Bajo la presidencia del president de la Generalitat, Quim Torra, y de la Consellera de Cultura, Laura Borràs, el Palau de la Generalitat ha acogido el acto de clausura del Año del Centenario de la Red de Bibliotecas Populares de Catalunya. Gracias a la tarea de la Mancomunidad de Catalunya, dirigida por Puig i Cadafalch, y al impulso de Eugeni d'Ors, conseller de Instrucción Pública, hace cien años se desarrollaron los primeros centros bibliotecarios en localidades medias. Cinco de aquellas bibliotecas ya han cumplido el centenario: Valls, Olot, Sallent, les Borges Blanques y Canet de Mar. El presidente Torra ha aprovechado la ocasión para hacer un anuncio largamente esperado: este año se pondrá en marcha un carné único de usuario de bibliotecas que facilitará que todos los usuarios puedan utilizar los servicios de las bibliotecas públicas catalanas, con un catálogo único y un servicio de préstamo unificado.
Bibliotecas para cuidar del alma
Al inicio del acto los actores Rosa Cadafalch y Pep Pla han representado una escena histórica de la creación de las primeras bibliotecas y han enaltecido la tarea de las bibliotecarias, que jugaron un papel clave en la difusión de la cultura por el territorio. La consellera Laura Borràs ha tomado la palabra para recordar las primeras bibliotecas del mundo conocidas, con una finalidad no muy diferente de las actuales: "La biblioteca es una casa donde se cuida del alma, tal como se decía en la primera biblioteca de qué se tiene constancia: la de Ramses II, del año 2000 antes de Cristo". Borràs ha recuperado un texto de Eugeni d'Ors cuando las primeras bibliotecas de la red estaban a punto de abrirse, en que Xènius comparaba la creación de estos centros con el momento en la creación del Universo en que se hizo la luz. La creación de las bibliotecas, al principio de siglo XX, era una forma de hacer una Catalunya Nueva, según D'Ors, y Borràs ha reivindicado que esta tarea de las bibliotecas continúa, y ha asegurado que Catalunya, porque tiene bibliotecas, es un país plural, acogedor y abierto. "Somos lo que somos gracias, en buena parte, a que alguien pensó que las almas de los ciudadanos tendrían que cuidarse tanto como sus cuerpos", ha asegurado la consellera.
Reservas para el invierno del espíritu
Borràs ha querido reivindicar la tarea cultural desarrollada antes de la guerra civil, que fue destruida por el franquismo (como la misma Biblioteca de Les Borges Blanques derribada en aquellos años). "Hemos querido desarrollar un proyecto que venía de la República y que quedó restañado con la dictadura", ha afirmado. Y ha querido decir que "continuamos construyendo para estar a la altura de los sueños de los que crearon las primeras bibliotecas catalanas" y ha querido celebrar que Catalunya ya tiene más de 400 bibliotecas, "reservas para el invierno del espíritu", en palabras de Margarite Yourcenar. La consellera ha afirmado que cada biblioteca es un faro cultural que ofrece un poco de luz, y ha reivindicado que esta luz no será completa hasta que llegue, también, para los que están injustamente encerrados en la prisión.
Las bibliotecas de la democracia
La bibliotecaria Carme Renedo, a continuación, ha hecho una disquisición sobre la historia de las bibliotecas catalanas, y ha recordado para empezar que las bibliotecas se enriquecen en tiempo de democracia y libertad y que se debilitan en momentos de opresión y dictadura. Ha recordado que en tiempo de la Mancomunitat las bibliotecas, muy modernas, fueron todo un símbolo de difusión de la cultura. Después de un tiempo de parálisis durante la dictadura de Primo de Rivera, hubo una gran expansión en tiempo de la República y las bibliotecas sufrieron una regresión muy fuerte con el franquismo. Pero pese a todo, Renedo ha recordado que en esos años las bibliotecas se convirtieron en centros de resistencia cultural. Y ha celebrado que tras el retorno de la democracia se volvieron a dinamizar las bibliotecas. Renedo ha reivindicado la tarea de los bibliotecarios como una tarea de país. "Nuestras bibliotecas viven y laten", ha asegurado Renedo quien ha reclamado la historia reivindicativa, pero al mismo tiempo frágil, de las bibliotecas catalanas: "Tenemos un país tan frágil y tan humano como nosotros mismos", ha asegurado.
Carné único
El presidente Torra y la consellera Borràs han entregado a los responsables de las 5 bibliotecas centenarias los diplomas conmemorativos. En el discurso de clausura del acto, Torra ha anunciado que, por fin, en el 2019 se pondría en marcha un proyecto largamente reivindicado: la creación de un carné único de bibliotecas con un catálogo unificado, lo que permitirá a los usuarios acceder a la consulta o al préstamo en cualquier biblioteca. El presidente ha reivindicado el espíritu modernizador de la Mancomunitat que quiso que cada pueblo tuviera su biblioteca, su escuela, su carretera y su teléfono. Torra ha recordado que "la Mancomunitat hizo de la cultura su razón de ser". "En vez de la razón de la fuerza, nosotros abogaremos siempre por la fuerza de la razón", ha asegurado el presidente Torra ha reivindicado los libros y la cultura como herramienta de lucha contra la intoxicación y el populismo y ha manifestado que la Generalitat ampliaría su apoyo a las bibliotecas y a la lectura. "La República que queremos construir la queremos construir sobre la cultura, el talento y la libertad," ha explicado Torra, quién ha acabado su discurso recordando que un buen grupo de escritores, en 1939, se exiliaron en un bibliobús, llevándose la lengua y la cultura al exilio para preservarlos. "Ahora volvemos a vivir un exilio y una prisión que no tendríamos que estar viviendo", ha explicado, y ha concluído su discurso con un homenaje a los presos políticos y exiliados.