CARD CATALA (1)

El revival es más viejo que el hilo negro. Y siempre corre el riesgo de ser como los chistes. Que si son malos, solo se ríen los que los cuentan y poco más. Los amigos, vaya. Revivir, darle nueva vida a algo, puede ser sacar del armario la chaqueta del yayo y quedarte con todo el mundo, ser lo más cool, o parecer que vas disfrazado. Hacer el pena. Lo divertido del revival en el pop es que es impredecible. Lo que hoy está en la ola, mañana es anticuado. Lo que hoy es música de masas, mañana es de nicho. Aquellos que anden en la treintena en 2023, recordarán con fervor el primer revival post-punk, el que hizo de Franz Ferdinand o Bloc Party los reyes del mambo. Grupos por los que se peleaban todos los incipientes festivales nacionales.

Lo divertido del revival en el pop es que es impredecible. Lo que hoy está en la ola, mañana es anticuado. Lo que hoy es música de masas, mañana es de nicho

De eso han pasado más de dos décadas. Tiempo suficiente, al parecer, para que una nueva generación pueda disfrutar de un sonido, el post-punk, que empezó en la cultura anglo de los años setenta de la mano de artistas como Siouxsie & The Banshees o el mismísimo David Bowie. Espíritu punk, en decadencia entonces como corriente musical, pero muchas ganas de jugar con el sonido. El post-punk revival de los dosmiles se quedó en lo estético de aquella primera camada. El re-revival, a juzgar por ejemplos como Autosleeper, en parte. Para aquel que reciba este re-revival como algo nuevo, podrá disfrutar a espuertas con Autosleeper. Para el que ya hubiese escuchado a Kaiser Chiefs o a alguno de sus padres, Joy División, por ejemplo, seguramente le vendrá a la cabeza la gran pregunta: qué aporta esta enésima revisión de género. ¿Está bien o mal reproducida (en sentido literal)?

Si las nuevas camadas tienen que vivir este tipo de sonido con alguna banda, Autosleeper es una buena puerta

El proyecto de los barceloneses Autosleeper hace también evidente patrimonio de las guitarras distorsionadas noventas, shoegaze herencia de su EP, Only Forward. Con un cáliz ligeramente moderno, además: voces en marcado segundo plano, calidad muy lo-fi. Es muy probable que los que ya vivieron la segunda ola de post-punk a principios de este siglo, piensen: bah, eran mejores Interpol. No te jode, pues claro. No lo discutiré. Pero si las nuevas camadas tienen que vivir este tipo de sonido con alguna banda, Autosleeper es una buena puerta. De la misma manera que los limitadísimos Editors me abrieron a mí al mundo de Iggy Pop. Todas las generaciones necesitan grupos iniciáticos. Autosleeper es el vuestro.