Esta madrugada ha muerto, en los 76 años, el poeta leridano Carles Hac Mor, uno de los nombres más radicales y originales de las letras catalanas. Con cuarenta libros publicados, era el autor de una obra muy rica y diversa, que pasa por la poesía, por el ensayo, por la crítica artística y por la novela, pero en la que tampoco faltan géneros de invención propia, como el "escalaborn" o el "hiposeptimí". Quizás sus obras más emblemáticas serían S'ha rebentat l'hospici(1992) y Desvari de la raó (1995).

La lengua como revulsivo

De 1973 al 1975 Carles Hac Mor, junto a otros artistas e intelectuales, como Carles Santos y Pere Portabella, se integró en el Grup de Treball, un colectivo de vanguardia conceptual. Hac Mor, más tarde se desvinculó del mismo concepto de vanguardia, pero nunca renunció a la paradoja, base de su escritura, ni al humor. Practicaba la subversión incluso contra él mismo, intentando que cada libro suyo negara el anterior.

Sus camisas rojas, tan características, no volverán a los escenarios. La directora de la Institución de las Letras Catalanas, Laura Borràs, ha destacado que la obra de Carles Hac Mor, “nos hace más ricos como filólogos, como lectores, como catalanes, como pueblo –y no conviene, en los tiempos que vivimos, despreciar este hecho–, a la vez que también nos hace más sabios”.