El director y productor catalán, Albert Serra, no ha conseguido hacerse con la palma de oro del Festival de Cannes. Sierra ha presentado su filme Pacifiction-Tourment sur las îles que aspiraba a la máxima distinción del cine y que había causado furor al certamen francés, pero no ha sido suficiente para llevarse el premio a casa. El director se ha mostrado tranquilo por  la decisión del jurado de premiar al sueco Ruben Östlund y ha asegurado en una entrevista al Faqs de TV3: "No me preocupaba antes y no me preocupa ahora". Aunque Serra ha puesto de relieve que su película era diferente de todas las que se han presentado en el festival, el director ha argumentado que la decisión del jurado no depende de él y, por lo tanto, no puede hacer nada. La película 'Triángulo of sadness' ha ganado la palma de oro en la edición número 75 del Festival de Cine de Cannes. El filme dirigido por el sueco Ruben Östlund es una sátira que hace referencia a la vida que los modelos e influencers tienen que tener, evitar estar tristes y mantener una buena apariencia.

La película que se llevó la palma de oro empieza riéndose de la belleza. De aquí su título, que hace referencia al triángulo que se forma en la cara donde empiezan a salir las arrugas y donde suele inyectarse el bótox. El cineasta que ha ganado la palma este año ya la ganó en el 2017 con su caricatura del mundo del arte contemporáneo en 'The Square'. Con 'Triangle of sadness', el director cierra su trilogía sobre el absurdo de la masculinidad, después de 'The Square' y 'Fuerza mayor'. El premio a la mejor actriz fue para la iraní Zar Amir Ebrahimi, por su interpretación Holy Spider. El mejor actor se fue a manos del coreano Song Kang-ho, por Broker. Actor al cual recordamos por Parásitos. El mejor guion se lo llevó Tarik Saleh por Boy From Heaven. El Premio del 75 aniversario (un premio especial) fue para Tori et Lokita, de los hermanos Dardenne.

Volviendo a la película de Albert Serra en el Festival de Cannes, el filme del director catalán recibió una tremenda ovación que se alargó más de siete minutos. Serra entró a la gran sala Lumière donde se proyectaba la película con todos los espectadores derechos y reventando en aplausos entusiastas, con una escena sólo reservada habitualmente a los grandes mitos del cine. Serra saludó con reverencias y con la mano, cómodamente metido en su papel y calzado con alpargatas catalanas. El filme, según el director, trata sobre "el mundo contemporáneo y las pequeñas tensiones y contradicciones sobre el ser humano".