En el vestíbulo del Teatre Romea, donde Margarida Xirgu entró en el mundo del teatro profesional en 1906, y donde dicen que todavía sobrevuela su espíritu, se ha presentado el Año Xirgu, que durante el 2019-2020 conmemorará los 50 años de la muerte de la gran actriz catalana. Se quiere homenajear, así, a la artista que renovó el teatro catalán y español, a la mujer que interpretó magistralmente las obras de Federico García Lorca, Rafael Alberti y Alejandro Casona. Una mujer que dio su apoyo decidido a la República y a la que el Tribunal de Responsabilidades franquista condenó a la expropiación de todos sus bienes y al exilio perpetuo. Este Año Xirgu será comisariado Ester Bartomeu, quien afirma que tendrá tanto en cuenta su papel como actriz, como su actuación como mujer, muy rompedora para su época. El programa del Año Xirgu no está cerrado, pero ya se pueden consultar algunas actividades mediante la web del acontecimiento. Esta conmemoración está cofinanciada por el Departament de Cultura, el Institut Català de la Dona, el Consulado de Uruguay y muchas otras entidades públicas y privadas.
De Instagram al Teatre Nacional
La intención de Bartomeu es que este Año Xirgu no esté destinado básicamente a los fans de Margarida Xirgu, sino que se oriente hacia los jóvenes que todavía no conocen su figura. Para cautivarlos, en esta conmemoración tendrán un papel importante las redes sociales: se ha previsto hacer unas "píldoras audiovisuales" sobre Xirgu que serán dirigidas por Eva Saumell que se difundirán por Instagram. A finales de este verano se inaugurará una exposición itinerante que llevará la figura de la Xirgu por diferentes puntos de Catalunya. Y uno de los actos centrales de la conmemoración será un monólogo, Sólo una actriz de teatro, que Estela Medina, una discípulo uruguaya de Xirgu, representará en la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya. El Consulado del Uruguay en Barcelona, que se ha involucrado en la conmemoración, ha promovido una exposición en la Sala Dalmau con la intención de difundir el legado de tres personajes: Margarida Xirgu, Federico García Lorca y el figurinista y escenógrafo uruguayo Rafale Barradas. Para el acto de clausura, el 25 de abril de 2020, habrá una lectura dramatizada en Casa América. También se programarán actividades más académicas: la revista Entreacto dedicará a Xirgu un monográfico y se publicará un libro formado por una recopilación de entrevistas de la actriz. Es posible que el programa, que todavía está abierto, se amplíe con otros actos.
El espíritu de Xirgu
Hay jóvenes que no saben quien fue Xirgu, pero la gente que actúa en el Teatro Romea, todavía hoy, asegura que su presencia planea sobre los actores. Y hay incluso a quien dice que en el teatro anida su fantasma. el jefe de sala del Teatre Romea, que lleva 37 años en este local, ha afirmado que en un pasillo que hay en la zona de los camerinos, todavía está presente el fantasma de Xirgu. Asegura que en esta zona cuando pasas se sienten escalofríos. Ha relatado que una vez el fantasma de Xirgu se le había aparecido a su hija, pero que recientemente hay alguna otra persona que lo ha visto. Dicen que va vestida con una espectacular pamela y con un collar de perlas.
Caricatura de Margarida Xirgu realizada por Barradas.
La actriz de Lorca
Margarida Xirgu nació en Molins de Rei en 1888. Tras hacer teatro de aficionados se pasó en el teatro profesional. Debutó en el Teatre Romea, en 1906, a los 18 años, con el Mar i cel de Guimerà. Xirgu fue capaz de representar papeles extremadasmente complicados para la época: apareció en el escenario descalza, con el vientre desnudo... Eso a veces generó un gran escándalo. A partir de 1912 empezó a hacer teatro en castellano, y eso le dio mucha proyección en América Latina. Representó Medea en el teatro romano de Mérida, una de sus actuaciones más recordadas. En 1926 conoció a Federico García Lorca y empezaron una colaboración muy fructífera. La actriz catalana estrenaría buena parte de las obras de Lorca. El estallido de la guerra civil la encontró en gira, en América Latina, y ya no volvería nunca a Catalunya. Por su compromiso con la República la justicia franquista le embargó todos los bienes y la condenó al exilio perpetuo. Tuvo una próspera carrera profesional en América Latina. En 1959 obtuvo la nacionalidad uruguaya y en 1969 murió en Montevideo. Más tarde su cadáver sería repatriado a Catalunya, a su Molins de Rei natal.
Foto de portada: Margarida Xirgu en una foto de Amadeo para Nuevo Mundo.