El Palau Robert ha inaugurado dos exposiciones de homenaje al escritor Joan Fuster (Sueca, 1922-1992) en el marco del centenario de su nacimiento. Hasta el 19 de noviembre y de forma gratuita se podrán visitar las dos propuestas. Joan Fuster en el seu temps ofrece un recorrido por la trayectoria vital y profesional., mientras que la muestra Joan Fuster-Josep Plano: una conversación infinita aborda la intensa relación entre el valenciano y el escritor ampurdanés Josep Pla. Coincidiendo con la Diada del País Valencià, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha reivindicado el pensamiento de Fuster para huir de "dogmatismos" y "simplismos" en los análisis y apostar por los principios humanistas de defensa de la libertad de las personas y los pueblos. La inauguración de las exposiciones se ha hecho una año después del año Fuster y coincidiendo con la Diada del País Valencià, la primera en la que Vox forma parte de las instituciones valencianas.

Dos exposiciones que se complementan

Joan Fuster en el seu temps está comisariada por Francesc Pérez Moragón y Edelmir Galdón Casanoves. La exposición analiza cómo la trayectoria vital "relativamente breve" contó con una actividad intelectual "incansable" que se puede descubrir en libros, artículos de prensa y una influencia en la sociedad. De Fuster destaca la apuesta por modernizar el País Valencià, unificarlo y vertebrarlo internamente a través de una articulación comarcal. También para identificarlo con la historia propia, de reivindicar y conseguir un uso plenamente normal de la lengua y de difundir la necesidad de un sistema de autogobierno por medio de la autonomía. Así, la exposición repasa la trayectoria vital de Fuster, desde los primeros años en Sueca, su conciencia valenciana, las obras, sus relaciones con personalidades de la época y los compromisos con el país, la libertad, la lengua y la cultura. A través de recortes de publicaciones o entrevistas la muestra plasma el pensamiento y las actuaciones de Fuster, que están caracterizados por una conciencia valenciana, y después catalana más amplia, siempre despierta y activa, que se desplegó en medio de una sociedad demasiado cargada con residuos provincianos.

Por su parte, Joan Fuster – Josep Pla: una conversa infinita está comisariada por Antonio Martí Monterde y diseñada por Carles Fargas, y la muestra se adentra en dos de los prosistas más decisivos de la literatura catalana del siglo XX y como fue la relación "intensa" y "contrapuesta" de los dos autores. Tanto Fuster como Pla son autores de una obra "excepcional y auténticos monumentos literarios". "A partir de un primer encuentro en 1959, una tarde lluviosa en Sueca, y habiéndose leído previamente, los dos autores mantuvieron una relación de amistad que se concretó en numerosos encuentros posteriores –en torno a la Albufera valenciana, en Barcelona y al Empordà–, correspondencia cruzada y una confluencia de intereses que permitió estrechar los lazos entre el Principado y el País Valencià", han explicado.

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Foto: Guillem Roset / ACN

Esta exposición aborda diferentes perspectivas. Escriure a mà, escriure a màquina trata como Pla y Fuster son autores de miles de las "mejores" páginas de la literatura catalana del siglo XX. "Cada uno a su manera, con su prosa ha dado a la literatura catalana un eje vertebrador. A pesar de ser grandes conversadores, sin su soledad voluntaria, sin una cierta grafomanía y voracidad lectora, sin una fuerte voluntad de poner el estilo personal al servicio del país, la cultura catalana no sería la misma", han destacado. Mestres i idees, idees mestres trata sobre el estilo inconfundible de los autores construido a partir de las lecturas y con dedicación al periodismo. Entre otros se destaca Michel de Montaigne, el fundador del ensayo, género que los dos cultivan. "La escritura del yo, la literatura de ideas, la búsqueda de la propia originalidad y la construcción de la subjetividad en la escritura –compartieron cabeceras y editoriales– son los ejes de su estética, matizada por la dedicación al periodismo literario, descubierto a través de la lectura de Eugeni d'Ors".

Por su parte, Converses que duren anys trata sobre la complicidad literaria. Se presentan reflexiones sobre la escritura, la lectura recíproca, la preocupación por país, entre otros temas, pasan de la conversación a las cartas, de las cartas a los artículos y de los artículos, y en muchos casos, también a los libros. "Desde las primeras lecturas y el primer encuentro, entre los dos hacen de su diálogo un espacio de diálogo intelectual importantísimo para comprender el papel de su relación en la cultura catalana del siglo XX", han destacado desde el Palau Robert. Finalmente, el último ámbito es Posteritat de paper, y trata de como el legado que han dejado los Pla y Fuster se convierte en una conversación infinita. Este legado cuenta con entrevistas, retratos y conmemoraciones convertidas en auténticos acontecimientos de país que reivindicaban su influencia.