De haber sido un personaje real, Sunzi (o Sun Tzu, o Sun Tse) habría sido un general chino contemporáneo de Sócrates, de Platón o de Aristóteles. Sin embargo, últimamente, los estudiosos tienden a pensar que Sunzi no existió nunca, y que el famoso libro El arte de la guerra es una compilación de textos elaborados por diferentes autores, durante décadas. Lo cierto es que el documento muy pronto se hizo famoso y que empezó a circular frenéticamente. Dicen que la lectura de El arte de la guerra fue decisiva para la elaboración de la estrategia de Mao Zedong, y también para la victoria de los vietnamitas contra el ejército norteamericano (o para el crecimiento económico espectacular de los tigres asiáticos). Ahora, en el castillo de Montjuïc se presenta una exposición comisariada por el sinólogo Manel Ollé, El arte de la guerra: Estrategias para vencer sin luchar, que explica la creación, los contenidos y la interpretación de este clásico chino. La exposición, que estará abierta hasta el 9 de enero, se puede visitar con la entrada del castillo.

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Para la no guerra

Paradójicamente, El arte de la guerra, pese a su nombre, no es un libro en defensa de la guerra. Más bien se plantea como un manual para vencer sin luchar, o con un mínimo de lucha. En realidad, Sunzi plantea, como principio básico, que antes de meterse en cualquier lucha lo que hace falta es asegurarse la victoria (un principio que se contradice con otra enseñanza clásica, aquella que dice que "nadie empieza una guerra con el ejército que querría tener"). Además, Sunzi pone mucho más énfasis en la defensa que en el ataque, y apunta que lo más recomendable es "vencer sin llegar a la batalla". Hay quien argumenta que el libro de Sunzi es más un manual de dominación, que un libro sobre la guerra.

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¿Un libro para el momento?

Evidentemente, Sunzi tiene una lectura en clave de política catalana actual. O tiene muchas... El soberanismo quizás habría jugado mejor sus cartas con más dosis de El arte de la guerra. Sunzi insiste en la necesidad de no despreciar al enemigo y en la de conocerlo lo mejor posible. Añade que la rabia y el resentimiento son malos consejeros en caso de conflicto. Y recuerda que no se tiene que atacar a las tropas del enemigo, sino a sus planes.

el arte de la guerra sunzi bambu

Un best-seller de época

La exposición explica que El arte de la guerra fue escrito en los convulsos tiempos de los Reinos Combatientes, cuando la guerra, en China, dejó de ser un entretenimiento aristocrático y empezó a confrontar a grandes ejércitos, democratizando, en este proceso, la muerte y la miseria. Fue un libro muy influyente, desde el momento en que se escribió, en unas estrechas tabletas de bambú, probablemente hacia los siglos VI y IV aC. Se han encontrado copias del texto fechadas del siglo II aC. Y hay muchos comentarios sobre El arte de la guerra en diferentes libros de la época.

Imposible de verificar

Sunzi ha sido reivindicado por todo el mundo, en el siglo XXI. Es una especie de maestro de la autoayuda, que se ha aplicado a todos los campos (con motivo de la última edición en catalán de este texto, Jordi Palmer lo explicaba). En la exposición se muestran las portadas de obras inspiradas por El arte de la guerra, en los campos más diversos: los negocios, el feminismo, el fútbol, el arte contemporáneo, la escritura creativa, el ejército moderno... Incluso hay quien recomienda usar las estrategias de Sunzi en las relaciones entre amantes. El doctor Albert Galvany, traductor de Sunzi, a pesar de todo, no lo tiene tan claro... En un vídeo donde se habla del libro, que se muestra en la exposición explica que El arte de la guerra es un texto que funciona magníficamente en el campo de la abstracción. No tiene tan claro que sea tan maravilloso para la guerra: esta genera una destrucción y un padecimiento inalcanzable, que no se resuelve con cuatro consejos.

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Atractiva

La exposición sobre Sunzi es de pequeño formato y se ubica en dos de los lúgubres salas del patio de armas del castillo. En un primer ámbito, inspirado en un bosque de bambú, el visitante se familiariza con las grandes líneas del pensamiento de El arte de la guerra. Grandes frases del libro son reproducidas en chino, catalán, castellano e inglés. El segundo, trata de contextualizar la obra en su momento histórico. Además de una esclarecedora línea del tiempo, y de unos breves paneles explicativos, cuenta con un corto vídeo donde el especialista Albert Galvany aclara muchos aspectos de la obra. La exposición se cierra con un brevísimo apartado sobre la actualidad de El arte de la guerra. Evidentemente, esta no es una exposición pensada para expertos en filosofía oriental, sino que está dirigida a todos aquellos que han oído hablar de la obra, pero que desconocen los detalles. Y, con un diseño simple y atractivo, consigue ofrecer una visión divulgativa, seria y dinámica de El arte de la guerra, alejada de las exaltaciones simplistas.