La Armada española ha emitido una carta en defensa de la figura del almirante Cervera, a raíz de las críticas de Ada Colau a este militar y de la retirada de la calle que llevaba su nombre, sustituido por "Pepe Rubianes". El almirante jefe del Estado Mayor de la Armada considera "decepcionante el trato y el calificado dado" por la alcaldesa de Barcelona (quien se había referido al almirante como "facha"). La carta, firmada por el jefe del Estado Mayor de la Armada, Teodoro López, asegura: "Si se repasa la dilatada y brillante hoja de servicios de D. Pascual Cervera Topete, no hay duda de que pueden encontrarse evidentes signos de lealtad, valor y sacrificio por el servicio a España".

Defensa corporativista

No deja de ser sorprendente que la Armada, como institución, realice unas declaraciones oficiales de este tipo. Pero la carta especifica que "la Armada, como institución secular, cuyas tradiciones han sido forjadas a través de una larga historia, tiene la obligación de velar por el buen nombre y el honor de sus miembros". En la carta se habla de las actuaciones colonialistas de Pascual Cervera en Filipinas como "defensa de la patria". López destaca que Cervera había luchado "contra la lucha cantonal", asegura que tenía "un pensamiento ciertamente liberal para su época" (a pesar de ser senador vitalicio por los conservadores) y recuerda que recibió el homenaje de sus enemigos. La carta acaba afirmando: "Para la Armada fue decepcionante el trato y el calificativo dado al almirante Cervera por la autoridad municipal de Barcelona, ciudad de gran tradición marinera y muy vinculada a la Armada, con la que siempre ha mantenido una relación de afecto y cooperación cercana".

Un militar colonialista

Cervera participó en varias campañas coloniales: luchó en la guerra del África, donde España se impuso a los marroquíes en una guerra provocada para justificar las apetencias imperialistas del Estado. Estuvo más tarde en Cuba, donde hacia 1869 se dedicó a tareas de control de las "guerrillas cubanas" (es decir, de los partidarios de la independencia). En 1893 fue nombrado senador por el partido liberal (aunque en 1899 se pasaría a los conservadores, y llegaría a ser designado por ellos senador vitalicio). Fue muy criticado por su actuación en Cuba (los historiadores militares suelen tener muy mal concepto de él). Cuando volvió a España se le quería juzgar como responsable del desastre, pero al fin el caso se sobreseiría y Cervera acabó por ocupar varios cargos de la Marina. A pesar de todas las críticas, en 1942 se le otorgó el nombre de una calle de la Barceloneta. Tal vez tenía que ver con que su sobrino, Juan Cervera Valderrama, fue el jefe del Estado Mayor Central de la Armada franquista durante la Guerra Civil. La familia Cervera, todavía ahora, sigue haciendo una fuerte defensa de su antepasado, con el apoyo de medios conservadores y de la misma Armada.