El cantante de El Prat Alfred García versionando Txarango ha dado el pistoletazo de salida la entrega de los Premis Nacionals de Cultura, que otorga el Consell Nacional de la Cultura i les Arts, en el Teatro L’Artesà de su pueblo natal, en un acto presidido por el president Quim Torra, la consellera de Cultura Mariàngela Vilallonga y el presidente en funciones del CoNCA, Carles Duarte. Las referencias a las alcachofas, el gallo de pata azul y la necesidad de cultivar la cultura en momentos difíciles como los que estamos viviendo han sido habituales en un acto que ha presentado el actor Pep Cruz, integrante de Dagoll Dagom, que estrenó su célebre espectáculo El Mikado el año 1986 en el centenario teatro rehabilitado.

"Dejad morir los cultivos -y la cultura- y no habrá fuego que se detenga"

La editora Maria Bohigas ha sido la primera premiada en recibir el galardón que ha recordado en un discurso vibrante "las generaciones de hombres y mujeres que han hecho el paisaje como una obra de arte", recordando los incendios en la Ribera d'Ebre, y comparando los cultivos que han servido para parar el fuego con la función de la cultura en nuestra sociedad. "Dejad morir los cultivos -y la cultura- y no habrá fuego que se detenga" ha dicho dirigiéndose directamente a las autoridades presentes. El director de Litterarum Móra d'Ebre, Albert Pujol, ha reclamado, en el mismo sentido, que la cultura sea el motor de reconstrucción de la comarca devastada por el fuego, asegurando que "rebrotaremos!".

Maria Bohigas. Premios Nacionales de Cultura/Lourdes Aguirre (davidruano fotografía).

Maria Bohigas recibe el Premio Nacional de Cultura de manos del alcalde del Prat, Lluís Mijoler

Los presos y exiliados de ayer y hoy, muy presentes

Uno de los galardonados más aplaudidos, el escritor Jaume Cabré, ha recordado a los presos y exiliados en su discurso de agradecimiento, que "están donde están para hacer los que les pedimos", y ha comparado Tamara Carrasco, Roger Español o Joan Bonanit con unos héroes, en un parlamento que ha cerrado con un "¡Donec Perficiam!". También el presidente de la Federació d'Ateneus de Catalunya ha tenido un recuerdo para el conseller de Cultura en el exilio, Lluís Puig. Los exilios han estado muy presentes en el acto, que ha hecho memoria del Grup de Sabadell y las Corrandes d'exili de Joan Oliver, que se han podido escuchar interpretadas por Dagoll Dagom en versión de Lluís Llach, la escritora y luchadora comunista Teresa Pàmies y la actriz Margarida Xirgu, testigos de la lucha contra el fascismo y el exilio. Proveniente de la Catalunya Norte, donde tantos exiliados catalanes se establecieron después de la Guerra Civil, Josefina Matamoros, directora del Museu d'Art Modern de Ceret, ha recogido su galardón reivindicando su papel como puente entre la comarcas catalanas separadas por el Tratado de los Pirineos..

Jaume Cabré, Premio Nacional de Cultura Lourdes Aguirre (davidruano fotografía).

Jaume Cabré después de recibir el Premi Nacional de Cultura, con Carles Duarte, presidente del CoNCA.

El Museu de Lleida, "templo laico contra sentencias y juzgados"

También el director del Museu d'Art de Lleida, Josep Giralt, se ha referido a los presos, exiliados y sus familiares. El Museu, tristemente célebre por "el espolio" -tal como lo ha definido el empresario Tatxo Benet- que sufrió a manos de las fuerzas de seguridad durante la aplicación del artículo 155, ha recibido el Premi Nacional de Cultura por, entre otros motivos, haber expuesto obras que defienden la libertad de expresión, como la muestra Presos Políticos en la España contemporánea de Santiago Sierra, censurada a ARCO, y que convirtió, en palabras del presentador de gala Pep Cruz, el centro de arte en "un templo laico contra sentencias y juzgados".

El Col·legi d'Arquitectes de Catalunya, el artista Josep Ponsatí o Carme Ruscalleda han recibido también su Premi Nacional en un acto ágil y bien dirigido por Anna Rosa Cisquella con guión de Marc Artigau, que ha tenido momentos para sonreír, como la melodía gastronòmicomusical con que Pep Cruz ha acogido a la chef de Sant Pol, que ha reivindicado que "la cocina es cultura", y que ha llegado al final galardonando la joven compositora a Clara Peya, que no ha dudado a ponerse al frente de su inseparable piano en un "agradecimiento" colectivo al lado de la compañía Les Impuxibles que ha enmudecido al público que llenaba -a pesar de algunos asientos vacíos- L'Artesà. En su parlamento, Peya ha lanzado un clamor por una cultura escrita por las personas diversas que erradique los ejes de opresión que todavía se mantienen en la cultura y ha considerado esta una manera de devolver a la sociedad los privilegios que ella, desde pequeña, ha podido disfrutar.

Carme Ruscalleda, Premio Nacional de Cultura/Lourdes Aguirre (davidruano fotografía).

Carme Ruscalleda, acompañada del president Quim Torra

Torra: "La cultura y la represión son conceptos antagónicos"

El president de la Generalitat Quim Torra ha cerrado el acto agradeciendo a los miembros salientes del CoNCA, que vivían su última entrega de los Premis Nacionals, en un discurso que ha sido interrumpido por el activista Lagarder Danciu -que ha querido reivindicar a las personas sin hogar-, y donde ha asegurado que "la cultura y la represión son conceptos antagónicos". Una cultura, que parafraseando Jaume Cabré, ha querido situar en el centro de la sociedad en la construcción de la República Catalana. "La cultura catalana gana siempre a sus ilusos enterradores" ha asegurado haciendo suya la célebre sentencia de Francesc Pujols, en un acto que ha acabado con el deseo de Pep Cruz que el año que viene "estemos todos y los lazos sólo sirvan para atar las flores".