Hace un cuarto de siglo que James Cameron cumplía su sueño y estrenaba la película que lo tenía que cambiar todo. Hace un cuarto de siglo que Titanic iniciaba un camino sin retorno por el cine contemporáneo. Hace un cuarto de siglo que el intimismo de una historia de amor quizás imposible, marcada por las diferencias de clase y por la tragedia inminente, se daba la mano con una maquinaria de producción nunca vista, con un despliegue de tecnología que dejó boquiabiertos a los millones de espectadores que no dejaron de hacer cola durante meses. Hace un cuarto de siglo que James Cameron hizo reyes del mundo a Leonardo DiCaprio y a Kate Winslet. Hace un cuarto de siglo que Titanic empezó a romper todos los récords posibles.

'Titanic' celebra 25 años con un reestreno en 3D en los cines

Ahora, para celebrar sus 25 años de vida, la película más cara, la más vista, la más oscarizada, vuelve a las salas de cine, remasterizada y en 3D. Y soplamos las velas mientras recordamos 25 curiosidades sobre la película que lo cambió todo.


1. Titanic sigue siendo la tercera película más taquillera de la historia, con más de dos mil millones de dólares de recaudación. Encabezó el ránquing durante más de una década, y solo ha sido superada posteriormente por Avatar (2009) y por Avengers: Endgame (2019). Un lugar privilegiado que podría cambiar esta misma semana. Y es que el propio James Cameron y su Avatar: El sentido del agua amenazan la presencia en el podio de Titanic. Solo 20 millones las separan, y esta misma semana se podría hacer realidad el sorpasso y adelantarla.


2. Titanic empató con Ben-Hur (1959), y después se les uniría El Señor de los Anillos: El retorno del rey (2003), con 11 Oscars en el zurrón, como las más premiadas de la historia. Aparte de la estatuilla a Mejor Película, también se llevó las de Fotografía, Montaje, Dirección Artística, Vestuario, Banda Sonora (para James Horner), Canción (para Horner y Céline Dion), Sonido, Efectos de Sonido y Efectos Visuales. Y, claro está, el Oscar a Mejor Director, para un James Cameron que lo levantó al grito de "¡Soy el rey del mundo!".


3. La preproducción de Titanic no permitía adivinar el éxito que tendría que llegar en el futuro. James Cameron había convencido a 20th Century Fox afirmando que podría hacer la película por 80 millones de dólares, pero rápidamente quedó claro que esta era una cifra demasiado conservadora. Las estimaciones propias de la Fox presupuestaron el filme en 135 millones de dólares, pero la construcción del plató pronto resultó tan costosa y consumió tanto tiempo que la película ya llevaba dos meses de retraso antes de empezar a rodar ninguna escena. Eso requirió la ayuda de un segundo estudio para hacer frente a los costes. Universal Pictures estuvo en negociaciones durante mucho tiempo, pero finalmente abandonó. Fue Paramount Pictures la que aportó 65 millones de dólares adicionales a cambio de los derechos de distribución en Estados Unidos. Este fue el alcance de la contribución de Paramount, lo que significa que Fox todavía era responsable de todos los futuros sobrepasos presupuestarios, y sin duda habría significado la quiebra económica para el estudio si la película no hubiera tenido tanto éxito.


4. El coste total de la película acabaría siendo de 200 millones de dólares, la producción más cara de la historia hasta aquel momento, un coste mayor de lo que supuso construir el barco a principios del siglo pasado: el Titanic costó siete millones y medio dólares de la época, que ahora equivaldrían a unos entre 120 y 150 millones de dólares.


5. Hablamos del reparto. Leonardo DiCaprio era, en aquel momento, un ídolo de adolescentes, que llenaban las carpetas con sus fotografías, gracias a filmes como Romeo & Julieta. Cameron pensaba en él, pero también en Matthew McConaughey, quien, de hecho, superó varias pruebas de cámara y llegó a hacer las primeras lecturas de guion con Kate Winslet. También audicionaron para el trabajo a Christian Bale y Paul Rudd. En realidad, River Phoenix había sido la primera opción imaginada por James Cameron para interpretar a Jack Dawson, pero el actor murió en octubre de 1993, mucho antes de que la producción empezara.

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Matthew McConaughey podría haber sido el rey del mundo

6. No solo no fue la primera opción, sino que Kate Winslet luchó muchísimo para conseguir el papel, con aspirantes tan potentes como Claire Danes, que acababa de rodar Romeo & Julieta con DiCaprio. Winslet confesó haber enviado un ramo de rosas a James Cameron con el mensaje "From your Rose" después de una audición. La actriz, además, ha declarado que la decisión de Cameron fue valiente: ''Se arriesgó escogiéndome. Muchas de mis contemporáneas, como Uma Thurman, Gwyneth Paltrow o Winona Ryder, eran candidatas mucho más firmes que yo. Tuve suerte".


7. Robert De Niro era el actor escogido para interpretar al capitán del Titanic, pero una infección gastrointestinal obligó a sustituirlo. Cameron le dio el papel al británico Bernard Hill.


8. Kate Winslet y Leonardo DiCaprio se conocieron en el Festival de Cannes, en el año 1996. Winslet sabía que DiCaprio era uno de los aspirantes más firmes a protagonizar Titanic, pero que dudaba sobre si aceptar el papel de Jack. Descubrió dónde estaba su habitación de hotel y decidió picarle a la puerta y charlar con él sobre la película para intentar convencerlo.


9. De hecho, poco antes de empezar el rodaje, Leonardo DiCaprio quiso abandonar la película. James Cameron explicaba hace unas semanas que tuvo que convencer al actor, porque en aquel momento creía que a su carrera le convenía seguir haciendo personajes al límite, como los de ¿A quién ama, Gilbert Grape? (1993) o Diario de un rebelde (1995), y que el de Titanic no era un reto suficiente para él. "Le dije que había hecho personajes con problemas, adicciones y cosas por el estilo. Que eso no era Ricardo III. Y que cuando pudiera hacer lo que hacían James Stewart o Gregory Peck solo estando allí de pie... Ellos no cojeaban, ni tenían problemas de habla. Que eso era mucho más difícil y que probablemente no estaba preparado. Cuando le dije eso, su cabeza hizo un click, y entendió que sí que era un reto para él".


10. Mucho se ha escrito sobre la química entre Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, delante y detrás de la cámara. En estos 25 años han desmentido en varias ocasiones una historia de amor en la vida real ("sería como un incesto", dijo la actriz a Rolling Stone), pero también se han tirado piropos continuamente. James Cameron ha dicho en muchas entrevistas que "la química entre los dos se manifestó en la primera fracción de segundo que los vi juntos en una misma habitación". Y la pareja de intérpretes ha explicado que tienen "una magia especial". Los dos han explicado que mantienen una gran amistad que el paso del tiempo no ha roto. Y, de hecho, volvieron a trabajar juntos en Revolutionary Road (2008), y DiCaprio fue uno de los poquísimos invitados a la boda secreta de Winslet con Ned Rocknroll.

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Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, nada más que buena química

11. Algunos datos explican la minuciosidad de James Cameron. Todo el grueso del filme, el que corresponde a las escenas ambientadas en el año 1912 (por lo tanto, sacando de la ecuación la parte contemporánea del relato, los créditos iniciales y los finales), tiene una duración total de dos horas y cuarenta minutos, el tiempo exacto que tardó en hundirse el Titanic.


12. Otro dato similar: la escena de la colisión del barco con el iceberg dura los mismos 37 segundos que se calcula que duró el choque real.


13. James Cameron contrató a un grupo de 150 personas para hacer de extras que tenían que estar disponibles durante todo el rodaje. Su nivel de perfeccionismo lo llevó a explicar a cada uno de ellos cuál era el nombre y el pasado de sus personajes (la mayoría de los cuales ni siquiera tenían frase), y les impartieron un curso para aprender las normas de comportamiento adecuadas en un crucero como el Titanic, en el año 1912. Contó con la colaboración de la coreógrafa Lynne Hockney, que también produjo un vídeo, Titanic Etiquette: A Time Traveler's Guide, que se reproducía en bucle durante el rodaje.


14. Las cartas del menú que se sirve durante la película son copias fieles de las que había en el Titanic. Las cenas constaban de hasta trece platos, cada uno con un vino de acompañamiento diferente, y podían durar hasta cuatro o cinco horas. De la misma manera, las alfombras que aparecen en la película fueron elaboradas por la misma compañía de alfombras que las había hecho el año 1912.


15. Un astrofísico puso a prueba el perfeccionismo de James Cameron. Cuando Neil deGrasse vio la película, decidió escribir al director para explicarle que, en el momento en que la protagonista intenta sobrevivir al naufragio encima de una puerta, el cielo y el campo estelar que hay sobre su cabeza no se ajustaba al de la noche del 14 al 15 de abril de 1912. Cameron le preguntó a Neil deGrasse cuál era el mapa correcto de estrellas en el cielo de aquella noche y, cuando la película se reestrenó en 3D el año 2012 (para conmemorar el centenario del naufragio), el cineasta hizo los cambios pertinentes. Hoy, el cielo que aparece en la escena se ajusta a los cálculos del astrofísico.

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Kate, Leo, James y una película para la historia

16. Hablemos de momentos icónicos de la película. ¡La famosa frase "Soy el rey del mundo!" fue una improvisación de Leonardo DiCaprio a la hora de rodar, no figuraba en el guion.


17. Otro momento bien recordado, el de la inundación de la sala Grand Staircase: rodarlo era todo un reto, porque solo se podía hacer una toma, ya que, después de mojarse, todo el mobiliario quedaría inservible. Salió bien. Para hundir la Grand Staircase se construyó un depósito de agua de unos 19 millones de litros construido expresamente para la película.


18. Otro dato: en la escena en que se ven unas manos dibujando a Rose, no son las de Leonardo DiCaprio, sino las del mismo James Cameron. Sin embargo, en posproducción tuvieron que voltear las imágenes, porque el director es zurdo. Con respecto al momento del dibujo, Kate Winslet se ha lamentado algunas veces de haber aceptado hacerla. Hasta el día de hoy, Winslet afirma que la gente todavía se le acerca por la calle pidiéndole que firme el dibujo de la película. "No lo firmo nunca. Me hace sentir muy incómoda", ha declarado.


19. Y sí, sobre el eterno dilema de sí Jack y Rose podían haber compartido aquella puerta para sobrevivir los dos... Para empezar, aclaramos que el trozo de madera no era una puerta, sino la parte superior del marco de una puerta. Está inspirada en un artefacto real que sobrevivió al hundimiento del barco y que se puede ver en el Museo Marítimo del Atlántico en Halifax, Nueva Escocia.

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La eterna pregunta: ¿podrían haber sobrevivido los dos?


20. Cameron, Winslet y DiCaprio han tenido que seguir respondiendo durante 25 años a la pregunta de si los dos protagonistas podrían haber sobrevivido. Aparte de momentos como el de Kate Winslet en el The Late Show with Stephen Colbert, reproduciendo la escena con el cómico, James Cameron cerró el debate en un programa especial en colaboración con National Geographic. El cineasta abordaba una serie de pruebas con especialistas, que consistían en recrear la famosa escena del final de Titanic para profundizar en los detalles científicos y comprobar hasta qué punto era posible la supervivencia de Jack. En todo caso, Cameron dejó claro que cualquier otra conclusión habría dejado sin sentido el romántico mensaje final de sacrificio de la película.

21. El rodaje no fue muy plácido para ninguno de los implicados. Una muestra: en la filmación de las escenas del naufragio, James Cameron obligó a que el agua donde se sumergían actores y extras estuviera muy fría, a unos 15 grados, para conseguir reacciones auténticas. Kate Winslet, que no quiso utilizar neopreno, sufrió hipotermia y estuvo a punto de abandonar el rodaje. De hecho, muchos de los miembros del reparto sufrieron resfriados, gripes o infecciones renales después de pasar horas en agua fría. Y algunos especialistas sufrieron varias fracturas de huesos. Después de su extenuante experiencia, Winslet afirmó que le tendrían que pagar una gran cantidad de dinero para volver a trabajar con Cameron. Aparentemente, su petición fue atendida, porque ha repetido con el cineasta en Avatar: El sentido del agua.


22. Mucho más extravagante fue otro de los contratiempos que se sufrieron. En la última noche del rodaje, alguien mezcló PCP (alucinógeno también conocido como polvo de ángel) en la sopa de almejas servida al reparto y al equipo del filme. 80 personas enfermaron y más de 50 fueron trasladadas al hospital. Inicialmente, se sospechó de una intoxicación de marisco. James Cameron recuerda que el director de fotografía lideraba una conga, que el asistente de dirección hablaba con él por walkie-talkie a pesar de tenerlo en frente, y que un miembro del equipo exigía ver a un cura. Las analíticas demostraron que, efectivamente, habían sido drogados. Los culpables nunca fueron atrapados.


23. Si hay anécdota sobre drogas, también la hay con respecto al sexo. Concretamente, en cuanto a la escena sexual entre los dos protagonistas. Para romper el hielo con Leonardo DiCaprio, a Kate Winslet no se le ocurrió cosa mejor que mostrarle su cuerpo desnudo sin avisar, haciendo un flash, abriendo y cerrándose la ropa como una exhibicionista. Y la actriz, además, impuso unas cuantas reglas sencillas a su compañero a la hora de rodar las escenas de besos: nada de café, de cebolla, de ajo y de fumar antes de filmarlas. DiCaprio aceptó, pero después procedería a hacer exactamente todas estas cosas a propósito. Winslet le puso el sobrenombre de Stinky Leo  (Leo el Apestoso), una nueva muestra de la buena relación que tenían. Menos lúbricas pero igualmente divertidas fueron las clases de polca que recibió la pareja protagonista, para las escenas de la fiesta en tercera clase.

24. Cuando James Cameron decidió incluir imágenes reales de los restos del Titanic en el fondo del mar, no quiso filmarlas simplemente desde el interior de un sumergible, como se había hecho con el documental IMAX Titanica. Para poder rodar desde fuera del submarino, el hermano de Cameron, Mike Cameron, y PanaVision desarrollaron un sistema de cámaras capaz de soportar las 400 atmósferas (5.878,38 psi) de presión en la profundidad dónde están los restos. James Cameron hizo 12 inmersiones y encontró una experiencia emocionalmente abrumadora cuando vio el barco hundido. Explicaba que después de su primer descenso, tan pronto como volvió a la superficie, estalló a llorar al darse cuenta de la magnitud de la tragedia histórica que acababa de presenciar. Acabó pasando más tiempo en el barco hundido que sus pasajeros vivos.


25. A causa de los enormes exceso de presupuesto, los ejecutivos de la 20th Century Fox sugirieron una hora de recortes específicos de la película, porque sus tres horas de duración significaban menos proyecciones y, por lo tanto, menos recaudación. La respuesta de James Cameron ha pasado a la historia: "¿Queréis cortar mi película? ¡Me tendréis que despedir! ¡Y si me queréis despedir, me tendréis que matar!" Los directivos rechazaron la oferta de Cameron de perder su parte de los beneficios, porque consideraban que la película no funcionaría. Cameron atribuye a Sherry Lansing, jefe de la coproductora Paramount en aquel momento, el único apoyo sin fisuras en el montaje de la película. La historia nos dice que ninguno de aquellos inteligentísimos ejecutivos tenía razón: los beneficios de la película son incalculables, la apuesta de Cameron salió bien, y la negativa de Fox a quedarse con el margen de beneficios que correspondían al director por contrato fue una pésima decisión. De hecho, el estudio intentó negarle a Cameron este margen de beneficios, un negocio ruinoso para Fox y magnífico para el director.