Hay discursos que han marcado la humanidad en momentos difíciles. Líderes carismáticos han utilizado los discursos para enervar las masas o, al contrario, para tranquilizarlas. ¿Quién no ha oído hablar del "Tengo un sueño de Martin Luther King" o del "Puedo prometer y prometo" de Adolfo Suárez? Ahora, la editorial Turner nos ofrece medio centenar de estas arengas, de personajes diferentes de varias partes del Planeta: 50 discursos que cambiaron el mundo. Una obra editada por Andrew Burnet, que también contextualiza los textos que presenta. Cada discurso va acompañado de una breve biografía del autor y una explicación sobre las circunstancias imperantes en el momento en que se pronunció el discurso. Además, un aparato de notas permite descifrar los aspectos de los discursos que hoy en día no son fácilmente comprensibles.

Mussolini archivos federales alemanes wikimedia

Benito Mussolini. Foto: Archivos Federales Alemanes.

Desde todas las ópticas

Esta obra compila obras maestras de la oratoria, pero no es un intento de motivar en el lector en ningún sentido concreto. No se trata, pues, de ningún libro de propaganda política. De hecho, incluye discursos de ideologías bien diferentes, e incluso contradictorias: islamistas, comunistas, feministas, nazis, patrióticas... Aunque dominan los políticos, incluso hay discursos de científicos, empresarios y diplomáticos (como Einstein o Steve Jobs). Entre todos ellos hay personajes tan nefastos como Benito Mussolini, Osama Bin Laden, Joseph Goebbels, Heinrich Himmler o Iósif Stalin. No todos fueron escritos en los mejores momentos de la carrera de su autor, sino que algunos de los más emblemáticos están escritos en momentos muy difíciles: el que pronunció Georges Bush el 11-S, el que hizo la reina de Inglaterra el 24 de noviembre de 1992, cuando acababa su annus horribilis, o el de Winston Churchill en noviembre de 1940, en el momento en que Gran Bretaña se había quedado sola frente a una Alemania militarmente más potente... Parece que la talla de los oradores se puede medir por su capacidad de desafiar con palabras a las adversidades.

Churchill retrato Imperial War Museum Wikimedia

Winston Churchill. Imperial War Museums.

Una cata

Si el mundo ha esperado como agua de mayo la liberación de un preso político, este ha sido Nelson Mandela. Pero cuando el héroe del Congreso Nacional Africano llegó al poder, lejos de presumir de sus capacidades, hizo toda una muestra de humildad: "No os hablo como profeta, sino como humilde servidor vuestro, servidor del pueblo. Si estoy aquí es gracias a vuestros continuos y heroicos sacrificios. Los años que me quedan de vida os los debo a vosotros", dijo Nelson Mandela con gran modestia el 11 de febrero, cuándo salió de la prisión donde había estado encerrado a lo largo de 26 años... Frente a este texto, se encuentran discursos de una gran visceralidad, como el de Malcolm X, el líder radical negro de los años 1960: "No voy a sentarme en vuestra mesa sólo para veros comer: si no tengo nada en el plato no me puedo considerar un comensal. Sentarse en la mesa no le convierte a uno en comensal, a no ser que haya comida en el plato. Vivir en Estados Unidos no le convierte a uno en estadounidense; nacer en Estados Unidos, tampoco. No, no soy estadounidense. Soy víctima de Estados Unidos, como veintidós millones de negros más".

Patrice Lumumba Nationaal Archief Fotocollectie Anefo

Patrice Lumumba. Foto: Nationaal Archief Fotocollectie Anefo.

Mucho por escoger

Sin duda, el gran problema para el autor de este libro no fue escoger los discursos que se podían incluir, sino excluir los que no caben. Sorprende, por ejemplo, que se haya incluído el discurso conciliador que pronunció Patrice Lumumba en el parlamento congoleño el 23 de junio de 1960, y no el mucho más famoso que realizó una semana más tarde, el día 30, saltándose el protocolo, ante un azorado rey de Bélgica. En réplica a las alabanzas a la colonización congoleña, Lumumba quiso dejar claros al rey Balduino todos los crímenes que habían cometido los belgas desde el tiempo de su antepasado Leopoldo II, el saqueador del Congo en tiempo del Estado Libre. Dicen que con aquel discurso Patrice Lumumba firmó su sentencia de muerte (cosa que demuestra que ningún discurso es completamente inocente). Seis meses después era asesinado en Katanga, víctima de una conjura entre la CIA, la monarquía belga, las empresas mineras, los militares reaccionarios congoleños y los secesionistas de la zona.

Yasser arafat Hans Jørn Storgaard Andersen 1999 wikimedia

Yasser Arafat. Foto: Hans Jørn Storgaard Andersen.

Los mitos de un siglo, en sus propias palabras

Es bueno retornar siempre a las fuentes primarias, por más que las redes estén llenas de expertos dispuestos a explicarnos historia (o historias). Todo el mundo tiene sus mitos, que a menudo hemos adoptado a través de los medios de comunicación. Con este libro podemos aproximárnosles, directamente, a través de sus propias palabras, y en ocasiones nos llevaremos sorpresas. 50 discursos que cambiaron el mundo nos conduce, de una forma original y directa, a algunos elementos clave del pensamiento político del siglo XX y la primera década del XXI. Los miedos, las esperanzas, los odios y los amores de todo un siglo se pueden encontrar concentrados en estas 50 piezas maestras de la oratoria.