waldmeister, el Vals póstumo de Ischl y la Polca del Ruiseñor de Johann Strauss; la polca de Eduard Strauss La alta primavera; la Nueva Polca Pizzicato de Johann Straus; la polca La perla ibérica de Joseph Hellmesberger; el vals Ciudadanos de Viena de Carl Michael Ziehrer; La Cuadrilla WAB 121 de Bruckner; el galope ¡Feliz Año Nuevo! de Lumbye; y el vals Delirio de Josef Strauss. En la última parte del concierto (12.15h a 13.45h), llegan las piezas más esperadas, En el bello Danubi Blau (título original en alemán), de Johann Strauss hijo y la Marcha Radetzky, de Johann Strauss padre, que todos los presentes acompañan con el repicar de palmas preceptivas.

Además de las piezas musicales dirigidas por Christian Thielemann, en el concierto también hay espacio para|por el ballet, con la intervención durante varios momentos, como al interludio, del Ballet Estatal de Viena, bajo la dirección del coreógrafo Davide Bombana y con diseño de vestuario de Susanne Bisovsky, con interpretaciones muy conocidas, como el célebre vals En el bello Danubi Blau.

Un director que cambia cada año

La Filarmónica de Viena no tiene un director principal desde 1933. Suele invitar los más destacados del mundo para cada concierto de abono, gira o festival. El Concierto de Año Nuevo contó inicialmente con un director estable (entre los que han sido titulares encontramos en Clemens Krauss, Josef Krips, Willi Boskovsky y Lorin Maazel). Sin embargo, desde 1987, se cambia cada año. El primero fue Herbert von Karajan y lo siguieron Claudi Abbat, Carlos Kleiber, Zubin Mehta, Riccardo Muti, Nikolaus Harnoncourt, Seiji Ozawa, Mariss Jansons, Georges Prêtre, Daniel Barenboim, Franz Welser-Möst, Gustavo Dudamel, Christian Thie. Este año, todos los ojos, especialmente los de los músicos, estarán puestos en la batuta y los movimientos de Christian Thielemann. El director alemán se convertirá, la temporada que viene, en el flamante sucesor de Daniel Barenboim al frente de la Ópera Estatal de Berlín. Y previamente ha sido titular de la Staatskapelle Dresden y de la Filarmónica de Múnic, además de la Deutsche Oper berlinesa. Colabora con la Filarmónica de Viena, desde el 2000.