"SABEMOS que hay muchas librerías en la ciudad. Nos consta, sin embargo, que todavía hay más lectores que librerías". La aseveración forma parte del manifiesto de la Librería Finestres, que abre mañana al público después de meses de gestación en la calle Diputació 249, en un espacio de 531 m2 y un fondo aproximado de 35.000 referencias y 42.000 libros. En otoño está prevista la apertura de un segundo local justo en frente, que está previsto que acoja unas 15.000 referencias de cómic, álbum ilustrado y arte.

Finestres, impulsada por el empresario farmacéutico Sergi Ferrer-Salat, quiere ser "una librería para leer", según ha dejado claro el mecenas en la presentación del proyecto. Ferrer-Salat ha presentado Finestres como una manera de enriquecer la ciudad espiritual y culturalmente, y ha asegurado que una librería es una "vacuna contra los populismos, los extremismos y la intolerancia".

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"Una librería para leer" donde quiere reinar el silencio

Para sacar adelante la idea, Ferrer-Salat cuenta con un equipo formado por Àurea Perelló, con una amplia experiencia en el sector literario, la librera Mireya Valencia, la scout literaria Camila Enrich y los escritores Marina Espasa y Kiko Amat, que juntos se han propuesto subvertir algunas de las convenciones habituales de las librerías.

Por ejemplo, han llenado un espacio donde quieren que reine el silencio –unos letreros luminosos alertarán los más ruidosos– de sofás y butacas para leer y avisan de que no hay cobertura de móvil ni wi-fi. Que se abstengan de entrar a los que piensen en abrir el portátil, el ipad o el smartphone y pasar de los libros en papel.

Con respecto al contenido, Finestres quiere especializarse en Ciencias Humanas y Pensamiento Crítico, y como demostración de intenciones propone situar el ensayo en la entrada mismo de la librería. Con el firme propósito de alejarse de la presión comercial y la última novedad, la librería quiere basar su oferta en un amplio fondo, con especial presencia de títulos clásicos, contemporáneos y universales, con una gran apuesta por los libros en varios idiomas.

La disposición de los libros también quiere ser singular, rompiendo con los usos habituales y las secciones clásicas y apostando para disponer los libros de manera que unos lleven a los otros, a manera de hipervínculo, en que unos libros abran Finestres cabe en otros.

El equipo impulsor de Ventanas, encapalat para|por el empresario y mecenas Sergi Ferrer-Salat @fabiantalking

El equipo impulsor de Finestres, encabezado por el empresario y mecenas Sergi Ferrer-Salat @fabiantalking 

"Mucho más que una librería"

Aparte de los aspectos organizativos y de diseño interior, Finestres quiere ser "mucho más que una librería" a través de una programación ambiciosa capitaneada por Marina Espasa i Kiko Amat. Si al manifiesto, indisimuladamente inspirado en el Manifiest Groc de Salvador Dalí, Lluís Muntanyà y Sebastià Gasch, ya denunciaban las presentaciones aburridas, hoy han anunciado que quieren huir de este formado para proponer de otras maneras de hablar de libros, como veladas con autores, perfomances o lecturas pública de obra. "Queremos ser la alternativa a la programación literaria actual" han anunciado con el firme propósito de sorprender.

Los protagonistas de la programación no tendrán por qué estar sujetos a la novedad editorial y los impulsores quieren apostar por la presencia de autores internacionales. "No pasa nada con que un autor haga diez años que no publica" ha asegurado Amat que también ha anunciado que los sábados se organizarán vermúes en el patio de Finestres, con actuaciones musicales, spoken word, comedia stand-up o poesía. Entre las primeras actividades anunciadas hay un ciclo sobre reacción y conservadurismo a cargo de Antonio Baños, otro a cargo del artista Mireia Sellarés y la adopción de Manuel Martínez, exmiembro del grupo musical Astrud, como filósofo de guardia.

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Tsunami, de Albert Pijoan, y Laso malas, de Camila Sosa, primero Premios Finestres de Narrativa

De acuerdo con la voluntad de convertir Finestres en un "proyecto cultural total" en beneficio de la ciudad de Barcelona que sea "alguna cosa más que vender libros", Finestres también puso en marcha hace meses la selección de los candidatos a la Beca de ensayo en catalán y castellano, dotadas con 20.000 euros cada una, y la primera edición de los premios para obra publicada.

Coincidiendo con la apertura de la librería, Finestres ha anunciado los ganadores de la primera edición del Premio Finestres de Narrativa en el mejor libro en catalán y castellano de entre los publicados el año anterior y dotados con 25.000 euros respectivamente. El objetivo es dar una segunda oportunidad a obras que hayan podido pasar desapercibidas, lejos de la atención y los focos del sistema literario más comercial y que merecen volver al primer plano.

En esta primera edición las obras ganadoras son Tsunami de Albert Pijuan, publicada por Ángulo Editorial, en catalán, y Laso malas, de Camila Sosa, editada por Tusquets, en castellano.

El Jurado del Premio Finestres de Narrativa en catalán, formado por Anna Guitart, Mara Feye Lethem, Pere Antoni Pons, Manel Ollé y Marina Espasa, ha premiado Tsunami "por el equilibrio entre el argumento, los temas de fondo y la elaboración estilística, por la construcción de personajes, por la ambición de la trama y por la visión moral y socioeconómica —salvaje grotesca, y lúcida— que da del mundo del turismo de masas".

Con respecto al Premio Finestres de Narrativa en castellano, el jurado, formado por Jordi Costa, Mathias Énard, Mariana Enríquez, Carlos Zanón y Camila Enrich, ha escogido la novela de Camila Sosa Villada por "el equilibrio entre aquello testimonial y la ficción, por el lenguaje capaz de explicar con ligereza hechos trágicos. Por la frescura de los protagonistas que dibuja la autora, por la sororidad y amistad que tejen entre ellas y como lo retrata la autora".