El escritor y mosso de escuadra Marc Pastor, el autor de La mala mujer, El año de la plaga y Bioko vuelve a la novela negra con Els àngels em miren​, una historia de violencia sexual y asesinatos situada en una hipotética Catalunya independiente que vive un traumático procés de secesión de España surgido a partir del 1 de octubre. Tras una dura represión, los catalanes han conseguido ver reconocido su Estado, pero se mantienen las resistencias de los poderes fácticos a la secesión.

Pretexto ideal

Una parte especialmente curiosa de la novela es, justamente, la trama de política ficción en torno a una Catalunya que se independiza, y, también, obviamente, todo lo que se refiere a la división política del cuerpo de los Mossos d'Esquadra antes del 1 de octubre y en las jornadas inmediatamente posteriores al referéndum. A muchos les han sorprendido las recientes declaraciones del mayor Trapero en el Supremo. En cambio, Pastor, ya hace unos meses, escribió sobre la división en el cuerpo de Mossos d'Esquadra en vísperas del 1 de octubre, e incluso ficcionó la detención del presidente catalán por parte de los propios dirigentes del cuerpo. Evidentemente, Pastor conoce bien de lo que habla y también se refiere sin muchos embudos a las tensas relaciones generadas entre los diferentes cuerpos policiales por el procés. En la novela de Pastor, Catalunya, tras un procés traumático, ha logrado la independencia, pero no se ve libre de las tensiones de un establishment judicial y policial que sigue defendiendo la españolidad.

Una trama compleja

Els àngels em miren tiene un gran realismo: la investigación no va directa al asesino, sino que se pierda, se complica, se lía, se mueve por golpes de suerte, requiere filtraciones... Y todo eso se ve entorpecido por las limitaciones presupuestarias, por los problemas personales de los investigadores implicados y, también, por las rivalidades entre cuerpos, entre unidades y entre agentes. Obviamente, Pastor de primera mano la investigación criminal y eso se hace patente en esta novela. La violación y asesinato de dos chicas sin aparente relación entre ellas, en Sant Andreu, lleva los Mossos d'Esquadra por el camino de la amargura. Pero cuando empiezan a averiguar sus vidas, ven que quizás Sant Andreu no es un lugar tan tranquilo como parece. Poco a poco los sospechosos se irán multiplicando, pero los agentes tendrán serias dificultades para encontrar al autor de los crímenes. Toparán con sin techos, con obsesos sexuales, con camellos, con tramas criminales... Y cada vez aparecen más cadáveres, sin que se pueda capturar al responsable de los hechos. La presión es máxima, porque las chicas jóvenes son asimiladas a verdaderos ángeles. Pero quizás se exagera.

El misterio más allá del crimen

El protagonista de esta historia es el mosso de escuadra Abraham Corvo, hijo de un reportero de Televisión Española enviado en comisión de servicios a Guinea y de una mujer guineana. Pero Corvo arrastra un turbio secreto que ha traído desde su África Central natal: el evú. Es, por lo tanto, un individuo que puede entrar en contacto con las fases más oscuras e incontrolables de la humanidad. Poca gente sabe el secreto de Corvo, pero este agente es capaz de descubrir los secretos de los personajes más oscuros, porque él tiene una parte oscura que se afana por controlar. El héroe, pues, tiene mucho antihéroe, con algunas actuaciones que quedan fuera del marco de comprensión del lector. Pero son precisamente estas aptitudes misteriosas de Corvo las que lo permitirán conectar con la esencia más maligna de los villanos de la novela, ya que parece que hay una trama de magia negra vinculada a los crímenes. Corvo nos acabará guiando por el mundo de la Barcelona más turbia, en un universo plagado de bajos sentimientos, pero también de generosidad y entrega.