Morrissey, exvocalista de The Smiths, ha anunciado en su web que ofrece al mejor postor todos sus intereses comerciales vinculados al grupo, desde el nombre hasta las canciones y grabaciones, al considerar que es la única vía para "desvincularse" de sus antiguos colegas.
Una luz que se apagó hace años
Bajo el título Un alma en venta, el músico británico detalla que la operación incluiría "todos los derechos exclusivos" sobre "el nombre The Smiths, tal como fue creado por Morrissey"; el arte gráfico del grupo; los derechos de mercadotecnia; todas las canciones, en letra y música; los derechos de sincronización; todas las grabaciones y los derechos contractuales para publicaciones.

Morrissey, de 66 años, un artista, algo así como réplica inglesa a Miguel Bosé, siempre polémico y extravagante en sus posicionamientos, explica que está "agotado de cualquier y toda conexión con Marr, Rourke, Joyce", en referencia al guitarrista Johnny Marr, el bajista Andy Rourke, fallecido en 2023, y el batería Mike Joyce. "Ya he tenido suficiente de asociaciones maliciosas. Con toda mi vida he pagado mis debidas obligaciones hacia estas canciones y estas imágenes. Ahora quisiera vivir desvinculado de aquellos que no me desean más que maldad y destrucción y esta es la única solución", afirma. "El repertorio soy yo -nadie más- pero trae consigo comunicaciones comerciales que llegan a excesivos extremos para crear temor y resentimiento año tras año. Ahora debo protegerme, especialmente por mi salud", añade el cantante, que incluso facilita un correo electrónico de contacto para potenciales inversores.
El anuncio se produce un año después de que Morrissey acusara a Marr de haberse hecho con "el control total de The Smiths" al registrar la marca de la banda. El guitarrista replicó que lo hizo en 2018 para "proteger" el nombre, al descubrir que no estaba bajo control de ninguno de sus miembros, aunque esa disputa parece no afectar a los derechos de autor que Morrissey ahora asegura querer vender. The Smiths, formados en Manchester en 1982, se convirtieron en una de las bandas más influyentes del pop británico de los años ochenta con temas como This Charming Man o There Is a Light That Never Goes Out. La luz, sin embargo, hace muchos años que se apagó.